Volveremos a vernos por tu casa!!!! Una casa llena de luz, de elegancia, sencillez, atención, una bodega tremendamente sensual y un producto de primera. Además de estar en la misma playa.

Recomendado por José Ruiz (alias el maestro de la sabiduría) ahí que fuimos 12 de despedida de soltero que buscaban un sitio en el que comer bien, porque no se sabía si podríamos comer más, jejejejejeje.

A menú cerrado de 35€ por persona, incluyendo bebida, postre y café, con 3 entrantes, ensalada y dos arroces a compartir... Vamos, que hubiéramos comido 16 perfectamente.

Los entrantes:
-Tellinas: de buen tamaño, muy limpias de arena (alguna había), aunque con un punto de sequedad, pero tremendas de sabor.
-Almejas a la marinera: pedazo de almejones, con una salsa marinera que era puro mar, que no le restaba sabor a las almejas, sino que las potenciaba.
-Fritura de pescado: tremenda. Nada aceitosa, con una gran variedad de pescado y un punto de fritura perfecto.
-Ensaladas: aunque pedimos de dos tipos, no las sacaron mixtas. Pidieron disculpas por el error y nos invitaron a un chupito cortesía de la casa.

Plato fuerte: arroces:
-De verduras: con un punto de cocción perfecto, un gran fondo, pero que compitiendo con el que tomamos a la vez, se vió totalmente eclipsado.
-De marisco: FONDAZO con mayúsculas. Y una gran cantidad de "tropezones". El que más gustó y el mejor plato junto a las almejas. Una delicia, con un punto meloso delicioso. Servidos ambos arroces en su paellón y comido a cullerà i mosca.

El pan nos lo sacaron recién hecho y estaba tremendo también: crujiente, sabroso, con una miga rica y esponkosa.

Postres_ no sacaron un surtido de tartas, en el que destacaron la de chocolate negro y la de chocolate blanco (y mira que a mi me gusta muy poco el chocolate blanco).

Para beber nos sacaron como vino de la casa Tarima tinto y un blanco alicantino del que no recuerdo el nombre, pero que tenía una gran frescura y una buena acidez.

Buen café, que acompañamos con ese chupito cortesía de la casa, un par de copas por cabeza, una botella de Raventós "de la Finca" y otra de la Selección personal para los que no queríamos combinados.

El trato, de 10, ya que teníamos el turno a las 15:30 y llegamos poco antes de las 15:40 (los taxis nos hicieron esperar una miaja). Nos recibieron con una sonrisa cuando en más de un sitio ya nos hubieran mirado mal. Y salimos de allí poco antes de las 20. Y cuando decíamos que nos íbamos, a pesar de haber recogido el comedor y demás, nos decían que nos acabáramos las copas tranquilos, que de su casa los clientes salen sin prisas.

Una maravilla. Y su bodega: espectacular. No quería mirarla para no dejarme los ahorros, jajajajaja.

Gracias José!!!!

P.D:: de los 50€ por cabeza, entraba el cubierto del novio, sino por unos 45€ habríamos salido.

Aparte de la carta tiene varios menús, el de 24€ nos encajaba casi a la perfección con lo que queríamos comer, así que ese pedimos. Fue una buena elección, con ese menú se come bien tanto en calidad como en cantidad.
Eramos 7 para la comida.

Entrantes:
─ Anchoas ( menú ). 8/10. Sobre una base pimiento y berenjena asada y una rebanada de pan tostado.
─ Croquetas de jamón ( menú). 7/10. Muy clásicas y buenas.
─ Langostinos cocidos ( menú ). 6/10. Aunque más bien pequeños, buenos de sabor.
─ Fritura de pescado, gambita frita, calamares romana y boquerones ( menú ). 7/10. A mi la gambita después de los langostinos sobra (o los langostinos). Su sustitución por unos mejillones, berberechos o similar seria un acierto, en mi opinión.

Principales:
─ Arroz negro ( menú ). 6/10. Otras veces que he estado aquí el arroz me ha resultado más sabroso, quizás la marabunta de gente también se deje notar en cocina.
─ Arroz marinero ( menú ). 6/10. Idem.
Postres:
─ Variado de postres (menu). 6/10.

Bebidas:
─ Flor de vetus (2 x 17€). Un verdejo muy interesante.
─ Estones (2 x 27€). Un priorato que no conocíamos y nos gustó mucho aunque es cierto que ya tiene un precio para gustar a todos.

Lo que más me ha gustado:
─ IVA incluido.
─ Pan incluido.

Me hubiera gustado más si:
─ Menos ruido en algunos momentos.

La nota de esta comida fue de 42€ por persona todo incluido.

**** ¿Te resulta interesante lo que estas leyendo?. Lee el resto de los detalles en http://guide-alicante.com/julio-arroceria-playa-de-san-juan-2015/ ****

Debe ser que uno no tiene grandes esperanzas cuando va a comer a un restaurante a pie de playa, pero lo cierto es que quedé gratamente sorprendido de mi visita a Casa Julio, en la playa de San Juan en Alicante.

Su ubicación es en la misma arena, desafiante ante la Ley de Costas, con una sala interior decorada como un restaurante de la Gran Vía, y una terraza exterior cubierta, con sus aseos a pie de arena, que es lo que le hace mantener su alma chiringuitera.

Las primeras sorpresas vienen con la carta de vinos, extensísima y variadísima, así como con la pecera de mariscos o la nevera de postres, bien a la vista desde recepción.

Respecto a la comida, disponen de varios menús muy ajustados de precio, con arroz como protagonista, y además puedes pedir de carta.

Las frituras de pescado son bastante correctas, las croquetas las sirvieron pelín frías, unos langostinos frescos, pero pequeños y un arroz a banda más que digno. Con surtido de postres, cerveza y un Marina Alta por apenas 30 €.

Buena relación calidad precio teniendo en cuenta la ubicación y las vistas, y las indignas clavadas a las que uno está acostumbrado en circunstancias similares.

Restaurante situado a pie de playa en la misma arena, el edificio es blanco, decorado con una banda azul (ambiente marinero) en el interior también se reproducen los motivos marineros. El mobiliario más bien clásico. Dispone de terraza al aire libre en un lateral y otra acristalada en su frontal. Las mesas están muy juntas.

La carta es muy amplia y clasificada en: entrantes, ensaladas, pescados, carnes, arroces y postres. La comida es tradicional mediterránea con fuerte presencia de productos del mar y su producto estrella parece ser que son los arroces, en todas sus versiones: seco, meloso o caldoso. Ofrecen un par de menús por 22 y 26 euros (bebidas no incluidas) bastante completos.

Sorprende la carta de vinos, por su extensión (alrededor de 300 referencias) y variedad, dónde podemos encontrar desde referencias clásicas hasta las de más rabiosa actualidad. Está clasificada por tipos, diferenciando entre españoles y extranjeros, y dentro de éstos por D.O.’s o indicaciones geográficas. El coperío decente. Los vinos descansan en armarios climatizadores y son servidos a temperatura correcta. El vino se presenta, abre, se da a probar y luego se deja en la mesa o cubitera en régimen de autoservicio.

Nuestra experiencia fue al mediodía para comer en el largo puente de “La Constitución” por lo que se hizo imprescindible reservar, el lleno era absoluto. Nos decantamos por la opción de menús y probamos varios arroces, todos ellos de excelente factura. Al final con las aguas, refrescos, cervezas y vinos, la cuenta ascendió a unos 35 euros por comensal.

Recomendable por las vistas, los arroces y la extensa y variada carta de vinos.

Lo que aparenta ser un típico chiringuito de playa arregladito, sorprendentemente resulta ser un muy buen restaurante de cocina mediterránea. Pegado al mar, en plena Playa de San Juan. Lo puedes disfrutar todos los meses del año, así que evita las aglomeraciones de los meses de julio y agosto.
La carta de vinos es soberbia y el trato que se ofrece al vino es adecuado. Precios de vinos en carta imbatibles. El sumiller del local es Ángel, extraordinario profesional. En cocina oficia la familia propietaria del restaurante.
La calidad de los platos es destacable. En especial los arroces. No te los pierdas. Se ofrece un menú de 22 euros que no incluye bebida que es la mejor elección.
La cena maridaje en la que participamos, para más de sesenta personas, estuvo a la altura de los vinos de Fernando. Se inicio con un rapé a la plancha, con gambas rojas. Exquisito. En su punto; lo degustamos con su vino Blanco Erre Punto. Continuamos con una ensalada variada de miel con jamón de pato y piñones tostados. Muy correcta. Nos sorprendió a continuación con el pincho del abuelo, una elaboración local con sobrasada, pimiento verde, chorizo y una lámina de jamón ibérico. Para mi gusto, con sobrasada en exceso. Estos dos platos se maridaron con el Tinto Viña Coqueta, que aún no está en el mercado pero que sorprenderá a los seguidores de los vinos de Fernando.
Un plato más contundente prosiguió: habitas baby con morcilla y coronado con huevo de codorniz. He encontrado este plato en algún otro restaurante, muy interesante. Maridó muy bien con el vino Tinto Ramírez de Ganuza. Tras un sorbete de mojito, nos metimos entre pecho y espalda un solomillo de ternera con pastel de patata y tomate. Muy bien confeccionado con una carne espléndida y con una compañía extraordinaria: TRASNOCHO.
Recomendable también el Mus de Turrón Casero, que disfrutarán los más golosones. Aunque yo lo hubiera preferido menos dulce.
El precio de este marideje realmente es simbólico, porque se trató en parte de una presentación de vinos.