Diez días después.

Otra botella degustada, de momento el proveedor se ha quedado sin existencias, parece ser que los "peñines" portugueses han otrogado a este vino una puntuación bastante buena y eso lo ha hecho casi desaparecer del mercado.

El espumoso, como comenté hace un mes, va evolucionando favorablemente, bastante rápido.

La nariz aunque es fresca y cítrica, también tiene frutas, pastelería y vainilla.

La boca muy fresca y frutal, el paso de boca es cada vez más agradable y redondeado, el carbónico casi perfectamente integrado y todo casi ensamblado, el final es largo y con buena persistencia.

Bastante rico, como ya ha quedado dicho y con muy buen futuro.

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