Acércate y dímelo.

Color picota bien cubierto y brillante, con la orilla púrpura, de aspecto sanguino, lágrima densa de leve tinte. Aroma de intensidad media, muy maduro, notas de hollejo, de ciruela de california, es acetaldehído, laca de uñas, cola de contacto... Sin embargo tiene un fondo de nariz balsámico, de bosque mediterráneo que lo hace fresco, diría que hasta le aporta delicadeza. En boca es untuoso pero grácil al tiempo, lo encuentro elegante y muy equilibrado. Invita a otra copa, deja un postgusto menos dulce de lo esperado gracias a la frescura comentada y a una estupenda acidez. Se podría pensar incluso para la comida, algún plato debe haber más allá de los quesos. Un tinto dulce fino, posiblemente el mejor que haya probado. Su precio me parece alto para tan poca cantidad, pero por otra parte es esencia de vino, y ésta dicen que va en frascos pequeños.
La etiqueta contribuye a su secreto, a su misterio. Nada como una imagen de arquitectura medieval y algo más. Acertadísima.

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