Granate apagado con trazas marrones. Capa media. Limpio y con poco brillo.
Nariz compleja, aunque parece de un vino de mucha más edad. Fruta negra, torrefactos, canela, cardamomo, tapenade, cueros y barrica vieja.
Boca algo caída, ataca bien, pero luego parece que todo se desvanece rápido. Buen abanico aunque sin excesiva tipicidad borgoñona. No parecía Chambolle, podría haber sido Rioja o incluso Ródano.
Final de intensidad media.
Hoy he terminado con la mitad de la botella y es verdad que continuaba igual que ayer. Como ya he comentado, el vino no tenía defectos ni puntas raras. De hecho, si se hubiera tratado de un setenta y pico o incluso de un ochenta y pico me habría gustado mucho, el problema es que con 17 años creo que ha envejecido demasiado rápido y debemos pedir más. No puntúo.
Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.