Paseando por el hermoso barrio judío de Girona buscábamos lugar para comer, y no tenia que ser el primer sitio que viéramos sino que requería de una minuciosa inspección ocular ya que necesitábamos curar esas pequeñas heridas del dia anterior, esta claro que no podía ser un sitio “cualquiera”. Mientras andábamos el detector vinícola de Mara localizo un lugar en donde se veía un buen grueso de gente tomando vino en una terraza. Allá fuimos raudos y veloces ;-) Una vez sentados nos tomamos nuestro tiempo para decidir que tomar. La carta tapas que había en el exterior nos atraía, pero no fue eso lo que nos sorprendió, sino la interesante oferta de vinos por copas que había, y no precisamente por su amplitud sino por su selección. En el interior quien parecía ser el responsable del local estaba cumplimentando en una pizarra los vinos que iban a ofrecer. Nos llaman a atención varios, pero para abrir boca pedimos un Els Bassotets y un Piélago, y como acompañamiento unas ricas patatas bravas. Entablamos una breve conversación con el personal que nos atiende y les comentamos lo que a nosotros nos parece una notable selección. El muchacho con total simpatía nos indica: “El propietario es uno de los mejores sumilleres del país y ganador de varios eventos”, en referente a la carta de vinos disponemos de 350 referencias. Sorprendidos nos miramos y le solicitamos la carta de vinos asi como saludar a ese afamado sumiller llamado Roger Viusa. En ese instante casi al unísono decimos: Aquí nos quedamos a comer!!! Mientras, en plena charla decidiendo si comíamos en la terraza o en el interior tomamos otro par de vinos a su elección, tratándose esta vez de un Tres Uves y un Les Enfants Sauvages Cool Moon.

Ya dentro, nos empapamos de fotos, detalles, objetos, que hacen de ese Bistro un lugar muy acogedor. La distancia no es muy amplia pero si suficiente, quizás cojea la acústica pero dado que estaba a un 25 % de capacidad no tuvimos mayor problema para "interactuar" ;-)

El menú incluye tres platos, postre y una copa de vino a un precio de 23,50 € I/I.

- Coca de escallibada con aceituna negra
- Carpaccio de magret de pato con manzana y piñones

- Salteado de verduras con albahaca
- Revuelto de huevos con butifarra negra

- Bonito al ajoarriero
- Codillo de cerdo con patatas confitadas

Postre:

- Magdalenas de chocolate

Para finalizar una magnifica tabla de quesos catalanes y franceses

(2) cafés

Todos los platos notables, muy buen trabajo de la materia prima, buena cocción, textura y magnifico sabor. Resaltar todos y ninguno porque estuvo todo muy equilibrado.

Bodega:

- Fontanasanta Nosiola 2009 de Bodega Foradori

Un grandioso blanco Italiano de la Región de Trentino-Alto Adige.

Que gran descubrimiento. Pasamos un rato maravilloso, disfrutamos de los vinos, de la cercanía del personal y de su buen saber hacer. Nos sentimos como en casa ;-)

* Precio con vino

Local ya perfectamente definido por nuestra compañera Ada. En la noche anterior a su visita cenamos sentados en la terraza cuatro personas, que evidentemente, también andábamos por allá con motivo al encuentro de primavera de Peña Gastronómica los Restauranteros.

A las vista de la ya comentada pizarra que van cambiando de lugar, para que los comensales puedan ver de cerca, nos decidimos en plan compartir, por:

Croquetas de carne

Brandada de bacalao.

Surtido de embutidos de la zona.

Alcachofas fritas.

Ensalada de habitas.

Acompañado de cocas de pan con tomate y unos panecillos especiales para la brandada.

Todo bien presentado y con un buen ritmo entre unos platos y otros.

En cuanto a lo comido todo a muy buen nivel, pudiendo destacar las alcachofas y sobre ellas los embutidos.

De hecho repetimos una segunda ración de los mismos, que era generosa en cantidad y con un precio comedido (15 euros).

Respecto al servicio del vino, carta muy interesante, con el responsable de las misma aconsejándonos acertadamente, nos decidimos por L`Oratori Marti Fabra y Marti Fabra V V.

Cambio de copas y buen servicio. Problemas con una botella que se cambio sin ningún miramiento extraño.

Lo comentado más agua ascendió aun total de 108 euros, por tanto a 27 euros por comensal.

Comentario:

Esa noche deambulando por la zona de donde estimábamos que existían lugares para cenar, miramos algún lugar que nos sonaba de nombre y que no nos agradaron o al menos no eran de nuestra idea y encontramos este, del que no teníamos referencia y sin mirar la red, nos pareció muy enterante y allí cenamos, saliendo contentos.

Por lo visto nuestros compañeros cenaron en el local al día siguiente sin haber comentado entre nosotros previamente y según su comentario también les gusto.

Y al tercer día, ya con las experiencias previas, cenamos todo el grupo en la terraza también y mi sensación, es que nos volvió a agradar a todos.

Por tanto lugar que se puede recomendar, tanto por cocina, ambiente, servicio y vinos.

En nuestra visita a Girona y la noche previa al II Encuentro de La Peña Los Restauranteros, decidimos picar algo en este local dadas las buenas referencias y la posibilidad de cenar raciones.

Viernes noche, local a tope y algún sitio libre en los taburetes de la barra, y como nos gusta una barra más que a un niño un caramelo... pues allí nos acomodamos.

En grandes pizarras las opciones a elegir y como no había mucha hambre nos decantamos por:

~ Croquetas de asado de carne. De pequeño tamaño pero de interior consistente. Buena cobertura y gran presencia de la sabrosa carne. Muy buenas!

~ Embutidos de Can Vilarrasa. Media ración de embutidos variados de la zona recién cortados ante nuestra curiosa mirada. A nosotros nos gusta la charcutería y siempre nos apetece. Acompañados de un crujiente pan algo horneado con tomate y aceite de oliva. Estupendos!

~ Brandada de bacalao con miel y piñones. Muy suave, más fina de lo habitual, con un agradable contraste dulce-salado y un toque especiado por las semillas de amapola. Además, unas tostas de corte muy fino, crujientes y con patente presencia de sésamo que acompañaron muy bien.

Para beber unas cañas de Radeberger bien frías y refrescantes.

Postre no tomamos, pero a Fer le apetecía un vino dulce y tomamos un riesling Maximin Grünhäuser que resultó un buen colofón.

Vajilla moderna en color blanco, copas y demás correctas y servilletas desechables sin necesidad de ningún tipo de mantel.

El local, aunque no es muy grande, está bien aprovechado y resulta acogedor. En mi opinión, se respiraba un ambiente de complicidad y disfrute protagonizado mayormente por los vecinos de la zona.

Servicio joven, ágil y correcto.

Curiosamente, el sábado noche acabamos toda La Peña de nuevo en este restaurante, esta vez acomodados en las mesas de la terraza.

En resumen, buena opción para una cena informal y unas risas, con productos de la tierra y amplia oferta de vinos.

Después de una comida de 7 horas en El Celler de Can Roca y de haber tomado un par de copas después, parece masoquismo puro pensar en cenar por ahí, pero lo cierto es que teníamos ganas de conocer esta vinoteca, tras la que está entre otros el gran Carlos Orta. Al frente del negocio se encuentra Roger Viusá, uno de los mejores sumilleres de Cataluña y formado en la escuela del Celler.

El local es sencillo y atractivo, con ese toque rústico y elegante tan habitual en el centro histórico de Gerona, eran ya algo más de las 23 horas y estaba prácticamente lleno, tan solo una mesa vacía. Nos quedamos en barra, hablamos con Roger y nos puso tres copas de vinos blancos de diversas procedencias (Francia, Italia y Alemania) . La carta de raciones está escrita en una pizarra y se trata de platos típicos de la zona (embutidos, escudella, calçots, canelones de pato, etc) . Pedimos una picadita de anchoas de L’Escala con pan tomaca, deliciosas las anchoas, unas alcachofitas en témpura que eran puro vicio y para terminar mi mujer pidió media tabla de quesos catalanes y franceses. No tomamos postres.

Echamos un vistazo a la carta de vinos y lo cierto es que resulta muy completa con un importante número de referencias de muy buena calidad, ahondando en productores pequeños y escogidos y con un apartado especial de los llamados “vinos naturales” tan de moda en la actualidad, con botellas de baja producción y complicadas de encontrar. Además la pizarra de vinos por copas resultaba igualmente muy completa. Los precios de la carta muy variables, algunos vinos algo caros y otros verdaderos chollos, como siempre hay que gastar un tiempo en leerla y actuar en consecuencia.

Pues lo cierto es que esta vinoteca tiene muy buena pinta, cocina de raciones casera y con raíces, basada en producto local y una carta de vinos muy atractiva con todo tipo de productores y vinos de marcada originalidad, simplemente nos tenemos que dejar caer sin haber pasado antes por la casa de los hermanos Roca, porque si no poco más podemos hacer. En cualquier caso, un lujo este local en la capital gerundense y más que recomendable para los buenos amantes del vino.

Visita recomendad por un buen amigo... y no defraudó.

Primero en la barra tomando una aceitunas "el xillu" de l'Escala, unos quesos de Girona (excelentes) i finalment unos pinchos con guindillas. Todo de gran calidad. Trato excelente, y hasta pudimos consultar la carta de vinos de Roger Viusà! Unas cervezas Moska torrada para el aperitivo nos vinieron de lujo...

La comida... buen nivel... nos dejamos guiar por el mismo Roger Viusà. Le dejamos a su libre elección la comida y la bebia quien mejor después de ser el segundo mejor sommelier del mundo y haber trabajado en Moo i Celler de Can Roca.

La comida la acompañamos con vinos naturales, no recuerdo lo nombres uno era de Bourgogne, otro era de Rhone y otro era un Beaujoulais. Roger siempre sorprende... no me acordé de hacer foto ni apuntar... estabamos demasiado oscuros.

· Habas con bacalao (ensalada de habas con bacalao crudo)
· Huevo frito con garbanzos (huevo frito, senzillo, con puré humus de garbanzos... riquisimo)
· Presa ibèrica
· Carrillera de ternera con setas (de excelente y lujoso sabor!)
· Flan con mousse de nata
· Crema catalana (buena aunque he probado de mucho mejores.

Para volver otra y muchas veces y disfrutar de su compañía. Cerca esta Nu de Massana también muy recomendable.

Casualidades de la vida.Paseando por Girona,buscamos un sitio para comer y sin quererlo entramos en un "Indispensable"para los apasionados del vino.
Rstaurante-Bar,situado enfrente del Ayuntamiento de Girona,con aire de Bistrot del barrio judio de Paris.
Ofrece una seleccion de vinos por copas fantastica.La carta de vinos es un espectaculo.Nos quedamos sorprendidos(Chapagne se Selosse,Prevost Agrapart,Peters,....De entrada felicitamos al "encargado" por la calidad de la carta y sus precios ajustadisimos.
Comenzamos la comida con platos para picar(excelentes)croquetas,canalones de magret,escalivada,...Poco a poco entendimos el secreto de este Wine-Bar.Su dueño es Carles Orta del Villa Mas(corazon de la Borgoña en Europa)y el "encargado-dueño" en el Restaurante era "Roger Viusa"somelier de gran prestigio,formado entre otros lugares en el Celler de Can Roca con el Maestro Josep.
En fin,un lugar ineludible para los enofilos.Gran RCP.