Esta tarde queríamos llegarnos a Grau de Palafrugell para comprar una botellitas y decidimos comer en un restaurante de la zona.
Animado por los buenos comentarios decido reservar en el Casamar de Llafranc a través de Verema, pero en ese momento la Web está en reformas por lo que realizo la llamada telefónicamente comentando que llamo de parte de Verema y el problema de la Web, a lo que me contestaron más o menos que solo admitían reservas de Verema si esta se lo confirmaba por mail, por la manera de decirlo ya estuve en un tris de anular la reserva.
Pedimos el menú degustación, buen producto y precio correcto.
Como dice el anterior comentario servicio correcto, pero muy frío y muy y muy distante.
Al pedir la cuenta y simplemente para confirmar mi presentimiento, ya que primero que era tarde y además tenia que conducir, les pregunté por su oferta en Verema, la Invitación a su especial "gin tonic de otoño" y me responde que como no se ha hecho la reserva por la web, bla… bla.. bla.. seguimos con lo de correcto, pero muy frío y muy distante.
Al ver que no me quedaba muy convencido de sus explicaciones me ofrece el famoso GT, o bien descontarnos los cafés, cosa que le agradecemos en el alma que no aceptamos.
Como dicen por aquí, “on no hi ha no raja”

un restaurante de hotel en zona superturística y por poco habitual no menos real, un lugar de calidad.
platos creativos, cocina de autor pero fàcil de disfrutar (sin manuales de instrucciones de cómo comer y sin extravagancias poco útiles).
entorno agradable, algo ruidoso si, como es habitual, coincides con grupos.
presentación cuidada con diversidad de formatos y maneras.

servicio correcto pero lejano y distante, rallando quizás esa actitud de "enojo constante" como si cierta alegría pudiese ser malinterpretada o desmereciese la gastronomía.

estabamos en la playa y decidimos ir a comer a este lugar habiendo visto las opiniones. tengo que decir que comimos un menu degustacion sobre los 50 euros sin bebida pero que estuvo mas que bien por este precio ,tanto en calidad ,cocciones ,textura etc,el servicio de vino correcto-normal tomamos un martin fabra vinyes velles 2006 perfecto. el servicio fue correcto aunque me daban la sensacion de... no todos. resumiendo es de los de repetir

Restaurante enclavado en el hotel del mismo nombre con una cuidada puesta en escena y un entorno relajante que te prepara para disfrutar de una buena comida. El servicio es correcto pero lo mejor sin duda es la comida que ofrecen. De primero tomamos unos raviolis de foie y melon con crispies de limón excelentes y salmón&salmón (unos tacos gruesos de salmon ahumado con salsa tártara -quizás un poco resecos pero muy sabrosos-).
Pero lo mejor estaba por llegar: Un steak tartar con mostazas del mundo excepcional, de los mejores que he provado, y un parmentier de bogavante increible! Sin duda un plato este último memorable! El parmentier se fundía con el jugo del bogavante que estava en un punto sublime de cocción.
La carta de vinos es correcta, con alguna sopresa agradable en el apartado de borgoñas. El servicio del vino mejorable. Creo que el camarero que nos atendió no tenía muy claro el producto que vendía. Tomamos un Guitian Godello 2007 que aguantó el tipo muy dignamente.
No tomamos postres. Buenos cafés. En resumen, unos de los mejores restaurantes del baix empordà.
Repetiremos siempre que nos encontremos por esos lares.

Renovación en interiorismo, aprovechando el espacio y las tendéncias más innovadoras. Gana en sensaciones de color y relajación: blanco para el mar y colores oscuros de calidez. Carta en constante evolución y vinos mejorados, cumpliendo siempre con la voluntad de ofrecer la mejor calidad al mejor precio. La inspiración de Quim Casellas hace que no sea necesario echar una ojeada a la carta. Entrar en este restaurante es haber merecido ya un trocito de cielo. Enhorabuena.

Hace años que pernoctamos unas noches al año en el hotel casamar, pero hacia lo menos 7 u 8 que no comiamos en su restaurante, y eso que la ultima experiencia fue mas que convincente, pero generalmente no solemos comer en el hotel quenos hospedamos, no por nada, sino por recorrer mas el entorno y no limitarnos tanto . Pero esta vez me decidi por volver a apostar por la cocina del casamar y...quedamos mas que satisfechos. Ya en si, poder cenar contemplando la bahia de Llafranch es algo que no tiene precio, pero encima degustando los platos que prepara el joven chef es algo que se tarda en olvidar. Perfectos los entrantes y los segundos, pescado de costa (esta vez era pargo) el solomillo de ternera, o el canelon de puerros con cigalas. Una relación calidad precio mas que aceptable y ya digo, un entorno que hizo que la cena fuera inolvidable. Vino, tomamos un campillo del 2002 (aunque en la carta ponía 2001) en copas aceptables, creo que a 17 euros la botella. Para volver.

El local ha estat redecorat amb molt gust donant-hi un toc modern molt elegant.
El menjar continua estant a una gran altura... vaig tastar-hi un dels millors tàrtars de la meva vida. Carta més aviat curta i no hi ha menú degustació, encara que en marxar ens van informar que si es demana en fer la reserva per telèfon, ens en poden preparar un. Crec qua això hauria de millorar i incloure un (o dos) menús degustació a la carta.
La carta de vins extensa, variada, ben seleccionada i a uns preus més que correctes. Copes Riedel i decantadors. Amb el nou interiorisme, han creat una cambra-bodega que manté tots els vins en perfectes condicions.
En resum, una de les millors opcions de la costa brava, que es va renovant i amb una bona RCP.

Gran Restaurante, unas vistas maravillosas, y que decir de la capacidad de este joven chef y todo su equipo, inpresionante! y viendo la playa de llafranc con la RCP que hay, mas no puedo pedir! continuad asi y felicidades por el bib gourmand.

Fantastica ubicación del local, uno de los mejores restaurantes de la costa brava por su relacion calidad precio, carta tradicional en base muy bien elaborada con toques de fusión y actualidad, producto de màxima calidad por su precio, carta de vinos x2. Excelente restaurante, esperamos que vengan de vacaciones para poder ver las reformas que han hecho y las novedades que nos traeran.

Pequeño y precioso restaurante ubicado en pequeño hotel familiar de Llafranc con vistas estupendas y que sorprende por su cocina muy correcta y con una relación calidad-precio estupenda. El ambiente y el servicio también són muy agradables.