BoGarT, el vino de Jano, el de las dos caras.

Excelente experiencia en esta mi primer cata virtual y que se produce con un vino surgido de una aventura vinícola original y atractiva.
La botella presenta una etiqueta singular, actual aunque un poco confusa en visualizar el nombre.Contraetiqueta en cambio un poco escueta y demasiado sencilla. Corcho correcto, de buena longitud, sin aromas extraños.
El vino presenta en su fase visual un aspecto límpido, intenso, con capa muy alta, como tinta china, con un ribete morado-azulado, que recuerda a el color de la remolacha. Glicérico, con lagrimas abundantes que tiñen la copa, que dan al vino un aspecto juvenil.
Juventud que parece a copa parada en la nariz, con aromas lácteos y donde las frutas rojas y negras, quizás mas estas ultimas, te golpean en un primer momento con una sensación placentera. ¡¡Apaleados y contentos!!. Agitando, aparecen aromas de especias dulces (canela, clavo), ligeramente a pimienta, de manera sutil a violeta y monte bajo, y acompañando, balsámicos del tipo hierbabuena, regaliz y eucalipto. Parece querer asomar un punto de toffe nada abrumador que anule lo demás. La intensidad aquí no es tan intensa pero si sutil y larga.

En boca confirmamos la particular estructura de este vino. Explosión en la entrada, que decae rápidamente, de esas sensaciones táctiles de los vinos jóvenes, donde el dulzor de la glicerina y el alcohol hace que nos despistemos de la estructura del vino y su trama tánica, que es bastante redonda en este momento. Aunque el vino parece decaer rápidamente, cuando desaparece este guateque juvenil, es ahora cuando aparece su alma oscura con taninos aún vibrantes, ligeramente verdor, con una acidez estupenda que hace mantener la estructura de este vino, que no se si es un cuarentón que se ha sometido a un "lifting" para tener una cara más juvenil, o es un chaval que ha aprendido la sabiduría de perro viejo de algún mentor que lo ha querido acoger a su lado. puede que el tiempo nos ayude a averiguar cual de los dos supuestos es.

Tras beberlo, el vino permanece en nuestro recuerdo, de una manera suave pero perdurable.
Como maridaje en la cata virtual se dijo de todo y me parece que siempre hay que probar distintas combinaciones, pues en la más insospechada surge la sorpresa. Pero me hubiera encantando probar este vino con unos huevos de corral fritos y con unas patatas fritas aromatizadas ligeramente con trufa. ¡¡Quien sabe!!

Por resumir, magnifica experiencia con un buen y singular vino, que como Jano, presenta dos caras y a cada quien, le puede gustar una, otra o las dos.
Por cierto, quien quiera puede sustituir a Jano por Dos Caras de Batman o por el Barón Ashler de Mazinger Z. De pende de la edad de cada uno.

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