Ejemplo de la evolución en botella de los Prioratos de añadas antiguas.

Rojo cereza de capa alta con pequeño ribete teja. Nariz de perfil mediterráneo donde se perciben las frutillas del bosque con especial presencia de grosellas y frambuesas. Hay aromas de monte bajo, hierbas aromáticas, pastel de fruta horneándose, especiados y tostados. Al final aparece una ligera sensación de aroma de campo de cereal después de haber llovido. En boca es rico, placentero, con cierta presencia de la fruta con hueso madurita que le da volumen pero a la vez frescura gracias a una buena acidez. En la evolución se nota la crianza botella condensado las sensaciones ( al estilo de los Oportos ) y sabores torrefactos, aunque el corazón de fruta fresca siempre se mantiene. Posgusto levemente amargoso y quizás con recuerdo medicinal ( Oraldine ). El vino se mantiene muy bien, está rico, fresco y es un claro ejemplo de la evolución en botella de los Prioratos de añadas antiguas. No sé si esto se puede extrapolar a la actualidad, ya que ni las elaboraciones ni el clima son los mismos, empezando por la graduación alcohólica y la madurez de la uva. A ver si pruebo el Clos Martinet antiguo que tengo, ya que en teoría debe de estar mejor. A la media hora de decantación el vino pierde cualidades, por lo que las próximas botellas solo hay que abrirlas y darles un poco de tiempo.

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