El domingo de vuelta del encuentro Verema, quisimos volver a comer en este restaurante, nos costó llegar porque la calle estaba en obras.
Nuestra sorpresa fué cuando nos enteramos cuando nos tomaron nota, de boca del propio chef, de que los platos de autor (entrantes) que figuran en la carta no están disponibles ya que sólo se elaboran por encargo, la carta de vinos la están cambiando y era muy sencilla, no valía la pena haberse desplazado.
Comimos: Tostada con anguila ahumada, muy buena
Xapadillo: Anguila seca a la placha, bien
Huevo escalfado con tinta de calamar, muy bueno
Arroz con gambas y rape, se olvido de poner la sal (nos trajeron el salero sin pedirlo porque estaba dulce)
(Sin postre porque sólo había helados y pan con chocolate y aceite)
Café, bien
Bebimos: Pascona Blanco y agua
En los lavabos no había papel para las manos ni higiénico.
En otra mesa había unas francesas que querían mejillones y les dijo que no tenía "porque era un restaurante de autor" que eso era en el restaurante de su madre, al lado del suyo. Al final, viendo la cara que ponían, les puso unas gambas a la plancha
¿Autor es sinónimo de caro?
RCP, mal, 2 pax 101,97 euros.
Estuvimos hace unos fines de semana y el cocinero nos comentó que estaba cambiando la carta, que había
algunos platos de la carta que los había cambiado por otros. Se ofreció a prepararnos lo que quisieramos
a parte de lo que hubiera en la carta y así lo hicimos, nos preparó un arroz biológico con cigalas que le habían
traído que estaba bueno, el resto de platos bien, un ravioli de langostino muy rico, pero quizás algo
sobrevalorado, unas almejas a la marinera con un sabor simple y un aperitivo de carpaccio de cap i
pota y langostino que estaba bueno. Los postres correctos, aunque digamos que la innovación del peta-zeta
ya está muy vista, ¿tendría que ser algo más innovador?, ¿buscar nuevos contrastes?.
La decoración no concordaba con el concepto del restaurante, maderas estilo japonés, incluso una plancha,
pero claro, luego ves la carta y tampoco hay gran cosa que pueda encajarse en ese concepto de local.
Como resumen diré que nos arriesgamos a ir, buscando una alternativa en el Delta del Ebro,
pero que para nosotros, no cumplió con las espectativas generadas a partir de otros comentarios de este foro.
Sin desmerecer el trabajo del cocinero, creo que la ilusión por una cocina creativa se tendría que expandir
en todos los sentidos de su carta.
Nuevo en concepto, en esta zona turistica.
Sorprendente ambiente i calidad en la elaboración de los platos. De una zona con gran calidad i exoticos productos gastronòmicos, ha sabido reinventar lo que ya de por sí tiene éxito: la gastronomia como destino turistico !
Solo cabe esperar que depure poco a poco la calidad del servicio. Con el tiempo creo que mejorarà la espera entre plato i plato.
Por lo demás muy bien.
Degusté la nueva carta de postres del restaurant ferment. Traté de emular mi visita a Espai Sucre de Barcelona, por lo tanto degusté una cena de tres postres.
Empecé con un flan de chocolate blanco y ron Barceló decorado con isomalt.Tenía mis dudas; la mezcla de ingredientes, el ron con el chocolate blanco pudieron dar buena textura al flan. Tengo que decir que el postre era muy goloso, tenía textura en boca, se notaba el ron y todos los ingredientes daban una harmonía a este postre de flan. 4€
El segundo postre era una tarta de chocolate guanaja con helado de cacao amargo. Un postre muy bien presentado en plato dónde se complementaban muy bien el pastel de chocolate y el helado de cacao. A resaltar la suavidad del helado, aunque era de cacao amargo era muy suave. 6€
El tercer postre. El cocinero me preguntó si me gustaba la tarta tatín. le dije que sí. Él me sujirió que probara la suya y me dijo que tardaría 20 minutos. Me parecieron largos pero se volatizaron cuando me presentaron el postre. Recorde lo que es una buena tarta tatin, que llevaba tiempo sin poder comer. Los trozos de manzana, la tartaleta sablé bretón, un helado de pan de especias, todo harmoniosamente sin confundir ningún sabor, disfruté como un niño.
Hay un cocinero en este restaurante con mucha pasión por la cocina.
G.T.
Es un poco difícil encontrarlo, ya que esta ubicado en el mismo local de la familia "Hostal Paca".
la decoración y la plancha recuerdan un poco a los restaurantes japoneses.
El cocinero ha estado trabajando en Barcelona y en París, lo que se puede comprobar en la actualización de su cocina.
La materia prima con la que trabaja es muy buena, y muchos de los platos tienen algún toque japones, trabaja con algas, soja, wasabi..
Tomamos varios platos de primero:
- Colas de Langostinos rebozadas y cubiertas por unos fideos muy finos todo frito, servido con salsa de soja y wasabi- Bueno 4€/u
- Tostaditas con gelatina de tomate y anguila ahumada - Muy Bueno 2,5€/u
- Foie Gras - Bueno 15€
- Arroz con Buey de Mar - muy cremoso y sabroso el arroz estaba en su punto - Buenísimo ( Se tiene que pedir por encargo, nosotros no lo hicimos pero como no había mucha gente pudieron hacerlo)
- Espuma de crema catalana con maracayá - flojito 5€
- tostaditas con chocolate templado, aceite y sal- muy bueno 2,50€
- Cafés - normalitos 1,20€
- L'equilibrista 08, - Bueno- 14€
No cobran el pan ni los aperitivos