Pero el corcho.

Vino encerrado en una botella bordelesa cuyo nº es el 012973, vestido con una etiqueta de diseño sencillo y moderno en la que predomina el blanco. Corcho de baja calidad. Hay que mejorarlo, encuentro más de un tercio del mismo totalmente impregnado de vino.
A la vista me encuentro con un vino de color rojo picota, capa media-alta, limpio y brillante. Buena lágrima que se desliza por la copa con pereza y tintándola. Menisco granatoso y con muy leves notas teja.
En nariz compruebo que es un vino que necesita una buena aireación y así se van descubriendo sus sazonadas frutas rojas y negras del bosque con buena intensidad, notas de su permanencia en barrica, vainilla.
En boca está muy presente el monte bajo, taninos domándose, es un vino con volumen, frutal y carnoso. Se percibe su madera. Licoroso, mineral y balsámico. Con una presente acidez que le dará vida y que invita beber. Correcto paso de boca. Es un vino muy largo. Me da una permanencia de 3,15 minutos. Vino que tiene varios años más de vida pero su corcho de baja calidad no se lo va a permitir.