Seis meses después

O hay mucha variación entre botellas o bien hay mucha variación en mi percepción sensorial (probablemente esto último).

Porque seis meses después abro otra botella y la nariz, que antes reporté como "media", me parece ahora exhuberante y maravillosa. Sigue la fruta negra madura, cuero, sotobosque a tope...

Y en boca continúa meloso y suave, redondo y envolvente. Con retrogusto mineral e incluso recuerdos de carne ahumada.

Dicho todo esto, este 2011 no es el Ultreia Valtuille 2016 o 2019 que he tomado recientemente. No sé si es la cosecha, el tiempo en botella o un cambio en el estilo de vinificación de Raúl Pérez para esta marca. Pero este vino a ciegas me podría llevar a un Saint-Estephe: con más cuerpo y menos mineral y ligero que los Ultreia más recientes. Una gozada en cualquier caso.

Le subo una décima la valoración.

Y lo mejor es que me quedan dos botellas! :)

Recomendado por 1 usuario
  1. #1

    pepecano

    Que difícil es esto del vino. !! Es verdad lo que comentas de comprar varias botellas de la misma marca y encontrar grandes diferencias, dicen que los vinos tienen " momentos", yo diría semanas en los que se cierran y dan muy poco.
    Después se abren y es un vino diferente, como decimos esto es muy difícil.

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