Llevo unos diez años comiendo en casamar, primero como cliente de hotel i postseriormente al afincarme en la zona como cliente del restaurant. he vivido muchos cambios y entre ellos el de la cocina.
Casamar ha crecido de una manera suave y lentamente. El canvio de decoración del restaurant, le dio el encanto que le faltava sobretodo en invierno, la chimenea, la luz tenue, invita la verdad
Vamos al grano, tomamos un menú Degustación muy completo y equilibrado, lo que más me gustó fue el Carpaccio de vieiras con tomate confitado, y el cochinillo prensado con trufa y emulsión de ajo. olé...
Los postres estuvieron a la altura y la crema de gengibre con lascas de coco crujientes no hicieron sombra a l´avellana y chocolate .
Tomamos una botella de Microcosmos, soy amante del Cava i dos cafés.
Me sirvieron muy bien, de una manera educada y sin enfalagar , el servicio del espumoso tambíen muy bien..
Casamar es de las mejores referencia de la zona , no lo duden.