Barroco y opulento pero sin perder nervio

Dorado intenso limpio y brillante, burbuja media y abundante.
Buena intensidad en nariz, complejo y de corte oxidativo. Notas de flor seca, frutas de hueso bien maduras, finos ahumados y cítricos en confitura. Con más aire van surgiendo las trazas minerales y especiadas, los balsámicos, los frutos secos y el café en grano, formando una paleta aromática potente y compleja.
En boca nos muestra más el estilo de la casa, fuerza y opulencia sin renunciar a la frescura. Vertebrado por una gran acidez y de paso firme y consistente, muy vínico en sus formas, cremoso y con una excelente integración carbónica, deja sensaciones de frutos secos, fruta amarga y ahumados en el final, con una buena persistencia.
La añada 2000 fue algo más cálida en Champagne y se nota en este vino, de corte más amplio y maduro, más barroco pero con toda la fuerza que esperamos de los vinos de este legendario productor, aun así nos ha parecido lejano en nivel a otros Vintage de la casa como 95 o 96. Muy bueno pero no grande. Unos 180 euros.

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