Hoy fiesta patronal de la Capital del Hojaldre, Torrelavega, he decicido abrir uno de los grandes vinos de Portugal. Dos años han pasado desde la última botella bebida de este gran vino portugués. ¿Qué me he encontrado?.
Botella abierta con sacacorchos de láminas. No había hecho falta, pero por si acaso......Esté en buen estado, con la cara que está en contacto con el vino muy tintada. Continua elástico. Es de gran calidad.
A la vista mantiene su capa alta, con una gruesa, abundante y lenta lágrima en su deslizamiento por el cáliz de la copa. Ribete granatoso y con débiles notas teja. Limpio y brillante. Aconsejo decantarlo pues tiene precipitación en el fondo de la botella.
En nariz maduras frutas negras y rojas del bosque en sazón pero sin llegar a pasificación. Mineralidad, ligero cacao y con la madera de su crianza integrada y sin sobresalir. Notas de pimienta negra y balsámicas.
En boca está muy elegante, sedoso, equilibrado, fino, con un volumen medio, la madera integrada y sin destacar. Taninos domados y manteniendo una fresca acidez que le mantendrá con vida 4-5 años. Lo comprobaré. Me quedan botellas. Débiles aromas terciarios. Muchos menos que la botella anterior. La encuentro con mucha más vida. Muy grato, elegante y sedoso paso de boca. Es un vino muy largo. Me da una permanencia de 3,45 minutos.
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