PX de marcada originalidad

Caoba oscuro con destellos yodados.

Media intensidad en nariz donde destaca su enorme complejidad con múltiples registros. Comienza con un amalgama de especias, canela, jengibre, un espectáculo aromático que se completa con tonos yodados, higos, confitura de chocolate, ciruelas pasas, recuerdos balsámicos, incienso, caja de puros. Nariz realmente conmovedora y casi única en su género.

En boca sorprende por su redondez y amabilidad aun teniendo en cuenta su edad, es concentrado pero lo justo y su paso es limpio y armónico dejando un grato recuerdo en el final donde vuelven esos aromas de cacao, especias y balsámicos, con un dulzor presente pero perfectamente integrado. Larga persistencia.

Un vino que saltó a la fama por ser uno de los tres de Andalucía Occidental puntuados por Luis Gutiérrez para el WA con 100 puntos, siendo los otros dos el Palo Cortado Reliquia de Barbadillo y el Moscatel Toneles. Nuestra opinión es que, siendo un vino extraordinario, está algo por detrás de estos dos monstruos en calidad e incluso no es el mejor PX montillano, a nosotros nos gusta más el Alvear Solera 1830 y sobre todo el Pérez Barquero Solera Fundacional 1905, aun así hablamos de un PX muy distinto a todo y con el sello de la casa, sobre todo una nariz formidable. Con los cienes y el precio ya se sabe…unos 200 euros.