Agradable de ver y de beber

La verdad es que Habitat es llamativo desde el principio por su preciosa capa media/alta de color picota, menisco amoratado y con lágrima fina y ligeramente tintada. No puede ser menos con dos castas con tanto aporte cromático.
Pero lo más interesante llega en la fase olfativa ya que, desde mi punto de vista, es un vino directo, aunque no por ello sencillo, pero cuyas notas impactan en las papilas olfativas: fruta, mucha fruta negra; balsámicos protagonizados por las notas limpias de regaliz, y mineral.
Si a eso le añadimos unas sutiles notas de ligeros verdores iniciales, que no molestan, sino que ahondan más en su frescura, y unos apuntes de salazón y ahumados -no se por qué me salen casi siempre con la syrah- conjuntados por notas florales hacen al vino muy difrutable.
En boca es un vino muy agradable de beber, con una buena acidez que equilibra el alcohol, porque no olvidemos que el vino está en 14% vol., y evita que se haga pesado.
Me ha gustado y lo mejor de todo, es que he disfrutado con este vino.