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Fotos:
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El vino
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Buen corcho
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En la copa
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Contraetiqueta
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Con el queso curado
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Con los bistecs
Puro equilibrio y elegancia riojana.
NOTA DE CATA:
9.28
CALIDAD-PRECIO:
10,0
Tres años después volvemos a descorchar este vino que tanto nos agradó. Abrimos la botella y la dejamos respirar por espacio de 2 horas. El tapón salió sin problemas con el abridor de tijeras. tintado en un 50% de su longitud, largo y muy compacto. Catamos a 18°C:
VISUAL: Muestra un color rojo picota muy brillante, de capa media con un ribete rubí ligeramente anaranjado. De abundante lágrima, esbelta y transparente (87).
OLFATIVA: En nariz presenta deliciosos aromas de fruta en compota, a mermelada de higos y ciruelas pasas. Al agitar se desmelena con toda una variedad de aromas: montebajo, te negro, especiados de nuez moscada, vainilla y laurel, coco, así como apuntes balsámicos de eucalipto y regaliz. También asoman notas terciarias, café en grano, tabaco inglés, cuero curtido y por supuesto madera, roble y duelas envinadas. Espectacular en su complejidad, con los matices bien definidos y con una intensidad media (92).
GUSTATIVA: En boca es toda una experiencia, lácteo, de alta acidez, ligeramente carnoso pero a la vez muy sedoso. Tremendo punch con una amplitud descomunal que rebosa por todo el paladar, muy sabroso, con unos taninos firmes pero muy bien ensamblados, de mucha elegancia. Equilibrio quasi perfecto entre fruta y barrica con un retronasal espectacular en donde nos regala recuerdos de fruta roja madura, canela y regaliz con un final marcadamente amaderado. Persistencia de tres minutos y 10 segundos de absoluto disfrute. Menudo vinazo, con una evolución estupenda desde la última botella hace tres años. Creo que está en todo su clímax, en el momento óptimo de consumo aunque tengo claro que tiene aguante para unos cuantos años más. Puro equilibrio y elegancia riojana. Qué grande esta bodega y qué vinazos se marca, lástima de los precios de sus hermanos mayores (94).
La RCP ya comenté que fue excelente.
MARIDAJE: En la primera ocasión nos lo tomamos con un platito de queso curado de oveja. Siempre es una exquisitez combinar los potentes sabores lácteos de un buen queso con un vino sedoso y tan aromático. En la segunda ocasión acompañó unos deliciosos bistecs de ternera con un salteado de ajetes y trigueros. Espectacular maridaje el de nuestro jugoso bistec, apuntes cárnicos, especiados y amaderados en perfecta simbiosis, armonía absoluta y tremendo disfrute.Un pedazo de vino del cual aún nos queda alguna botella que disfrutar.
Salud-os!!