Cocina creativa a precio asequible.

Para mi la mejor relacion calidad-precio de Valencia.

Mulandhara se está conviertiendo en uno de mis restaurantes favoritos, cada vez que voy salgo con una sonrisa de oreja a oreja, por el trato, por la calidad de la cocina y por el precio tan ajustado, creo que estamos ante uno de los mejores restaurantes calidad/precio de Valencia.

A pesar de disponer de dos interesantes menús de noche, en esta ocasión nos dejamos llevar por una selección de platos que nos hizo Raquel:

-Tempura de pulpo: buen comienzo, el pulpo en su punto y el rebozado nada excesivo, acompañado de un all-i-oli.
-Ensalada de algas y bonito: el bonito a modo de tataki, buen sabor, buen producto y bien ensamblado.
-3 textura del foie: fue el plato más flojo de la noche. El foie se presentaba en 3 texturas: helado, escalopes y micuit. El helado no tenía el sabor muy conseguido y en el escalope no estaba correctamente desvenado, sin embargo el micuit estaba excelente.
-Carpaccio de presa ibérica: buen plato de carpaccio, la presa espectacular y el acompañamiento del helado de boletus muy original.
-Latita de pulpo: una espuma de patata con pulpo y pimentón, estaba correcto aunque la textura del pulpo estaba mejor en la tempura.
-Mar y montaña: lo que más me gustó de la noche. Un guisito a base de garbanzos, morro de ternera y chipirones. ¡No querías que se acabara nunca!
-Gofres de chocolate con helado de nube: Soy fan de los gofres, así mejor final es difícil.

La carta de vinos algo escueta pero con precios muy ajustados, en nuestro caso nos decantamos por un Saxum sauvignon blanc.

En definitiva restaurante áltamente recomendable, con precios muy ajustados, tanto en la comida como en la bebida y con un equipo que se nota que les gusta lo que hacen y eso se nota en el resultado final.

Reconozco que he ido al menos una docena de veces, pero porque vivo al lado, me resulta cómodo y al final relación-precio-comodidad tiene su algo, pero no se me ocurriría “todavía” recomendárselo a alguien que tuviera que llegar hasta allí.
El bar, adaptado a restaurante ya es de por si eso, una adaptación, las mesas, la disposición de las mismas, las sillas y el ambiente, no consiguen transmitirte que de verdad te encuentras en algo que quiere ser un gastrobar, es cierto que se esfuerzan, que en la pizarra te ofertan ciertos platos apetitosos, que te ofrecen un menú degustación interesante a poco mas de 24€ y que dispone de unos vinos bien cuidados y no muy caros, pero no es suficiente.
O cenas al lado de la puerta, o al lado del acceso al wc, le falta un poquito de atmosfera, ósea que alguien que entienda de espacio y decoración les recomiende que deberían hacer para que fuera más atractivo, porque dentro no lo es.
La otra opción para los fumadores es que dispone de suficientes mesas en el exterior, que dado que hay un buen jardín, eso si no están los de la peña del botellón, pues te invita cuando hace bueno a optar por cenar fuera.
Del resto, pues me reservo, la comida no lo es todo y estando bien hecha, necesita de un empujón.
Saludos

¿Es posible ofrecer un menú por 10,50€ incluyendo bebida, postre, IVA y el pan, que ofrezca calidad, creatividad y además cambie prácticamente todos los días? La respuesta es sí. Pudimos comprobarlo el viernes a mediodía en Mulandhara.
El menú que se compone de 2 aperitivos, primero, plato principal y postre.
De aperitivo, unas bolitas de cerdo ibérico agridulce en tempura y unas quenelle de patata con cintas de sepia.
Los primeros son ligeros. Se puede optar entre una ensalada (muy buena la de huevas de mujol y escalibada) o una crema (en este caso fue de zanahoria y naranja)
De plato principal se puede elegir entre carne, pescado o arroz. Optamos por el arroz, un meloso de alcachofas y rape, que se sirve en perol, con una ración XXXL y que ya podía haber costado la ración el precio del menú.
Excelentes los postres, otra cosa que no se cuida demasiado en los menús de mediodía, que suelen ofrecerte pocas y descafeinadas alternativas. Nada que ver en este caso. Pongo por ejemplo, el volcan de manzana con helado de azafrán y la espuma de yogur con frutos rojos, ambos muy buenos.
El servicio de sala, dirigido por la Raquel, rápido y amable a pesar de estar lleno.
¿Puede ser rentable este menú por este precio? Teniendo en cuenta que cuando las cosas se hacen bien, a buen precio y con un menú que cambia todos los días, la respuesta es sí, ya que suelen hacer unos 50 e incluso 60 servicios al día.
Por cierto, extraordinario el pan.

Un amigo nos lo recomendó y estuvimos este sábado con unos amigos cenando.
Tomamos el menú de tapas Mulandhara. Me gusto mucho el tiradito de Negret y granizado de lima y albahaca y el milhojas de foie, coca-cola y helado de palomitas. Terminamos con un entrecot al aceite de carbón, que estaba realmente bueno, carne muy tierna y sabrosa.
La camarera nos recomendó el vino Mal paso D.O Mentrida no lo conocíamos y nos gusto mucho. Buen servicio del vino y copas Schott.
Con el postre nos invitaron a un vino dulce.
El único "pero", decoración algo fría y alguno de los platos tardaron un poco en salir, aunque comprensible ya que el local estaba lleno.

Alentada por la buena critica de otros usiarios de Verema y por la recomendacion de una amiga que va seguido a comer alli me acerque hasta el local de Campanar de donde soy vecina. Luego de ser bien recibidos nos dieron directamente el menu saltandose la carta, claramente con inetension de que elijamos el menu y pasemos de la carta, cuando pedimos la carta nos dieron un poco de vueltas asi que al final entre una cosa y otra, ante las vueltas que daban para darnos la carta elegimos el menu del medio (€20)
Comenzamos con el aparitivo que claramente era lo que les habia sobrado o tenian guardado por ahi,ensalada de bonito, mal, pescado crudo, trinxat de capellan, estaba bien pero a mi no me gusto, lasaña fria de changurro, normal, pepito de ternera, pobre y pan duro, revuelto de setas, bueno, canguro, carne un poco dura y sin sabor, el postre fue lo q mas me gusto pero la presentacion era bastante fea,
la camarera nos recomendo un vino(€20), correcto y una borella de agua, acabamos con unos gintonics con un precio para flipar (€13) total €42. Raciones justas y producto normalito tirando a malo.
En fin, no creo que vuelva, me parece que siendo un bar como es, porque al final es un bar de toda la vida, demasiado caro, una copia mal hecha de muchos grandes cocineros y una cocina sin personalidad.
Para acabar me quedo una duda, en la fachada del local pone "lounge bar" luego otro cartel reza de "gastrotapas" y para concluir cuando me dieron la cuenta en la tarjeta ponia "restaurante" esto es un consejo y no una critica, al final, que es?
El "oasis gastronomico" que comento otro usuario, no se si lo se perdio en el desierto o que, pero yo no lo encontre!

Local relativamente nuevo que intenta desmarcarse de la mayoría de las propuestas que abundan por la zona, ofreciendo una cocina reconocible pero con toques creativos y a precios bajos.
El restaurante tiene una agradable terraza, aunque es recomendable cenar dentro en las noches calurosas.
Como ya va siendo habitual en este tipo de propuestas, ofrecen menús con platos para compartir y algunos individuales. Nosotros elegimos el de 20€ (tambíen tienen uno a 18€ y otro a 22€)
El menú es prácticamente el mismo que comenta Juan. Las elaboraciones son correctas con algunos platos muy buenos, como el blanco y negro con pan de cristal o la versión del tiramisú, pero con algunos detalles que deberían de mejorar sobre todo de cara al cliente más exigente. Detalles relacionados sobre todo con el acabado de los platos y con unas raciones un poco justitas, que ya comentamos directamente a su chef (muy amable y receptivo) y que no dudo que serán subsanados.
El servicio muy bien, sin las tediosas esperas que hay que sufrir en muchos locales cuando están llenos.
Decidimos acompañar el menú con cerveza por lo que no puedo valorar el tema del vino.
También ofrecen un interesante menú de mediodía a 10,5€ con arroces en paella individual.
Sin duda volveremos

Oasis gastronómico de obligada visita si se quiere disfrutar de un nivel de restauración superior al resto de propuestas de la zona donde se ubica. Nuevo local con un equipo jóven y con ilusión en cocina y sala, con decoración sencilla y luminosa y una amplia terraza muy apetecible en estas fechas.

Sobre una base de restaurante de comidas con precio reducido, añade la inquietud de una cocina que gusta en ofrecer un “plus” arriesgando con platos menos convencionales, más elaborados y creativos, en la sintonía de un gastrobar o un bistró.

Carta reducida, pero equilibrada. Dispone de menús de mediodía, que cambian diariamente; así como varios menús de degustación de tapas con precios competitivos.

Primera visita en la que nos recibió muy amablemente Raquel, que también ejerce de sumiller; nos ubicó en la terraza, estando en todo momento atenta. Nuestra elección fue uno de los menús de degustación de tapas, concretamente en menú AJNA, (nombre de chakra, como también el del restaurante), con un precio de 20 €, compuesto por:

- Dos aperitivos consistentes en unos bocaditos de jamón con sopa de melón, y un cremoso de morcilla y habitas.
- Timbal de esgarraet y mojama. Un guiño a la cocina tradicional.
- Clóchinas con vinagreta de verduritas y aceite de estragón. Un plato pleno de frescura.
- Blanco y negro sobre pan de cristal y mayonesa de col frita. Un bocado exquisito, uno de los mejores de la cena.
- Tortilla deconstruida, inspirada en Ferrán Adriá, con huevo a baja temperatura, servida en vaso de cristal. Sabroso, sin duda. Quizás si la presentación hubiera sido en plato, la percepción de la complejidad de su elaboración hubiera ganado puntos.
- Crujiente de carrillada confitada y manzana verde.
- Su versión de tiramisú, en helado con amaretto. Con el detalle de una copa de vino dulce, gentileza de la casa.

La carta de vinos es reducida, pero adecuada a la oferta de platos, con especial atención a vinos valencianos. Tomamos un Muga Crianza 2007 (21 €), clásico y equilibrado, con largísima crianza en madera y servido a temperatura correcta.

Alejandro Platero, joven propietario y cocinero, nos explicó su proyecto y la ilusión con que desde la apertura del restaurante, hace algo más de un año, va incorporando nuevas creaciones y composiciones de platos, e imprimiendo una señal de identidad propia.

En definitiva, una buena elección para quienes, sin provocar dolor en el bolsillo, quieran disfrutar de una cocina que apuesta por un plus de calidad en el producto, su elaboración y presentación.

La cocina es muy buena, la presentación excelente, buen vino, solo y todos los que hemos ido y recomendado entre nosostros, opinamos lo mismo, es un poco escasa si no comes arroz, que por cierto lo hacen muy bueno. sin arroz sales con la sensación de que te falta comer un poco más y eso que somos chicas, no te digo lo que opinaran los chicos. Pero todo esta presentado con mucho gusto y mucho mimo, y buenisimo.

Animo, ampliar un poco más las raciones, y sera perfecto.