Para disfrutar haciéndose algunas preguntas...

Es un vino sencillo y claro. Lo cual me gusta. Es equilibrado, diría más, tiene una sabia mezcla entre el dulzor de la Bobal y la seriedad de la Cabernet Sauvignon. Perfectamente hecho, predecible y sincero, por lo tanto perfecto.
Es frutal, fresco, desenfadado. Convergen en el dos mundos aparentemente dispares, que van desde un jovial niño, atrevido y algo descarado, con otro que es quizás serio y con carácter. Lo que me ha gustado es que hay sintonía, no tenemos porque romper en dos, puedes tener ideales y carácter.

Escribí esta nota el 12 de Marzo, el pasado día 20 de Julio escribí esto:

Aroma intenso, frutos silvestres de cierta madurez, tramas golosas, emparentadas con frutos rojos y a una golosina, como a un regaliz rojo.
En el conjunto es fresco y recuerda la fruta fresca, confitura de ciruela, hollejo macerado.

En la boca el vino es potente, idénticos valores aromáticos y dulzosos, con buena acidez y estructura, muy grato, fácil de beber. Excelente textura y expresión frutal, cierta frescura balsámica, toques tostados, terrosos, cierta rusticidad. Agradable.

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