Rojo ladrillo de capa baja con ribete atejado y orla dorada.
Nariz de media intensidad, que recibe con aromas a papel mojado, combinado con fruta roja muy madura. Poco a poco van apareciendo notas de cuero, tabaco, cuadra, cáscara de cacahuetes y matices aceitosos (almazara).
En boca es ligero, levemente acuoso, con buena acidez, mostrando fruta roja sobremadurada y sensaciones de cuero y tabaco, estando los taninos completamente pulidos. Postgusto de mediana duración.
El vino ha empezado ya su declive, pero ofrece todavía algo de juego. Posiblemente las condiciones de conservación no hayan sido las mejores. Fue catado junto a un Marqués del Puerto GR 1985 y un Juan González Muga R. 1985, que tampoco estaban ya en su mejor momento, siendo el que más agradó a todos.
Lástima...
Esta marca era muy grande, pero hay un antes y un después en esta bodega a partir de finales de los 70.
Si puedes hacerte con una botella de 70, 73 o incluso 75 verás la diferencia.
En todo caso, merece la pena catar estos vinos y ver las diferencias, siempre que el precio no sea prohibitivo, que en estas añadas de los 80 no suele ser el caso.
Saludos
Y eso que el Marqués del Romeral era una de las marcas más prestigiosas de AGE, como el resto de vinos procedentes de Bodegas Félix Azpilicueta. De estos ochenteros lo que he probado es correcto pero lejos de emocionar. Inténtalo con los viejos Azpilicueta GR que eran vinos de mucho peso.
Un abrazo y feliz año!!!!
Últimamente estamos probando bastantes vinos de los 80, muchos procedentes de un resturante que cerró hace ya unos cuantos años y que le regalaron a un amigo, que las ha mantenido en su casa sin ningún cuidado especial. Esta botella de Marqués de Romeral tiene ese origen, con lo cual casi hay que estar contentos de que el vino estuviera bebible. Hemos abierto bastantes cosas y excepto un Murrieta del 89 y un Estola del 81, que se fueron por el fregadero, el resto estaba en buen estado, eso sí, la mayoría son una sombra de lo que llegan a ser sus hermanos de décadas anteriores. Aún así, encontramos un Ardanza del 87 que estaba fabuloso. Un saludo.
Lo que dices de los ochenteros también me parece a mi. El otro día, sin ir más lejos, tomé con Kintiman un Viña Albina Gran Reserva 81 que no nos dijo nada, y unos días antes un Carlos Serres GR 87 que tampoco. Ya sabemos que hay excepciones, como los Viña Real, pero la mayoría no pasan de correctos. Aún así abrir una botella de estos treintañeros me sigue pareciendo una experiencia emocionante, pues no sabes a ciencia cierta que te vas a encontrar. Por otro lado, en mi opinión, estos vinos que calificamos de correctos son infinitamente más placenteros que muchos de los que se producen hoy día, algunos de los cuales son de una pesadez que cuesta acabar la botella.
Cuanta razón tienes....
Es raro lo del Albina del 81, es una marca que da mucho juego y ese año falla raramente en estos vinos, quizá fuera esa botella
Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.
