Necesitaba botella, le ha sentado fenomenal.

Volvemos con este vino tres años después para ver su evolución ya que en Julio de 2014 nos dejó un poco decepcionados. Abrimos la botella y la dejamos respirar por espacio de 45 minutos. El tapón impecable, tintado un par de milímetros, largo y compacto. Servimos a 17°C:

VISUAL: Rojo picota de capa meda-alta con un brillante ribete rubí. De abundante lágrima, gruesa, lenta y transparente (91).

OLFATIVA: A copa parada encontramos aromas de fruta roja madura, mermelada de fresa y un toque balsámico. Nada de flores como hace tres años, ha evolucionado y mucho en nariz. En movimiento emana notas herbáceas de estragón, regaliz y algo de pimiento rojo, especiados de pimienta y canela y apuntes minerales pedregosos. Los aportes terciarios son de cuero curtido, duelas envinadas, guindas en licor y un toquecito de cacao. Intensidad media-alta manteniendo una excelente complejidad aromática (91).

GUSTATIVA: En boca esta vez sí, acidez marcada, taninos muy dulces pero con mucho cuerpo, de cierta carnosidad. Contundente y amplio con un suavísimo paso por boca. Retronasal frutal a fresa y frambuesa con recuerdos terciarios de roble y duelas envinadas. Sorprendente su persistencia y enorme amplitud, unos dos minutos y medio. Vinazo de verdad, nada que ver en boca con la botella de 2014 la cual, visto lo visto, creo que nos salió rana pues en ésta la acidez es imponente y en la de 2014 apenas se notaba, algo no cuadraba. Considero que está en su clímax, bestial vinazo de estas viñas viejas que con toda seguridad se mantendrá en todo lo alto al menos un par de años más. Necesitaba botella, le ha sentado fenomenal y de eso doy fe (93).

La RCP sin duda fue excelente, pues nos costó 9.9 euros y tratándose de un vino sobresaliente no se merece menos.

Lo maridamos en dos ocasiones. En la primera con un suculento surtido de embutidos ibéricos y en la segunda con unos gambones plancha en aceite de ajo y naranja. El primer maridaje un escándalo, esa portentosa acidez pedía "caña", embutido y queso curado, delicioso. En el segundo también fue un acierto, la contundencia de nuestro vino estuvo a la altura de los intensos sabores de los gambones, y el ajito y el puntito cítrico le aportó el frescor necesario para ensalzar el conjunto.

Buen vino, del cual desgraciadamente creo que ya no me quedan más botellas. Habrá que comprar alguna que otra añada y guardarla tres añitos al menos para disfrutarla como ésta. Salud-os!!

  1. #1

    Expatriator69

    Fotos:

    • El vino

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    • En la copa

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    • Contraetiqueta

      Contraetiqueta

    • Con el embutido

      Con el embutido

    • Con los gambones

      Con los gambones

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