Es una garnacha  seria, equilibrada y sin defectos. Una añada en buen momento de consumo. Fruta negra compotada de intensidad media, sensaciones de tinta china y perfecta integración de la madera. No impresiona al inicio, pero poco a poco va mostrando su potencial. En boca se muestra afinado , tanicidad madura, sin agresividad, paso sosegado, sin estridencias

A la vista tiene de color rojo cereza, con tonos violáceos y una capa alta.

En nariz con una buena intensidad, con la fruta muy por encima de los detalles de la madera.
En boca con una buena acidez, con la fruta en abundancia pero con algo falta de calidez de la garnacha de menor altura de Aragón.
Me ha parecido una uva garnacha intermedia entre la del Sur de Ávila y la clásica aragonesa.
Producen 10012 botellas tratándose y la botella bebida portaba el numero 1130 .

Etiqueta blanca con fondo blanco y las letras en negro mayusculas y dificil de ver la O.

No conocía este vino y de nuevo ha sido gracias a Fonso del restaurante Las Piscinas de Villacarriedo.