Vino sincero y bueno.

Color rojo cereza de capa alta. Nariz de buena intensidad que traslada levemente en un primer plano matices vegetales - balsámicos muy elegantes y que dejan paso enseguida a una serie primaria que recuerda a los frutillos silvestres ( bayas, moras, frambuesas y casisis ) con un fondo de caramelo de fresa. También hay matices terrosos, minerales y un final ligeramente ahumado/ tostado que tiende a confundirse con los aromas vegetales y de hojarasca. En boca es muy rico, elegante, con una acidez que refresca el paso y realza a la fruta roja, que tiene unos taninos presentes pero de buena calidad frutal. Retronasal de buena intensidad. Un excelente ejemplo de un Ribera del Duero de finca que se ha adaptado un poco pero sin perder el carácter de la bodega y la zona, demostrando como el uso de la barrica americana también tiene su lugar en los vinos de primer nivel. Le auguro una considerable mejoría en botella durante los próximos 10 años, ganará en complejidad y riqueza de aromas terciarios. Vino sincero y bueno.