Dorado, limpio y brillante.
Nariz necesitada de aire. Sin duda comienza bien, con interesantes dosis de cítricos, lichi, melocotón, herbáceos y mineralidad. Sin embargo, dejándola a su aire y con una muñeca cariñosa, nos muestra más cosas: regaliz, balsámicos, plásticos y pimienta.
Boca joven aunque muy placentera, con un paso envolvente y equilibrado. Notable acidez, alcohol contenido, sabores conjuntados y definición. Entrada algo dulce, después notamos un corte. Sensaciones primarias.
Final de intensidad media-alta.
El grand cru Muenchberg es uno de los cincuenta y uno reconocidos en la zona y se asienta sobre suelos arenosos. En este y otros pagos como Altemberg, Mandelberg, Mambourg y por supuesto St. Hune, he notado mayor profundidad que en otros riesling secos alemanes de productores de renombre.