Chiringuito bien entendido

Debe ser que uno no tiene grandes esperanzas cuando va a comer a un restaurante a pie de playa, pero lo cierto es que quedé gratamente sorprendido de mi visita a Casa Julio, en la playa de San Juan en Alicante.

Su ubicación es en la misma arena, desafiante ante la Ley de Costas, con una sala interior decorada como un restaurante de la Gran Vía, y una terraza exterior cubierta, con sus aseos a pie de arena, que es lo que le hace mantener su alma chiringuitera.

Las primeras sorpresas vienen con la carta de vinos, extensísima y variadísima, así como con la pecera de mariscos o la nevera de postres, bien a la vista desde recepción.

Respecto a la comida, disponen de varios menús muy ajustados de precio, con arroz como protagonista, y además puedes pedir de carta.

Las frituras de pescado son bastante correctas, las croquetas las sirvieron pelín frías, unos langostinos frescos, pero pequeños y un arroz a banda más que digno. Con surtido de postres, cerveza y un Marina Alta por apenas 30 €.

Buena relación calidad precio teniendo en cuenta la ubicación y las vistas, y las indignas clavadas a las que uno está acostumbrado en circunstancias similares.