Restaurante Restaurante de Loreto en Jumilla
Restaurante de Loreto
País:
España
Provincia:
Localidad:
Cód. Postal:

Añadir tipo de cocina

Añadir vino por copa

Precio desde:
24,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Cierra:
noches (excepto viernes y sábado) y domingos
Nota de cata PRECIO MEDIO:
36 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.9
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
7.0
Comida COMIDA
7.2
Precio medio entorno ENTORNO
8.5
RCP CALIDAD-PRECIO
8.9
ijada
croqueta
gamba
pan
puerros
sarten
Ijada de atún en suave salazón, sobre hoja crujiente, crema de limón encurtido y sal de torreznillos
Gazpachos al estilo Loreto, con conejo y trufa negra.
Tarta de queso y helado
Sartén de patata, calabaza, crema de ajos negros, y huevo campero crujiente
Tartar de gamba roja, rouille de almendras y bullabesa de sus cabezas
Gazpacho de remolacha, helado de queso de cabra, oliva negra y Granny Smith
Opiniones de Restaurante de Loreto
OPINIONES
7

Tras una recomendable visita a la población durante toda la mañana, terminamos a comer en este local, muy céntrico y que el amigo @JOSERUIZ ha descrito de forma magistral y que, por supuesto, no ha cambiado ni debe cambiar ni en su estructura ni en su buen hacer.

Tras la entrada y recepción nos ubican en una pequeña sala (antigua habitación de la casa con baño privado) donde hay otra pareja y luego se completaría con otra mesa. Se respira elegancia en las mesas bien vestidas, cómodas, amplias, con sillas clásicas acolchadas; con buenas copas vajilla y cubertería con cambio en cada plato.

El servicio de sala es muy eficiente, con buen ritmo de salida de platos de cocina, buenas explicaciones y perfecto servicio del vino por copas en la mesa y con cata previa. La carta de vinos es espectacular (incluye vinos Vintage) y propia de un local con estrella Michelín que yo creo que ya merece tras llevar con Sol Repsol desde 2015 y Sol sostenible desde 2024 pues ha sido su filosofía de trabajo de forma casi obsesiva desde sus difíciles inicios (nace en 2006 y le pilla la crisis 2008) cuando en la zona este tipo de cocina parecía de otro mundo (y lo era) como en su momento esta casa modernista que pertenecía a la familia de Bodegas Casa Castillo, rompió moldes. Las hermanas Irene y Eva López hacen hasta su cerveza, su vinagre y una rara bebida entre sidra y vino, hecha con peras locales de descarte de venta por mala estética.

La parte de cocina se traduce en una bastante extensa carta con muchas y variadas opciones pero casi todos vamos por la parte de menús y que son uno más moderado llamado "Origen" (39.95€) con los llamados imprescindibles, y otro más extenso llamado "Inspiración" (52,50€) con la selección personal de Irene en cocina; siempre bebidas aparte. La verdad es que no nos atrevimos al largo por considerarlo demasiado largo porque ambos mantienen una excelente relación cantidad-calidad/costo. Para beber después de perderte por un sin fin de vinos muchos muy difíciles de ver en cualquier carta de alto copete y en buenos precios, nos decantamos por un par de copas de un raro blanco local de sauvignon blanc del que no recuerdo el nombre pero que estuvo muy correcto; luego una copa de Adorado Solera 1967, un curioso generoso de V.T. Castilla y León, de uvas palomino y verdejo, para seguir con otro curioso generoso Avreo Solera 1954 de la D.O. Tarragona, coupage de garnatxa tinta y blanca, espectacular de color y sabor,  también un viejete muy diferente. ¡¡Vaya vinos que hay por copas!!.

La sucesión de pases fueron:

. ijada de atún en suave salazón sobre hoja crujiente, crema de limón encurtido y sal de torreznillos: original presentación con mezcla de sabores con cierta acidez que hace salivar y empezar el disfrute.

. croqueta de la casa: perfecta en su exterior y cremosidad en su interior, bien de sabor.

. bocado de gamba roja, rouille de almendras y bullabesa de sus cabezas: intenso en sabor a gamba manteniendo elegancia.

. pan ácimo a la brasa con aceite y sal: con la sana costumbre de traer el pan empezada la comida ya que hay peligro de que en la espera te lo acabes sin pestañear. Dos posibilidades de pan de masa madre y pan de aceite, ambos buenos.

. puerros a la brasa, holandesa de tuétano y trufa fresca: buena verdura sin exceso de brasa, aporte de intensidad cárnica con el tuétano y el aporte de trufa bastante sutil.

. sartén de patata, calabaza, crema de ajos negros OCOCC y huevo campero crujiente: plato a compartir y terminado en mesa; cada elemento en su buen nivel y aportando al conjunto; la crema da ligazón al todo. La estética no es su principal virtud.

. gazpachos al estilo Loreto con conejo y trufa negra: trufa de la buena (tuber melanosporum) que me pusieron a mí las dos raciones. Platazo propio de la zona pero con el doble extra de la trufa, y ¡vaya pedazo de trufa! que se gastan, el plato sube a los altares. Quizás el mejor del menú.

. ravioli abierto de cordero segureño al ras El-Hannout y baba ganoush: cordero de la zona del Segura con aires marroquíes perfectamente guisado; la pasta al dente. LLena más de lo que parece.

. postre a elegir de la carta: Pvlova y estofado de fresas de temporada un clásico de la pastelería y el aporte ácido de la fresa que lo centra todo; tarta de queso de cabra Alma de Cerrón curado 72 meses una versión más pero que hay que destacar sobremanera la calidad del queso, potente y sobre una muy fina capa de galleta triturada que hace de una base innecesaria.

. petits fours - surtido de chocolatinas de Eva López: presentando en un costurero ya que la casa fue un sitio de costura. Son de chocolate blanco, con sal, con hierbabuena y chocolate negro; buenos todos.

Para cafés una sorpresa poder tomar un café asiático con sus 3 capas bien marcadas: café, leche condensada y licor que en este caso eran Brandy y el viejo Licor 43.

Un sitio de esos imprescindibles que hay perdidos fuera de las grandes urbes, que lo hacen fantásticamente en cocina con su base de cocina clásica pero adaptada al mundo actual y con cuidadas presentaciones; aquí además hay vinos como para quedarse encerrado en la bodega durante años; todo ello a precios muy comedidos. Esta filosofía sí que aporta en el plato, no como la del Noma.

  • ijada

    ijada

  • croqueta

    croqueta

  • gamba

    gamba

  • pan

    pan

  • puerros

    puerros

  • sarten

    sarten

Restaurante en el centro de Jumilla, situado en una bella casa modernista, con salones privados y patio central.

Optamos por el Menú "Orígen" - 37 euros, con bebida aparte.

* Pan ácimo a la brasa con aceite y sal. Nos cambiaron este entrante por pistachos del terreno.

* Ijada de atún en suave salazón, sobre hoja crujiente, crema de limón encurtido y sal de torreznillos. Un buen bocado para empezar el menú, con su toque salado ácido.

* Croqueta de la casa. Buena de sabor pero densa en su interior.

* Tartar de gamba roja, rouille de almendras y bullabesa de sus cabezas. Buen plato con todo el sabor del marisco en tierras de interior, en pleno altiplano.

* Gazpacho de remolacha, helado de queso de cabra, oliva negra y Granny Smith. Cremosidad y frescura de plato, con el punto ácido de la manzana.

* Sartén de patata, calabaza, crema de ajos negros, y huevo campero crujiente. La crema de ajos negros le aportaba frescura y perfume a la densidad de la patata y calabaza.

* Gazpachos al estilo Loreto, con conejo y trufa negra. Para mi gusto sobraba la trufa. El gazpacho ya tiene todo su sabor como para enmascararlo con la trufa. Hoy en día se le pone trufa a muchos platos, llegando a aborrecerla. Como diría mi amigo "Jota"... el gazpacho tiene mucha "acidez".

* Pastela de cordero segureño al ras El Hanout y su demi glace. Todo el sabor del Magreb con perfecta ejecución de la pastela. Para los muy golosos.

* Tarta de queso y helado. Un clásico postre, sin más.

* Selección de chocolatinas de Eva López.

* Vino D. O. Jumilla Finca CQ Bruma. Sedoso con una acidez equilibrada. 

Buen menú a precio correcto en un local lleno de encanto en pleno centro histórico de Jumilla. Para reponer fuerza en la jornada "Música entre Vinos"

  • Ijada de atún en suave salazón, sobre hoja crujiente, crema de limón encurtido y sal de torreznillos

    Ijada de atún en suave salazón, sobre hoja crujiente, crema de limón encurtido y sal de torreznillos

  • Gazpachos al estilo Loreto, con conejo y trufa negra.

    Gazpachos al estilo Loreto, con conejo y trufa negra.

  • Tarta de queso y helado

    Tarta de queso y helado

  • Sartén de patata, calabaza, crema de ajos negros, y huevo campero crujiente

    Sartén de patata, calabaza, crema de ajos negros, y huevo campero crujiente

  • Tartar de gamba roja, rouille de almendras y bullabesa de sus cabezas

    Tartar de gamba roja, rouille de almendras y bullabesa de sus cabezas

  • Gazpacho de remolacha, helado de queso de cabra, oliva negra y Granny Smith

    Gazpacho de remolacha, helado de queso de cabra, oliva negra y Granny Smith

Ubicado es una casa de estilo modernista y alto abolengo del siglo XIX, ubicada en el centro histórico de Jumilla. Sus salones en planta baja, albergan los distintos comedores (hasta tres me pareció contar). Decorados techos y paredes con respeto por la época gloriosa del edificio, el mobiliario para restauración es actual, con mesas bien vestidas, buenas vajilla y cubertería. Destacable el patio interior de ambiente apacible y relajante.

La cocina que ofrecen es de mercado, con pinceladas creativas. Se puede ordenar a la carta (variada y bastante amplia) o decantarse por alguna de las opciones de menús propuestos.


La carta de vinos, cuenta con unas 70 referencias y está organizada por tipos e indicaciones geográficas. Está centrada en los vinos más cercanos (Jumilla, Yecla y Bullas), aunque también ofrece los “imprescindibles” Rioja y Ribera del Duero. El sobrecargo en los precios es moderado y los vinos se sirven a temperatura adecuada. La cristalería de calidad y el servicio del vino cumple con los formalismos iniciales de presentación, prueba y primer relleno.

Nuestra experiencia: fuimos siete personas, por lo que nos acomodaron en el saloncito privado de paredes verdes. Sentados alrededor de una gran mesa redonda, estuvimos muy a gusto.

Optamos por el menú de picoteo (18€) muy adecuado para cenar, consistente en:

Ensalada al humor de la cocinera. Básicamente era una ensalada de queso de cabra de textura original, con nueces, pasas, etc., bien aliñada y combinada.
Buñuelos de morcilla y mermelada de pimientos. Bien de textura y original combinación, una lástima que salieran fríos consecuencia de una inadecuada descongelación.
Croquetas de jamón y pollo y croquetas de gamba roja. Buenas y sabrosas todas ellas.
Salteado de setas del tiempo con gambas y huevos crujientes estrellados. Combinación clásica envuelta en un saquito de pasta filo o similar.
Patatas asadas y alioli al romero. Correctas las patatas y acertado el punto de la salsa.
Montadito de solomillo de cerdo con salsa de turrón. Buena combinación.
Mini postres de la casa: chupito de crema de vainilla quemada al aroma de azahar, Brownie de chocolate con mousse de yogur y té rojo, así como Tarta de queso con mermelada de zanahoria. Correctos todos, sin sobresalir, pero sin desmerecer.

Nos atendió Eva, muy simpática, atenta y dispuesta. Irene salió de la cocina para traer y presentar algunos de los platos. Fueron muy profesionales cuando dieron rápida y amable respuesta, adaptando el menú para Cath que es ovolácteovegetariana.

Acompañamos el menú con un Olivares 2010 y con un imponente Juan Gil 18 meses del 2008, además de dos botellas grandes de agua mineral.

Completo y con fotos en: http://www.vinowine.es/restaurantes/cocina-de-mercado-en-un-edificio-modernista-del-xix.html

Habiendo cerrado Casa Luzón, miramos en Verema y nos decidimos por este restaurante, dadas las buenas críticas. Y no nos defraudaron, francamente.

Lo más difícil fue encontrar una sombra para dejar el coche, en cuyo maletero había: una caja de Carchelo syrah, una caja con dos carchelos monastrell, un Vedré, un Sierva, un Canalizo, seis Valtoscas, un Valtosca magnum, un Clio, seis Juan Gil 12 meses, dos Juan Gil crianzas, Dos Juan Gil Syrah, Dos Juan Gil Jóven, doce Olivares Monastrell Dulce, Un Petit Verdot de Casa la Ermita, un Crianza Casa de la Ermita........ Curiosamente, está prohibido aparcar los días impares en un lado de la acera, y los días pares en otro lado.

Bien, superado el riesgo de joder más de 50 botellas de vino, llegamos. Un entorno elegante, un hilo musical de películas clásicas años 40 y 50, solo otra mesa además de la nuestra.

Elegimos el menú degustación, compuesto de:

- Ensalada al humor de las cocineras: en este caso estaba de buen humor, con buen tomate, nuez, salmón.... muy rica.

- Las croquetas de gamba roja y jamón ibérico. Buenas las dos.

- Buñuelos de morcilla: muy ricos, servidos con una salsa de membrillo.

- Los raviolis de confit de pato y setas: deliciosos.

- Popietas de bacalao con salsa de naranja. Bien.

- Solomillo de cerdo albardado en bacon. Bien.

- Variado de postres: había un par de sorbetes, alguna pieza de fruta y algo de flan. Lo más flojo, pero ya nos sobraba comida.

El menú son 20 euros por persona incluyendo pan. Bebimos un par de cervezas y una botellita de Casa las Especias crianza 2006, de Yecla, pues por la tarde íbamos a ir allí a por alguna otra botellita. Buenas copas y buena temperatura. La carta de vinos marcada por Jumilla, lógicamente, pero también hay espacio para otras denominaciones.

Con lo comido y bebido, la atención y el entorno, teniendo en cuenta la relación calidad-precio, el sitio se recomienda solo.

Muy bien.

Asi se ha llamado la 5ª semana gastronomica en Jumilla que pudimos disfrutar visitando este restaurante con un menu degustaciòn muy acertado y con un precio comedido. Entrantes al centro. Ensalada de tomate, simple pero muy bien aliñada con ajo picado y aceitunas. "chirriguelas" de cordero con alcachofas fritas, muy rico. Queso de cabra de Jumilla con pisto. Chips de boniato con miel (de vicio). Coca al estilo del pueblo, normalita. De plato principal, yo pedi ventresca de bacalao con frito de pimiento y tomate, muy rico, y mi pareja Chuletas de cabrito con ajos tiernos, bueno. Postre, pan de calatrava, casero. Pan con vino y azucar, bizcocho borracho y vino dulce, en pequeñas porciones. Todo muy bien, con un servicio muy profesional. El vino que acompañaba el menu ese dia era un Xenisel 2007, normalito.

Bonito restaurante con decoracion clasica y varios salones. Carta de vinos algo corta, centrada en vinos de la zona, con precios comedidos. Comida para dos:
-Croquetas de gamba roja y de jamon iberico(8e).
-2 Tosta Loreto, hojaldre al pimenton, cebolla caramelizada, foie a la plancha y reduccion de vino dulce (4e).
-2 Montadito de rabo de toro y nube de parmesano (4e).
-2 Buñuelitos de brandada de bacalao con alioli al azafran y tapenade (3e)
Platos principales:
-Taco de atun blanco, bombones de tomate y salsa de ostras (10e).
-Solomillo de buey con patatas fondant a la vainilla (16e).
Raciones demasiado generosas.
Postres:
-Milhojas de manzana y leche frita (4.50e).
-Tiramisu con frutos rojos (4e).
Todo correcto. Servicio del vino inexistente, abrieron la botella y la dejaron encima de la mesa. De beber tomamos un Alceño Seleccion 05 a 15e, servido a temperatura correcta, pero en copas inadecuadas, como de agua o cervaza. Agua y cafe. RCP muy buena. Buena opcion si estas por la zona.

Muy cerca de la Iglesia El Salvador. Sorprende el interior de este antiguo edificio jumillano rehabilitado que hace más de un siglo pertenecía a importantes bodegueros de la zona. Preciosos salones, patio y escaleras, donde se cocina con excelentes productos regionales, algo de creatividad y muy buen saber hacer. Valiente apuesta en esta zona, que debería triunfar por su honestidad.
Buen trato y servicio por parte de Eva.
Tomamos para 5 personas: Entrantes: Ensalada de bonito, tomate y alcachofas fritas, Ensalada de pimientos asados y juliana de sepia, Queso de cabra jumillano frito con crema de pisto y Escalivada con bacalao. Principales: Risotto de setas y gamba roja (increible la gamba), Magret de pato con manzanas glaseadas y Bacalao al vacío con alioli al azafrán. Postres: Milhojas de leche frita y manzana, Couland de chocolate y Frutas (fresas y kiwi)con chocolate puro. Todos los platos a un gran nivel.
Carta de vinos con 70 referencias (lógicamente predominado la DO Jumilla). Excelentes vinos los que se están haciendo en esta zona, desde los jóvenes monastrell hasta los más complejos y reconocidos. Tomamos Juan Gil crianza 12 meses (16 euros) y 4 copas de Omblancas Laín (joven 1,90 la copa).
Esta zona de Murcia sorprende al igual que este restaurante, que nos dejó con buenísimas sensaciones. Excelente RCP.

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