Se presenta con un bonito amarillo pajizo con destellos dorados, limpio y brillante.
En nariz empieza cerrado necesitando un poco de aire y temperatura para expresarse. Notas de mantequilla, frutos secos tostados, fruta madura de hueso, cítricos, bollería, hierbas aromáticas y trazas minerales.
En boca entra con volumen, untuoso, alcohol bien integrado, fresco, final largo amargoso intenso dejando recuerdos de fruta madura y tostados.
Lo tomé hace un par de semanas en un restaurante de Logroño y admito que no pude dedicarle el tiempo necesario. Desde luego es un vino sorprendente, pero no acabó de encajarme. Lo encontré algo cerrado en nariz, y con predominio de aromas a levaduras que apenas dejaban aparecer nada más. En boca me llamó la atención su frescura, elevada acidez y un contrapunto bastante goloso. A ver si pillo otra botella y puedo disfrutar con ella.
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