Tres meses después.

Disfruto de otra botella, y es que no puedo resistir el verlas a mi lado durante las 24 horas del día.

Ha evolucionado "un pelin", pero es que a mi me gusta en el estado en que se encuentra el vino ahora, aunque soy plenamente consciente que mejorará bastante con el tiempo en botella.

Todas las sensaciones siguen siendo las mismas, solo indicar que la boca está más equilibrada y hay menos cítrico.