Decoración, camareros, uniformes, ambientación y público en general,todo ello "FASHION". Carta algo estándard para mi gusto, con pocas propuestas atrevidas. Todo está muy en la línea de restaurantes como L'Olive o L'Oliana de hace al menos 10 años (no se si pertenecen a alguno de sus grupos). El resultado debo calificarlo como NOTABLE ya que la ejecución de todos los platos fue más que correcta. Carta de vinos espectacular, con muy buenas referencias de varias D.O. Nos decidimos por un Montsant L'Argatá 2005 que estaba a su temperatura perfecta y que fué bien servido en cristalería no estándar. La relación calidad precio de la comida la califico como EXCELENTE, si bien el precio del vino me pareció excesivo (25 €) equivalente a bodega X 2. Postres correctos también con propuesta de chupito (excelente vino de naranja maridando con un volcan de chocolate negro)y como final dos maltas CAOLILA 12 años que no fueron servidos en su copa adecuada. Considero muy recomendable su visita.

Restaurant espaiós amb bon servei, però un pèl sorollós.
El menjar amb poca inventiva però bons ingredients i ben preparats.
Un milfulls d’ou ferrat amb foie boníssim, filet al vi amb ceba caramelitzada,...
La carta de vins és senzillament espectacular pel què fa a referències, regular quant a preus (botiga x 2). El servei a bona temperatura, encara que s’agraïrien copes més adeqüades i no haver-les de demanar expressament.
Per menjar sobre 40€ per cap + vi amb bons ingredients i molt vi per escollir.

Buen restaurante, y aun mejor su carta de vinos. El subterráneo tiene su encanto, mesas bien repartidas y carta compensada. La cocina se basa en buena materia prima. Cocina de mercado. En cuanto al vino: Pedimos un Emilio Rojo (que difícil es encontrarlo) a 32eur. (si te gusta no te importa pagar el doble), y cuatro platos para compartir (buenos los chipirones con garbanzos). Para acompañar un correcto tiramisú, pedimos el Chivite colección 125 (25.70eur.). Ambos vinos servidos en tempetura perfecta y con buenas copas. 132eur. dos personas. Puedes pasarte horas revisando la carta de vinos. Merece la pena ir.

Interesante restaurante con una de las cartas mas extensas de Barcelona, calculo que deben tener algo así como 400 referencias, entre ellas, todos los grandes vinos nacionales e internacionales como La Tâche, Petrus, Château Lafitte, etc, etc.
Aunque los vinos están un pelin pasados de precio, la relación calidad precio final, es mas que correcta. Carta no muy extensa pero con sugerencias que cambian a menudo, trato profesional y amable pero sin compadreos.
En la planta inferior, se encuentra el comedor de fumadores, tal como comenta Tomas-Baiget, la limpieza de ambiente es total, nada de olores y nada de humos.
Puntos de cocción perfectos, uno de los mejores solomillos al vino tinto que he comido, en este caso acompañado con cebolla confitada, muy bueno, aunque el steak tartar, no lo preparan delante del comensal y no esta picado a cuchillo, según mi esposa que fue quien lo comió, estaba realmente exquisito.
Precio aproximado 45€ por persona sin vino.
Volveré

Soy cliente y vecino de La Clara, y he podido comprobar la gran profesionalidad (y simpatía) de su gente. Creo que los detalles "secundarios" también hay que tenerlos en cuenta:
Reciclan todos los materiales (vidrio, envoltorios), friegan la acera diariamente con lejía, tienen unas instalaciones de aire acondicionado y ventilación impecables (en el restaurante jamás huele a cocina)--aunque yo oigo el zumbido de sus ventiladores desde casa :-(
Puedes comer cualquier frito sin peligro: cambian 300 litros de aceite cada 2 días (bueno, esa cantidad me dijeron, pero lo de la buena digestión lo he comprobado muchas veces). La limpieza es extrema.
La comida es excelente. Todos los platos causan sorpresa por su excelente sabor.
Se agradecen los tintos servidos a 18ºC.
He llevado muchas visitas a La Clara y siempre hemos salido satisfechos. Mi única queja fueron unos langostinos poco hechos.
Lo de las grandes pantallas de TV a mí también me chocó y se lo dije, pero es porque la parte superior la consideran "bar" (aunque como siempre se llena, una de las alas acaba siendo siempre restaurante). Por cierto, esa ala es ideal para grupos de hasta 30 personas, que pueden tener así una zona aislada para ellas solas.

En mi opinión un restaurante con una buena relación calidad-precio, con una extensísima bodega y un servicio joven,eficaz y al mismo tiempo familiar.El local es de diseño moderno en un entorno de pìedra antigua.Un poco ruidoso aunque ciertamente habia mucha gente..La verdad es que no tardaré en volver...

Visitamos en el dia de nuestro santo y invitados por el Sr. Miranda este controvertido (por los comentarios de esta sección) restaurante. Veamos, en caso de ir es obligado reservar en la zona de abajo. Tiene cierto encanto, como si fuera una cava. Carta de vinos ingente con abundantes referencias. Copas y temperatura mas que adecuadas. La carta tiene platos interesantes pero digamos que el nivel es correcto, sin más. Me ha recordado mucho al estilo de cocina del Tenorio (grupo Cacheiro). El conjunto es correcto y con una buena RCP. Para un dinar de familia es mas que adecuado. Pero si buscamos genialidades o que nos llenen los sentidos culinariamente tenemos que ir a otros lugares (con otros precios). Es una buena alternativa que tengo cerca de casa. Repetire para una comida agradable en familia.

Horroroso restaurante donde los haya. El comedor tiene dos versiones, planta sótano con una acústica que puede hacerte perder los nervios y planta primera donde la decoración se centra en una televisión gigante que no ayuda mucho a degustar los platos. Éstos son muy flojos por no decir lamentables en algunos casos.
Para no volver

He visitado este restaurante en varias ocasiones, con mi pareja, amigos, familiares, y estoy algo indignada por los comentarios que en esta página se ofrecen a resaltar el resto de los usuarios, ya que tanto a mi como al resto de gente con la que he ido, nos parece un lugar ejemplar.
El servicio es excelente, la comida considero que es de calidad alta, esquisita y muy de acorde con calidad/precio, muy asequible. La carta de vinos..... no se merece comentar ya que la bodega es de lo más amplia, y lo sirven a la temperatura correcta, pueden degustar vinos de todas clases. Y los postres.... fantasticos¡
Respecto al lugar, está emplazado en un buen sitio de la ciudad, con un bonito y encantador diseño.
Creo que no se merece ninguna mala crítica, y quien quiera degustar una buena comida y/o cena ya sea acompañado o no, desde luego que se lo recomiendo.

Estuve ayer tomando unas tapas en este local (craso error) el servicio correcto la comida de calidad media y mal ejecutada no acompaña para nada a los precios el local(el precio pagado por los alimentos degustados no se justifican por ningun lado) quiza lo mejor dejando aparte la entrada que parece un bar carajillero, no se que han intentado hacer en este local pero no encuentro logico que tengan en su carta botellas de pingus,ermita y luego la comida sea media con destellos de mediocridad lo unico quiza salvable de la quema es el servicio.