Color amarillo pálido con destellos acerados y verdosos. Limpio y brillante.
Nariz de media intensidad y complejidad, en la que encuentro cítricos, manzana verde, heno...
En boca se me ha quedado corto,no sé esperaba más amargor, algún toque salino... y no lo he encontrado. Algo anodino, no está malo, ni mucho menos, pero le quería ver yo algo más a este reconocido valdeorras...
Vino encerrado en una botella borgoñona y vestido con una sencilla etiqueta pero de diseño moderno en la que predominan el blanco y el negro.
A la vista se manifiesta limpio, brillante, de color amarillo pálido, casi acerado y con algunas notas verdosas. Buena y densa lágrima que se desliza con cansina lentitud por la copa.
En nariz abundante fruta fresca de hueso, flores blancas, notas cítricas y algún resto de sulfurosos, pero sin hacerse penalizar.
En boca está fresco, elegante, madera casi imperceptible y muy bién integrada, con volumen, elegante y viva acidez que te invita a beber. Buén y largo paso de boca. Me dá una permanencia de 2,45 minutos.
Es de destacar que en la etiqueta indican la fecha de su embotellado, en este caso 8 de marzo del 2013. Se agradece la información.
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