Restaurante Palomeque en Zaragoza
Restaurante Palomeque
País:
España
Provincia:
Localidad:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:
Vino por copas:
Precio desde:
12,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Cierra:
Sabados noche y domingos
Nota de cata PRECIO MEDIO:
32 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.6
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
7.4
Comida COMIDA
8.4
Precio medio entorno ENTORNO
6.1
RCP CALIDAD-PRECIO
8.3
Garbanzos con bogavante
Arroz con longaniza de Graus y trompetas de la muerte
Pulpo a la gallega en vaso y con cuchara
Pochas con setas de carrerilla (Marasmius Oreades) y bacalao
Pimientos rellenos
Bocartes
Rabas de calamar
Migas
Tosta de bacalao
La barra del Palomeque
Salmuera
Surtido de Quesos
Tacos de Solomillo al Ajillo
Longaniza de Graus con Setas
Migas con huevo poché y foie
Longaniza de Graus con setas (trompetilla negra)
Tostas de trufa natural con sal maldon
Del pulpo no quedó ná
Al rico revuelto, con sus tostadicas
La ensalada
Opiniones de Palomeque
OPINIONES
15

Por no redundar, el comentario completo, desarrollado e ilustrado con fotografías, se puede encontrar en la sección de blogs de Verema o acceder directamente a él pinchando este link:

https://www.verema.com/blog/blog-m/1041186-restaurante-palomeque-recorriendo-aragon-toque-chic

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Comida de sábado para 5 personas, previa reserva.Al llegar el local estaba completamente lleno, hasta su barra en donde se puede disfrutar de sus pinchos .

Al sentarnos en la mesa la sensación es de agobio, pues todo está en una sala y te das codo con codo con la mesa contigua, a parte del pertinente ruido del hablar de todas las mesas.
Si dejamos esto a un lado, todo lo demás estuvo bastante bien, mesas correctas, cristalería que cubre su función y un servicio la mar de majo, sobre todo por el chico que nos atendía, desgraciadamente no recuerdo su nombre, baste con decir que era un maño cerrado y joven...

Optamos por pedir a la carta, y fue;

-Un plato de tapas variadas.Setas en salsa, croqueta de ibérico, mini hamburguesa casera, steak tartar, roastbeet en su jugo y puré trufado, mousse de bacalao, manitas de cerdo.
-Migas con setas, foie y huevo noche.

-Pulpo a la gallega.

-Degustación de pochas con setas.

Y de principal pedimos para el centro

-Costillas de ternasco de Aragón D.O

-Chuleton de Buey.

La comida estuvo toda estupenda, el problema es que al habernos excedido pidiendo llegamos
demasiado justos al final.Si que me gustaría destacar un plato que merece una dedicación especial, vamos para ir sólo a comer esto, y son las pochas con setas, suaves y de inmenso sabor.

La carta de vinos está bien nutrida, y con precios aceptables, elegimos vinos de la tierra como Alto las pizarras y Corona de Aragón.Para mi gusto bastante mejor el primero.

Después hubo café, pastas y frutas de Aragón(esto último detalle de la cada), y no nos dejaron salir sin tomar un orujo de hierbas.....

Muchas gracias a todo el equipo de Palomeque.

Y digo casi, por dejar espacio, siempre su puede mejorar.
Poco añadir a los comentarios anteriores que comparto en su totalidad.
Siempre que estoy en Zaragoza y lo permite el tiempo, me acerco a cenar a la barra del Palomeque, alguna otra vez, menos, hemos comido en la sala.
La oferta de pinchos, ensaladas, quesos, con un vino, generosamente bien servido a temperatura con un servicio atento y cordial me permite, en la mayoría de los casos que voy solo, estar arropado y acompañado. Barra y sala integrados de una forma mágica.

aunque al entrar se vea lleno, la gente va y viene sin parar, toma un pincho en barra y se va o se queda a cenar. Al final encuentras tu sitio. Cierto que las mesas se juntan unas con otras, pero la sensación de los comensales es que saben a donde van y no parece importarles lo más mínimo.

Estas sensaciones, el movimiento coordinado de todo el equipo, en barra en cocina, sala, que se respira, es fantástica. Mi hizo olvidar y hasta casi suavizar las noticias que leía en la prensa.

Pensé que la crisis no va con ellos, era martes!!, pero las cosas no pasan por casualidad.

Sin ninguna duda os lo recomiendo.

E igualmente recomendable, quizás no tanto como a la carta (y mira que suele ser más común lo contrario), pero muy visitable. Las tapas son más habituales, sin mucha compliación, entre lo que no probé, se podía obeservar, pulgas variadas, tortilla, croquetas de espinacas, tacos de bacalao rebozado, o pilpil con gulas, yo me decanté por un crujiente de pasta brick de bacalao que estaba bastante bien, una croqueta de setas, que flojeaba un poco, (aunque comaprada con otra que probé en el siguiente bar en el que paré, estaba sublime) aun sin estar mala, se le podía exigir más, una cazuelita de huevo pochado con butifarra de graus y crujiente de jamón sobre salsa verde, un clásico modificado (huevos con jamón/embutido) que me supo realmente bueno, y un monatdito de iberico, en el que, como fue el caos, si el jamón y el pan son buenos, y te untan el pan con tomate (bien untado, claro), es dificil fallar. El servicio del vino (2€ la copa, que no recuerdo que fue, o mas bien no lo pregunté) sigue siendo bueno (más comparado con otro sitios de estrecheces parecidas, en las que limitan el tamaño de la copa para hacer sitio), y en la oferta se incluye algún champagne y cava por copas. Las tapas a 1,80, salvo la de huevo a 3€, por 12,40 € con dos copas de vino, casi comido, y es que el huevo llamaba a untar y untar.

Alta taberna de corte tradicional, en el que predomina una buena materia prima, con recetas de toda la vida, en el que lo más habitual es tirar de platos al centro de mesa. Dispone de barra en la que poder tomar una cerveza con un pincho o ración. Absolutamente imprescindible reservar con mínimo una semana de antelación (de tratarse un sábado a medio día o un viernes noche), ya que el local es bastante reducido.

Muy bien situada, en pleno centro de la ciudad en una calle peatonal cercana al Coso y al Pº de la independencia, en verano se puede disfrutar de la terraza, en invierno, en el interior, frio no se pasa, ya que debido al aprovechamiento del lugar, la sala se convierte prácticamente en 3 mesas corridas, de 10 a 12 comensales cada una, en la que si te descuidas, le coges el pan a la mesa de al lado, aparte dispone de 3 mesas altas para unas 5-6 personas, que sin duda es la mejor opción, ya que dispones de más sitio para maniobrar.

El servicio fantástico, acostumbrados a las estrecheces, se adaptan aun más si cabe, en el caso de encontrarse con carritos de niños, además de adaptarse y adaptar los platos a los errores a la hora de pedir del cliente (como fue mi caso), como es habitual en estos casos, se trata de un servicio cordial y cercano, aunque sin licencias.

Carta de vinos (y vinos fuera de carta) notable para este tipo de restauración, y cuando digo notable, me refiero a que es posible encontrarte desde una oferta regional razonable, hasta vinos emblemáticos como Pingus o Contador, pasando por una oferta de vinos foráneos (y no sólo champagnes) que ya les gustaría a muchos restaurantes de primer nivel de la ciudad. Precio razonable, ronda entre los 6 y los 8 € en los vinos de gama media, aunque puedes encontrar algunos con mejor precio, en nuestro caso 16 € de un Reino de los Mallos FB (14-15 en tienda) y 18€ de un Tres de 3000 de Aylés de un precio similar fuera de restaurante. Servidos correctamente, en copas de calidad razonable.

La carta pues lo dicho, bastante extensa (me he quedado con las ganas de probar una docena de platos más), sin excesivas licencias creativas. Pedimos al centro, para 5 personas: Maraña de bonito 12 €, aunque esperaba otra cosa estaba buena, se trataba de una ensalada de escarola, bonito y tomate (12 €), unos chipirones a la plancha acompañados de patatas y pimientos de padrón (muy buenos) por 18 €, quizás aquí un poco excedido el precio, un rissotto con setas, servido de forma muy original, y que resulta muy recomendable (12 €), unos huevos rotos con foie (11,50 €), bien de cantidad de foie, y sin sorpresas como es de esperar en un plato así, y para rematar la comida, también a compartir, unos tacos de solomillo (19,5€), de muy buen producto, y unas sublimes manitas de cerdo a la riojana para rematar la comida en todo lo alto, posiblemente de las mejores manitas al estilo tradicional que haya comido (10 €), sin deshuesar, como diox manda en estos sitios. Postres a base de surtidos (tienne carta, pero ni nos molestamos, directamente lo pedimos), aunque el nuestro flojeó y era diferente del resto, posiblemente por ser de los últimos en pedirlos justo antes del descanso semanal, a razón de 5€ por surtido. Con 7 platos comimos 5, con lo que las raciones son pensadas para compartir, cambiando los platos de todos en cada uno de los centros. También está la opción de compartir algún primero y rematar con un segundo cada uno ya que disponen de platos para tal menester, a base de carnes y pescados varios, aunque es lo más corto en oferta.

Además de lo dicho, 5 de pan a 90 cts, 3 carajillos a 2,85, cortado a 1,5 €, infusión a 1,96 €, un chupito de Cardhu a 2,45€ y dos minipacharanes con hielo a 2,65 €, disponen de una buena oferta de ginebras, para un total de 182,50 €.

Posiblemente de los mejores de Zaragoza en su estilo, amenazo con volver.

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