Primera visita,y no será la última, a este amplio y bonito local alentado por una compañera de trabajo,y tras leer las crónicas de los veremeros.
-estupendo acite cordobés,y magníficos los panes servidos(sobre todo el de maíz)
-ostra con espuma de lichis,rica.
-sardina marinada con pesto y tomate,rica.
-tartar de atún rojo con encurtidos y lechuga de mar;de lo mejor del ágape.
-carpaccio de carabineros;para mí,el más flojo de la comida.
-arroz melososo de tellinas;original.El arroz en su punto.
-mero con tomates de pera cherry;muy rico.
-crema de maracuyá,streusel de avellnas,merengue helado y jengibre;correcto.
A destacar los tres vinos probados de la bodega Pazo do Piñeiro-de Lusco-muyyyyyyyy ricos;desde el más joven hasta la joya de la corona de la Bodega.
Servicio amable y profesional...todo un descubrimiento.
No vi la carta,pero la RCP de este menú fue de 35 pax.!Chapeau!

Es un restaurante que me habían recomendado ya muchas veces, así pues, el pasado miércoles 23 fui a cenar con mi novia. Mi primera sorpresa fue encontrarme a Jose. Para quienes no lo conozcáis, comentaros que Jose es uno de los grandes dentro de la restauración valenciana. Ha pasado por sitios como Ca Sento, Velour o Arbekino. Es una de esas personas que todo te lo hacen fácil y agradable. Es impresionante su conocimiento de vinos y prepara los gin-tonics como poca gente.

Una vez explicado lo anterior, comentaros que Lienzo tiene muchos puntos a su favor. El entorno es muy bonito, moderno y con buen diseño. La carta es un poco reducida aunque muy apetecible, y los precios son bastante razonables para la calidad que ofrecen.

Nosotros pedimos carpaccio de carabineros, patatas bravas (obviamente ya os podéis imaginar que la presentación no es la habitual), foie con mermelada de pétalos de rosa y sandwich de ibérico. De postre pedimos las “texturas de chocolate” o un nombre parecido que ahora no puedo recordar.

Todas las tapas estaban muy bien cocinadas y presentadas pero si tuviera que elegir me quedaría con el carpaccio de carabineros y el foie (era una especie entre foie micuit y foie fresco que estaba impresionante).

Como he comentado, creo que la carta puede ser un poco reducida si vas con habitualidad, pero conociendo a Jose, seguro que dicha carta va cambiando e introduciendo novedades que seguro tendrán que ver con productos de temporada.

Por lo que a la carta de vinos se refiere, comentar que tenía muy buenas referencias de champagne y a un precio muy razonable. Nosotros pedimos un André Clouet Rosé y salió muy bueno. Sí que es verdad que se echa de menos alguna referencia de vinos blancos alemanes o alsacianos, pero Jose me comentó que estaba en ello.

En fin, simplemente resta felicitar a los artífices de un sitio tan agradable, de tan buena cocina y de gente tan sumamente profesional. Volveré sin dudarlo.

Cena de trabajo con dos Italianos en el Restaurante Lienzo. El restaurante es nuevo, de diseño, junto al colegio de abogados. Buen espacio entre mesas con lo que se puede hablar sin agobios. El trato por parte de los camareros muy agradable y atento en todo momento.

Optamos por la carta y fue todo un acierto. Pedimos, aconsejados por el camarero, de entrantes carpaccio de carabineros, cintas de sepia, calamar con alcachofa y sandwich de iberico. Los tres primeros realmente exquisitos. El sandwich bueno pero sandwich. De plato principal trajeron pescado de playa, creo que dijo Dente. Muy rico también.

Para beber Recaredo Gran reserva que entraba de maravilla.

Mis clientes salieron encantados por el nivel del restaurante y yo también. La relación calidad precio me pareció fantástica.

Vuelvo seguro.

La carta se basa en una serie de tapas (gastro-tapas) que se pueden pedir sueltas o mediante uno de los menús que proponen. Optamos por el menú de 25 euros con seis tapas y dos postres. Para empezar sirven una selección de panes con aceite o bien mantequilla y sal de distinto tipo. Es suficiente decir que esto fue lo mejor de la cena.
El resto una serie de tapas de calidad media. Presentación en lata de mejillones y pimientos del piquillo (nada especial, como su nombre dice, productos de lata), unas bravas redondas suaves de sabor pero nada especial, mini-sándwich (como el que uno se hace en casa con la sandwichera), sardina marinada (correcta) y una croqueta de jamón realmente rica (lo mejor junto con el pan). Para postre una crema "quemada" y ninguna explicación de porqué sólo un postre cuando el menú dice dos.
Carta de vino correcta a precios no excesivos. El servicio consiste en abrir dar a probar y rellenar copas ocasionalmente.
Local amplio y luminoso con cocina a la vista y decoración minimalista. RCP cara. Si se esfuerzan es una opción interesante pero de momento necesitan mejorar.