Restaurante La Torruca en Quijas
Restaurante La Torruca
País:
España
Provincia:
Localidad:
Dirección:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
16,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
45 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
8.2
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
7.8
Comida COMIDA
8.6
Precio medio entorno ENTORNO
7.4
RCP CALIDAD-PRECIO
9.0
Ravioli de manos guisada a modo de callos, vizcaína y foie
Salteado de rebozuelos, papada tostada y tartar de langostino
Berenjena rellena de lechal, ibérico y su jugo
Lomo de vaca vieja a modo de rosbif con yema de huevo trufada y queso curado.
Ajoblanco con nueces, hongos y foie.
Chocolates: miga de pan, cremoso, brownie, helado de chocolate blanco y nube de cacao.
Taco de mero asado sobre fideo de calamar, algas y ali-oli negro
Guisantes repelados, setas de primavera y alcachofa con sopa de bacón y cebolla
Espárragos naturales, setas, trufa, cecina y melocotón espumoso
Pechuga de perdiz con toques de tierra en escabeche
Lenguado en vapor algas y langostino tigre
Guisantes repelados en caldo iberico
Taco de bakalao y kokotxa
Ravioli de rape
Melón con jamón y foie
Versíón del capuchino.
Liebre.
Mano, morro y tripa guisada.
osada combinación
Coulant de chocolate
Rabo
Terrina de foie
Opiniones de La Torruca
OPINIONES
45

Después de habernos entregado al solaz playero durante dos días en la magnífica playa de Oyambre y bajo previa reserva decidimos anoche acercarnos a Quijas , en concreto a La Torruca lugar que ya conocíamos de otras etapas ( y en el que hasta ahora pensábamos que podía sacarse mejor partido del que había tenido).
Después de acomodarnos en el encantador patio (lástima de unas sillas y mesa de plástico con publicidad de coca cola que había en la entrada) en una amplia mesa bien vestida nos trajeron las cartas. Aunque yo iba predispuesto a algún menú de degustación a tenor de los comentarios previos aquí expuestos ni lo ponía en carta ni nadie nos lo sugirió.
La carta de vinos quizá un poco corta.
Para amenizar la espera nos trajeron un cuenquito de un aceite extraordinario para ir mojando en pan de minichapatas.
Nuestra elección finalmente resultó ser:

Gambas plancha: Una docenas de gambas terciadas, jugosas en su punto ideal de plancha y de sal. 17€

Tacos de pulpo a la brasa: Un pulpo excelso cortado en grandes trozos con patatas y tropezones de espárragos verdes donde costaba dilucidar si estaba más buena la patata que el pulpo. Generosa ración. 14€

Como segundos: Albóndigas en salsa de hongos. Plato para enmarcar. Carne melosa con sabor a hongo, salsa impresionante, textura inmejorable, integración total . 11€

Bonito con picada de oliva y tomate: Cuatro tacos de un excelente pescado apenas tocado por la plancha , de gran sabor y tersura. Aunque previamente hice hincapié en el punto del bonito, lo sacaron perfecto y es que muchas veces a pesar de la advertencia acaban arruinando por culpa del exceso de fuego productos tan delicados como el atún o el bonito. 14€

Para finalizar y en contra de mi costumbre acabamos con un postre:

Chocolates. 4€ . Consistía en unas porciones de chocolates en varías texturas(brownie, pan , helado, trufa ,flan) muy bien preparadas. Para el postre solicitamos una copa de Enrique Mendoza moscatel y como detalle nos obsequiaron con un vino de naranja de D.O. Condado de Huelva que le iba pintiparado a la preparación de los chocolates.
Inicialmente pedimos un Gramona Imperial Reserva 2006 (22.5€) que le fue a las mil maravillas a la comida pero que acabamos con él a la vez que venían los segundos platos, para los que tuvimos que pedir por copas un sencillo Rioja (1.5€) que cumplió con decoro la misión de ayudarnos a terminar la cena. El servicio del vino consistió en darnos a probar el cava y ya.
Servicio cercano y amable pero no empalagoso. En su justa medida.
Gran nivel en vajillas,servilletas,cubertería. Copas Riedel y Schott.

Cocina con criterio saber hacer y presentaciones notables. Calidad y cantidad se dan la mano de una forma elegante.

Buenísima velada la vivida ayer, apenas interrumpida por el sonido de dos cohetes que nos asustaron por pillarnos por sorpresa. Aunque a lo mejor era la forma en la que Quijas compartía con nosotros nuestro paso por La Torruca.

Todo esto con una botella de agua y con el servicio de pan : 90€.

Visitamos de nuevo "La Nueva Torruca" con otra pareja de amigos y nuestras 3 peques, en total siete personas. Reservé la víspera y nos colocaron presidiendo el porche en el patio cerrado con que cuenta. Día soleado, como la mayor parte de los de este verano en el Cantábrico.

Había tenido la oportunidad de visitar este lugar apenas diez días antes y me quedé con ganas de repetir, quizás porque el nivel que yo esperaba no lo consiguió; si en aquella ocasión me pareció un lugar "A tener en cuenta", como encabecé mi anterior comentario, en esta ocasión la comida superó con creces las marcas anteriores.

Sábado mediodía, varios platos fuera de carta, navajas, almejas marinera, bonito con vinagreta de tomate, solomillo; probamos todos ellos, junto con unas croquetas mucho más conseguidas que las del primer día. Mención muy especial para el bonito con vinagreta de tomate, lomos de bonito del norte enteros pasados, en mi caso asustados tan sólo, por la plancha que después presentan cortados en rodajas sobre lo que se vierte la vinagreta, excepcional para mí que soy un entusiasta del pescado incluso crudo.

Vinos Mantel Blanco, de Rueda, para empezar y Jaros, de la Ribera del Duero, creo recordar que del 2008 (fuera de carta) 18 Euros.

Una mención al sobresaliente servicio, cunado al final de la comida comentamos con una de las camareras que nos atendió sobre el vino, nos informó de que también disponían de Románico, de Toro, y de Mc Manis , creo que Petite Syrah, de California. Al poco regresó a la mesa con sendas copas muy generosas de cada uno de ellos para que lo disfrutáramos. Chupitos invitación de la casa.

A destacar el precio del plato de bonito, 14 Euros, curiosamente lo mismo que pagué una semana más tarde por una ración de pulpo a la gallega en "El Café" de Oviñana, o lo que costaba el pasado sábado cualquier hamburguesa en el "Hard Rock Cafe" de Madrid.

Tras esta comida este lugar ha pasado a encabezar mi lista de opciones en Cantabria, calidad y saber hacer sobrados en cuanto a la comida, excelencia en servicio, agradable local y precio simplemente imbatible. Para recordar una comida así de satisfactoria tengo que retroceder a la del Martín Berasategui hace año y medio y en aquella ocasión salimos prácticamente a cuatro veces más por persona.

En este sentido creo que "La Nueva Torruca" ha sabido adaptarse a los tiempos más que vivir sufrimos, sabiendo aprovechar las oportunidades que ofrecen estos tiempos, sobre todo en lo que a elección de vinos disponibles se refiere. Sólo espero que con comentarios como este no se acabe masificando, me atrevo a apuntar que saber manejar el éxito será su próximo desafío.

Vamos a empezar a provechar estas semanucas de vacaciones, y como uno es muy envisioso, y no hace mas que ver grandes orgias arrociles variadas en diferentes puntos de la región me monte la mia propia. Bien aconsejados nos deplazamos, previo encargo, al ya conocido local.

Un buen día, con temperatura agradable que permitia almorzar bajo la parra, en una buena mesa y bien atendidos.

Un poco de pulpo salteado, muy bueno, para abrir boca, con su punto de pimenton, trigueros y patatas.

Y entonces llego la paella, cremosa como la habiamos pedido, con una altura minima y bien ancha. Todo el bogavante aparecia en su superficie, flotando en un extasis de granos de arroz suelto, sabroso, al punto y que te pedia a gritos que le comieras. Los trozos de bogavante estaban jugosimos y se depegaban sin apenas esfuerzo de su cascara, las patitas ya venian peladas para facilitar la ingesta.

Salieron 5 hermosos platos y no dejamos ni las migas, realmente excepcional.

Ni postres nos cabian, sendos cafés invitacion de la casa.

Todo ello con un Chardonnnay de la Borgoña, bien fresco, largo y persistente.

Despues de todo esto no habia otra opcion que darnos una caminata de 8kms, como penitencia, bendita penitencia.

Prometo volver cuanto antes.

Visitamos La Torruca (o La Nueva Torruca, como aparece en las cartas) hace un par de días, martes de Agosto a mediodía sin haber reservado, con grandes expectativas por mi parte tras los sucesivos y recientes comentarios publicados, cuatro comensales, tres adultos y una peque de ocho años.

Se trata de un lugar situado junto a la antigua carretera nacional N-634 a su paso por la localidad de Quijas, a la derecha dirección Oviedo, por tanto, relativamente fácil de encontrar para los que aún contamos exclusivamente con el Tom Tom que tenemos incorporado de serie al nacer.

Local rústico con un comedor interior más actual y otro exterior con zona de patio y parte bajo porche, ideal para el clima montañés. Menú diario a 16 Euros aunque optamos por la carta. Mesas, para mi gusto, un tanto juntas, y parte de ellas con patrocinio publicitario incluido, aunque estas no se encontraban vestidas para comer.

En cuento a la comida, como entrantes, Croquetas normalitas y Rabas, comparadas con el estándar actual muy logradas, aunque discretas para los que conservamos en nuestro paladar la textura y sabor de las de hace cuarenta años. Platos principales Maganos (Chipirones) frescos sobre encebollado para mí y 2 entrecot para el resto de comensales, peque incluida que compartió el suyo con un adulto. Los chipis interesantes y con esa untuosidad que hace de este plato uno de mis favoritos, aunque me sigo quedando con los que tomaba en la "Casa Setién" de Doña Pilar. Los entrecot correctos con un detalle a valorar, patatas fritas y pimientos en fuentecilla independiente para cada comensal tanto para entrecot completo como para el compartido. Postres correctos. Lubina y Percebes fuera de carta.

La carta de vinos corta con varias referencias desconocidas para mí. Pedimos un Rueda Mantel Blanco, Verdejo, servido en copas de buen nivel y mantenido fresquito. Sugerencia de una de las camareras. Resultó un acierto.

Lo mejor, como se trasluce de otros comentarios, el precio, dos entrantes, platos principales para todos, tres postres y una botella de vino resultan en poco más de 20 Euros por cabeza. No cobraron servicio ni pan, detalle a destacar y tan sólo 2 entrecot aunque sirvieron la guarnición de tres.

Servicio local muy profesional y atento, inmejorable. El comedor exterior se acabó llenando.

En resumen, un local a tener en cuenta con platos logrados y precios muy contenidos. Local muy agradable y servicio de gran nivel. Hoy en día no puede pedirse más.

Lo primero de todo agradecer a Sergio, Javi, Juan y sus respectivas, que nos hiciesen participes de una velada estupenda.

El titulo es por seguir con la euforia futbolística, que al parecer es en lo único que vamos bien, y es que ir a comer a Cantabria, últimamente es como ser seguidor de la roja, siempre vas a ganar, y acabas como un campeón.

También había pensado en alguna referencia a los galos, de asteix y obelix, pues al final Cantabria parece un reducto, entre romanos, un reducto donde da gusto caerse en la marmita, y un reducto, donde todavía puedes comer de maravilla a un precio razonable.

Por ultimo, también me rondo titular este comentario como cuina oberta Cantabra, ya que lo que en esta velada y en otras comentadas, por foreros , lo que se nos ha hecho en esta casa es , ensañarnos un potencial increíble a un precio de cuina oberta , cosa que esta bien para conocer las mañas y creaciones , y para luego animarse a seguir explorando creaciones , por eso no hablare de precio de menú , ya que , lo representativo será , señalar que en esta casa de comidas , con letras mayúsculas , se podrá degustar un menú diario con vino incluido , que rondara los 16 € , sino me equivoco , y otro menú mas , digamos creativo , a unos cuarenta euros , por supuesto con algún plato menos , de los aquí comentado , ya que como digo esto a sido cuina oberta .

Como bien ha comentado Juan , estaba todo magnifico , para mi gusto , yo le voy a dar la puntuación máxima a la comida , por el producto , por la elaboración , pero sobre todo , por el nivel de autoexigencia del chef , con el que charlamos , y por la honradez de su cocina , una cocina de producto , imaginación y sacrificio , además con los utensilios justos , un horno , normal , una thermomix y unos fuegos , vamos lo que muchos tenemos en casa , nada de maquinaria sofisticada , sin embargo el resultado es de los mejores.

Quizás me este dejando llevar por el transcurrir de la velada , buena compañía , un local bonito , un día precioso , muchos y buenos vinos , bueno a mi me gustaron todos , pero estos que controlan , dijeron que estaban bien , a mi solo me gustaron , que es lo que yo llego a entender de vino , o me gusta o no , bueno pues con todo y con eso , me ratifico en decir que disfrute de una comida , desde el punto de vista gastronomico , excelente , fuera aparte de todo lo que acompaño el día.

La descripción del menú ya esta hecha, así que solo destacare, que amenizamos la velada con los mejores petit fours , que conozco , las polkas de torrelavega , en este caso de dos de las mejores confiterías y que empataron , agradecer también a otro dos cantabros este descubrimiento , gracias Gabriel y gracias a Javier .

Sobresaliente mejillón, puro sabor, el foie con el melón y el jamón, magnifica idea, el mar y tierra, el arroz con leche, de los postres mas originales, por esa combinación, salado y dulce,etc,etc.

Nos sirvieron , el vino , que mas se puede pedir , teniendo en cuenta la velada .

Como resumen diré que os encontrareis una cocina de producto, técnica, sabor y honrada.

La verdad es que mis experiencias con los amigos del foro de Cantabria, son simplemente enriquecedoras, me alegro de estar tan cerca.

  • osada combinación

    osada combinación

Bueno, pues me toca a mi poner el primer relato de la velada de ayer, muy grata a todos los niveles, comida, vinos y compañía.

Día explendido y nos acercamos a la hora prevista, mesa montada en la terraza, a la buena sombra para todos los comensales. Preparamos los vinos, copas y empezamos con fuerza.

Mejillón con espuma de Martini. Muy buen sabor del mejillón, perfectamente cocido y acompañado de una espuma de martini con texturas debajo, en forma de granizado. La espuma buena, pero el Martini helado del fondo no me encajaba del todo.

Crema de oficios con puré de manzana asada, muy fino, cremoso y con gran sabor, excelente bocado.

Espuma de melón con jamón. Genuina combinación de verano reintentada, espuma de melón, con virutas de ibérico, tacos de tomate y foie, refrescante y sabroso.

Sardinas marinadas con tomate. Lomos de sardina perfectamente limpios, con el punto justo de marinado sobre un fondo de puré de tomate. Migas crujientes, tomatito asado a baja temperatura, brotes y pimiento lo acompañaban, un plato muy rico muy apropiado en estas fechas.

Bonito escabechado con cebolla y pimiento. Muy fino, con una textura perfecta y un escabeche suave que no enmascara para nada al producto. Mucha mano en este plato.

Porrusalda. Flan de puré de patata que escondía en su interior el bacalao y con un fondo muy sabroso.

Papada salteada con alcachofas y cigala. Espectacular saco de papada con alcachofas, todo sabor envuelto en pasta brick, fondo de salsa del propio guiso y una cigala sublime. Mar montaña para repetir mil veces.

Salmonete con arroz. Lomos de salmonete a la plancha con una base de arroz guisado con el caldo del salmonete y rematado con una mantequilla de algas, muy buen conjunto con un punto del pescado y del arroz perfectos, sin que este ultimo disfrazase el delicado sabor del pescado. Muy rico.

Rabo deshuesado con albaricoque. Lingote de rabo de todo guisado, deshuesado y acompañado con setas y trozos de albaricoque, envuelto en pasta brick con unas laminas crujientes de la misma fruta. Perfecto de sabor y textura, una delicia.

Arroz a la cubana, reinvencion del plato salado hecha dulce. Sobre una cremosa base de arroz con leche como el de la abuela reposan una rodaja de plátano, un tomatito asado y glaseado y un tocinillo de cielo absolutamente espectacular, que conjunto, cremosidad y arte tiene este plato. El pobre Oscar no pudo repetir.

Chocolates. Base de migras crujientes de chocolate sobre la que descansan una trufa, una porción de brownie y una mousse helada, para golosos un bocado ideal. Rico.

Después de todo esto, cafés, guerra de polkas (Santos Vs San Miguel) y GT´s varios hasta mas alla de las 20:00 después de una charla con Gustavo y el resto del equipo.

Para beber pues 4 cositas:

• Cienfuegos 2009
• Pascal Doquet BdB 2011 (coupage 2004 + 2005)
• Ultreia "La Claudina" 2010
• Viña de martín Escolma 2008
• Pierre Matrot Chardonnay 2010
• Itsas Mendi 7 2011 Magnum
• Ferrer Bobet 2007
• Nada que ver 2008
• Pierre Bise 1990
• Fritz Haag 1999
• Kracher Eiswein 2006

Gran almuerzo el que pudimos disfrutar en la mejor compañía que esperemos se pueda repetir muchas más veces.

La Torruca contaba con la marca de "imprescindible" en nuestra ruta gastronómica por tierras cántabras, tanto por las buenas referencias de Verema, como por su atractiva oferta de cocina de mercado con toques creativos.

Habíamos quedado para comer y conocernos con Gabriel y Javier, compañeros del foro, por lo que previamente Gabriel había acordado con Gustavo un menú de 30 euros sin bebida, a su libre elección, "una sorpresa para dejarnos llevar".

Mientras esperábamos a los compañeros, nos tomamos unas cañas bien tiradas y unas aceitunas, sentados en las banquetas de la barra de la entrada. 

Después de una breve charla en la barra, pasamos a una mesa redonda, perfectamente preparada, bajo el porche del agradable patio interior rodeado de vegetación.

Y comienza el festín:
De entrada y para acompañar a los aperitivos nos sirven un vermouth Oliveros en vaso de vidrio, refrescante y muy bien preparado.
APERITIVOS:
- Rabas de calamar fresco. Tiernas por dentro y crujientes por fuera con su fino rebozado. Buenísimas!
- Canutillo de cecina y foie. Un pequeño rollito de tierna cecina envolvía un suculento foie. Exquisito!
- Bocado de pastel de cabracho. Pequeño taco de pastel entre dos finas láminas que me recordaba al hojaldre. Aire de mar. 
- Vasito de erizo con gelatina de manzana. Servido en una especie de vaso de chupito, al fondo la crema de erizo, seguido de una gelatina incolora que nos pareció de manzana y sobre ésta un caviar tal vez de sidra. En boca mezcla de texturas y explosión de sabor. Sublime!
- Huevos, patatas y jamón. Pequeña yema de huevo densa, aspecto como casi confitada, sabrosas virutas de jamón ibérico y unas curiosas y originales patatas de cristal que recordaban a las láminas de caramelo casero, todo ello adornado con cebollino troceado. Suculento plato tradicional elaborado de forma creativa. 

PLATOS:
- Texturas de tomate, queso y bocarte marinado. Sobre una base de hoja de roble y otros brotes reposaban distintas variedades y preparaciones de tomates, taquitos de remolacha, aguacate y un sabroso bocarte marinado, decorado con hojas de albahaca. Nuevamente, excelente combinación de sabores, colores y texturas. Tremendo marinado. 
- Escabeche ligero de bonito con cebolla roja guisada. Al fondo del plato cebolla pochada, muy sabrosa y dulzona, sobre ésta un exquisito bonito escabechado de forma extraordinaria acompañado de alguna lámina de ajo.
- Guiso de alubias en caldo de cigala y picatostes de papada. Plato tradicional con pinceladas de autor. Calidad de legumbre que tenía como compañero de viaje en la cuchara un gran contraste proporcionado por el fondo de mar del caldo junto a esos picatostes de papada tremendamente ejecutados. 
- Salmonete sobre arroz ligado con mantequilla de algas. Sobre una cama de arroz, quizás falto de un punto de cocción, y con un ligero sabor a mar, descansaban dos lomos de salmonete en su punto, resultando jugoso, tierno y muy sabroso.
 
POSTRE:
- Leche frita sobre bizcocho de canela y helado de sobao. Para finalizar exquisito y dulce regalo, destacando el toque del azúcar quemado y agradable e intenso sabor a orujo del helado.

Para beber, los compañeros, conocedores de mis limitaciones, por no decir desconocimiento acerca del vino, me dieron toda clase de facilidades escogiendo un Avan que me resultó equilibrado y acompañó a la perfección el menú, evitándome matices, para mí complejos que no podría apreciar. Por ello, no valoraré el servicio.

Dos rondas de buenos cafés cortesía de la casa. 

Respecto al local, descrito ya con precisión en comentarios anteriores, destacar que resulta acogedor y muy agradable.

Servicio atento, amable y profesional respetando a la perfección en todo momento el ritmo entre platos. 

Vajilla, coperío y demás muy correctos.

Platos muy bien presentados buscando, en mi opinión, un estilo actual y colorido.

Finalizado semejante homenaje, Gustavo compartió una agradable sobremesa con nosotros, por lo que tuvimos la oportunidad de conocer parte de la cara oculta de estas creaciones. Todo un placer!

Concluyendo, buen producto elaborado con originalidad, estilo y nivel, servicio amable, entorno muy agradable, excelente RCP y por supuesto inmejorable compañía. Gracias Gabriel, gracias Javier y gracias Gustavo y compañía!!!

Aprovecho para solicitar un pequeño margen de error en esta ocasión, ya que con la agradable conversación creo que me despisté con más de un ingrediente.

Colgué comentario de este restaurante el día 16 de mayo, con un menú del día y titule el mismo con: ”para volver ¡pero ya¡”, en este intervalo de tiempo he vuelto 3 veces más.

Cuelgo este nuevo comentario , pues creo que es un reflejo amplio de la capacidad de sorprender de su cocina.

Menú prefijado:

- Ajoblanco con Tartar de langostinos con crema de espárragos verdes: toda una grata sorpresa, el conjunto y el sabor de Tartar, espárragos verdes sueltos con un punto de textura excelente. Al final para alguien fue su plato estrella.

- Bacalao laminado con pil pil de hongos, olivas y mango: bacalao de gran calidad con unas verduras en la base del plato fenomenalmente tratadas.

- Bonito escabechado con cebolla roja guisada: otro plato que también salió con estrella, escabeche en su punto de fuerza(muchas veces según los gustos o no llega o se pasan los escabechados), anchas laminas del bonito y la cebolla en su punto de dulzor.

- Texturas de tomate con requesón casero y anchoas: el conjunto muy logrado, las anchoas unas eran marinadas y otras en salazón, pero el rey del plato fue el tomate cherry con un punto de confitado y conservando todo su agua, que él solo, levanto admiración.

- Taco de bonito con salsa de patatas, erizos y algas: presentación con el taco de gran calidad en su punto, hecho por fuera y casi sin tocar el calor la carne por dentro, sobre una base de las patatas en cuadraditos y el resto de componentes, si se quiere, quizás se podría denominar una deconstrucción de una marmita.

- Lechazo confitado relleno de hongos; presentado en un rollito con los hongos dentro: a mí me encantó, pero hubo comensales que no les gustó tanto, sobre todo por el componente de tipo gelatinoso que presentaba bajo la piel.

De postres:
- Creps rellenos de crema de naranja almendra y vainilla, y
- Torrija con crema de orujo y espuma de café.

Acordes al nivel del resto de la comida.

El vino fue aportado por los comensales, salvo el cava:
- Mantel blanco 2011
- Rosado Valle Oscuro 2011
- Puerto Salinas 2004
- Casta Diva 2008
- Jorge Ordoñez 2007
- Gran Feudo moscatel 2008
- Gramona imperial.

Con tal número de platos y de vinos, se realizo cambio constante de platos con sus cubiertos y de copas, realizándose todo el trabajo con una buena diligencia y logrando que el ritmo de la comida fuese perfecto.

Al final se tomaron algunos Gt y etc..

El precio del menú comentado con IVA incluido(sin vinos ni copas) fue de 35 euros por comensal , lo cual a mi me parece un precio excelente.

Como conclusión, cocina muy lograda, buen servicio y a muy buenos precios, ayer estaba al completo y se esta convirtiendo en un peregrinar constante de veremeros al lugar, acompañados desde luego de amigos y familiares.

Día de trabajo y "andando" por la zona decidimos acercarnos a La Nueva Torruca para comer.
Eramos dos personas y nos acomodamos en la terraza, 21º de temperatura te permiten estas cosas. Apostamos por su menú, que consistió en :
De entrantes: Ensalada de Lacón (abundantes lonchas), acompañado de rúcula , tomate picado, excelente aceite de variedad arbequina, pimentón y una cama de patata cocida. Excelente.
Arroz con boletus, cremoso, atercipelado y agradable textura. Muy Bién.
De Plato Fuerte : Bacalao a la Montañesa. ¡Era Bacalao!. En su punto y acompañado de ligera salsa de tomate, cebolla pochada y tiras de pimiento fresco rojo. Estaba coj....
De postre: Helado con teja y frutas. Postre trabajado y fresco.
Para beber un cava Freixenet Brut Nature Vintage Reserva. Que armonizó perfectamente la comida.
Mi acompañante que come, al igual que yo, todos los días fuera de casa, quedó encantado y asombrado de los platos, presentaciones, texturas y precio.

Uno de nuestros cómplices gastronómicos y un gran amante del vino, Javier Calzadilla, nos había insistido junto con su mujer Karmen en visitar La Torruca de Quijas. Javier preparó la visita gestionando el menú degustación que íbamos a probar.

En la Torruca oficia actualmente Gustavo Pérez, junto con su mujer Menchu que se encarga de la sala. Gustavo anteriormente estuvo en el Solar de Puebla, el Redoble y Cúrcuma. El y su mujer se han hecho con este coqueto emplazamiento, remodelando la sala en tonos claros y haciendo de ella un auténtico comedor. Además, la Torruca dispone de una terraza interior ideal para días soleados cántabros, donde se puede degustar rabas, croquetas y otras raciones para picar en un agradable enclave.

Vayamos con el menú degustación compuesto por tres aperitivos, seis platos y dos postres.
Comenzamos con una ventresca de bonito confitada con verduras encurtidas. Zanahoria, pepino, alcaparras, pimiento rojo, lechuga, un trozito de bonito con un punto de plancha muy ligero acompañado por pimienta negra natural. Un comienzo sencillo y fresco.

El segundo aperitivo ha consistido en un té-gel de fresones con bizcocho de especias y foie.gras. El mejor aperitivo de los tres, sabores bien definidos, texturas entre ellas la esponjosidad y la gelatinosidad, y fundamentalmente dos ingredientes los fresones y el foie que combina perfectamente. Los fresones desengrasan en boca al foie sin restarle sabor.

Para cerrar la etapa de aperitivos, tomamos una yema densa confitada con patatas de cristal y virutas de ibérico. Dificultad y perfecta ejecución en las patatas de cristal con un sabor puro, reconocible pero tremendamente fino y delicado. La yema de huevo como su nombre indica llevada a una temperatura alta para elevar su densidad y concentrar su sabor en un bocado. Otra forma de acercarse a unas patatas, con huevos y jamón. Desde nuestra perspectiva, el plato incluso podría ganar bien pasando un poco por la plancha el jamón ó bien sustituir el jamón por una lámina de tocino ibérico que se podría calentar envolviendo con ella la yema densa de huevo.

Pasamos a los platos y el primero de ellos evoca un traslado al Mediterráneo pero con productos de Cantabria. Texturas de tomate con requesón casero, y bocartes marinados. Diferentes tipos de tomate (cherry, kuato), distintas concepciones (pepitas, en seco,..) junto con el requesón y los bocartes, que estaban marinados de forma muy suave para que ninguno de los otros sabores fueron eclipsados.

Seguimos con uno de los platos que nos ha parecido más redondo de todo el menú, el ajo-blanco de nueces y setas con tart-tar de langostinos. Entre las setas, champiñón crudo, hongos y shitake; acompañadas de unas puntas de espárrago verde. El langostino presentado muy cortadito y en crudo realzaba el conjunto aportando frescor, la nuez en el ajo blanco suma dando cremosidad al conjunto.

Infusión de pescados de roca al azafrán, lechuga de mar y su guarnición. Algas, erizos, mejillones, pulpo, pequeños trozos de merluza en el plato que se mezclan con la infusión de pescados. Buena conjunción con espacio para la mejora, igual utilizando algún pescado como el salmonete que integre los sabores entre la infusión y los trozos de pescado en el plato.

A continuación, el plato del menú una papada con alcachofas y cigala. Un mar y montaña, presentado en timbal con la papada y la alcachofa troceadas de forma muy menuda acompañadas de la cigala encima. Esta su perfecto punto de plancha, tremendamente ligero. Se acompaña de un fondo que entendemos que sale del guiso y que intensifica el sabor del plato. Buenísimo conjunto; plato tremendamente redondo que debería ser mantenido bien en la carta, ó en menús que Gustavo comience a ofertar.

Ya se vislumbra e interioriza el talento de Gustavo después de probar los platos que están saliendo de su cocina. Vemos el menú que nos ha entregado en una hoja, y ahora es el momento del magano asado con sopa densa de cebolla, pan negro y aceite de anís. El pan negro realizado con la tina del magano, la sopa de cebolla consistía en una cebolla caramelizada casi como un puré, junto con dos trozos de cebolla roja encima del magano. Una forma elegante y con los sabores más definidos de tomar unos maganos encebollados. Se le podría dar más protagonismo a la tinta del calamar y más fuerza al plato con un ali-oli de tinta negra. Pero esto es una cuestión muy personal, el sabor del plato resultaba muy delicado; algo dulce y personalmente me agradan los sabores algo más fuertes.

Y como fin a los platos salados, un carre de lechal con ajos confitados en caramelo de cebolla. Contundencia y sabor para un menú equilibrado en que se vislumbran platos de gran nivel, y otros grandes que tienen capacidad de mejora.

Como postres en el primer acto un lácteo con leche cuajada en forma de quesada, acompañada de natas y avellana. Postre montañés, que nos traslada a cuando nuestras madres hervían la leche de los pueblos, y con sus natas hacían bizcochos. Nos recuerda a vacas, a leche, a hierba, a otros tiempos.

El segundo postre denominado pan, aceite, chocolate y naranja nos pareció de un poco menos nivel. Le daríamos una vuelta potencializando tanto el chocolate como el aceite que son dos ingredientes que combina perfectamente. Dulzor y amargor en un mismo plato, contrastes, entendemos que se podría potencializar un poco más.

La sensación general de la comida es tremendamente positiva, los platos que salen de la cocina tienen el ánimo de agradar, de generar sensaciones de sabores definidos y claros.

La idea de la Torruca y de Gustavo es adaptarse a los presupuestos de los clientes para armar diferentes menús. Las primeras propuesta son un menú de 4 platos por unos 16 € y otros de 6 platos y 2 postres por 40 € (siendo los platos de un perfil más gastronómicos).
Volveremos a la Torruca a disfrutar de su cocina, de su terraza interior, de sus ganas de agradar y de mantener unos precios en relación a la situación actual.

Gracias Javier y Karmen por hacernos partícipe de este festín.

Para ver fotos de los diferentes platos, ver http://www.complicidadgastronomica.es/2012/06/la-nueva-torruca-de-quijas-sabores-para-recordar-y-ganas-de-agradar/

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