Después de casi 5 años, volvimos a acercarnos a las rejas sobre todo queríamos conocer a Ertlanz cocinero que junto a Manuel de la Osa llevan el peso en las rejas.
El local ha sido ampliado y remozado, una parte nueva y de estilo minimalista, muy claro y con mucha luz, pero un tanto frío, el resto del restaurante sigue igual, pero los colores han cambiado, siendo el predominante el color blanco.
En su día salimos muy contentos con la cocina y menos con el servicio del vino, en esta ocasión...., bueno por partes.
Comida, le dijimos a Ertlanz que nos pusiera de comer y aparte de tres aperitivos, tomamos:
La Comida:
Ostra, escabeche trufado de perdiz y virutas de hongos.
Gambita de Huelva, jugo yodado y granizado de manzana y albahaca.
Foie al vino blanco y crema de pera y vainilla.
Crema de queso manchego con membrillo, frutos secos y otros aderezos.
Navaja, perdiz gróese, limón y cacao.
Duelos y Quebrantos.
Sopa caliente de ajo morado de las Pedroñeras.
Morcilla de pitxon con crema de patata.
Galianos Manchegos.
Lubina de anzuelo con pisto manchego.
Lomo de ciervo, cerezas y vino tinto.
Queso manchego de ajo.
Zanahoria liquida y cruda con pan de especias y helado de coco.
Brúlee de azafrán con helado de chocolate.
Leche de oveja ligeramente cuajada con helado de miel y arena de cacao.
Panes caseros y petit fours.
Y no tuvimos que pedir que un ultimo plato de carne no nos lo sirvieran, solo podemos decir que una gozada, un pero, no sabemos, pero bueno, que la crema de queso manchego era mucha cantidad que acompañada con el magnifico pan, nos quito hueco para el ultimo plato.
Víctor esta a la cabeza del servicio del vino, y nos borro por completo, nuestra anterior decepción en este apartado, da gusto escuchar su sabiduría, con nosotros acertó de pleno con el maridaje.
Los vinos:
Andrés clouet champagne.
Aurus Sauternes 2006
El blanco no lo recuerdo
Venta de la osa 2004
Cuvee Sicilia 2007
Gin de Citadelle y un puro Hoyo de Monterrey.
El servicio, muy atento, siempre dispuesto y pendiente sin cansar.
Una gozada para el cuerpo y los sentidos.

Es lo peor que tiene, que está en mitad de ninguna parte. Resulta algo caro pero yo lo achaco al servicio: más personal que la media, y eso se nota en la correcta atención. Sobre el menú, me parecieron más flojos los platos con productos "de moda" (navajas, ostras...) al margen de la zona y la estación, pero salieron estupendos los pegados al terruño: la sopa fría de ajo, los galianos, los sesos de cordero, la lechona, la perdiz escabechada... Los postres también fueron muy buenos, en especial, la sopa de melón con helado de yogur y plátano caramelizado. En suma, platos con carácter y servicio muy bien coordinado.

Me decepcionó algo la visita realizada por primera vez. El maitre nos endosó quisieramos o no la famosa sopa de ajo (que resulta ser una copa fría), que luego nos costó 26 euros por persona.
El cordero y el cochinillo, normalito. De entrante un foie a medias, que no era para tirar cohetes.
No tomamos vino, había que conducir.Postres regulares.Servicio amable, sin pasarse.Relación calidad/precio, disparatada, demasiado caro. Y todo, menos los postres, con demasiado ajo, aunque estemos en el pueblo del ajo.

Otra visita a este afamado restaurante,esta vez el menu mas redondo que nunca , desde los entrantes,pescados ,y carnes;memorable el arroz de piñones,en definitiva una cocina arraiga en los sabores de antaño.buen servicio del vino con buenas sugerencias del sumiler.
Resumiendo una grata visita

Totalmente de acuerdo. La cocino de Manuel de la Osa es increiblemente vinculada a su tierra. El menú degustació muy completo y regado con varios vinos a unos precios no muy subidos por la categoria del local. A destacar el servicio a mesa y el del vino.

Pues eso... una comunión en toda regla, con viandas manchegas trabajadas personalísimamente por el chef Manuel de la Osa. No defraudó, ni el menú degustación que disfrutamos, ni el servicio en sala: acabamos hablando con el maître de vinicultura manchega. La carta de vinos es mejorable (precisa un reciclado); muy amplia en cuanto a número de referencias. Buenas copas. El entorno magnífico. Del menú degustación, a destacar por encima de todo el risoto de piñones, una creación originalísima que fue premiada en Madrid fusión; también muy destacable su versión del gazpacho manchego. Las carnes muy bien trabajadas y le pondría algún pero a los pescado (un lomito de atún y el bacalao), que en mi opinión no estaban al punto, sino más bien crudos. Volveremos.

Servicio del vino: Aceptable, personal preparado, pero carta bastante pobre para nivel del restaurante.

Comida; Muy buena matería prima y presentación aunque algo corta de elaboración. Menú largo de 80€ con unos 13 platos y alguna repetición cansina de productos.

Entorno; el interior es cuidado pero desde luego el exterior necesita una buena reforma para que no asuste el entrar.

Más fotos y detalle de lo sucedido...

http://vinsimes.blogspot.com/2008/03/vamos-pago-del-vicario-ciudad-real-y.html

Lo siento, pero voy a decir la verdad, estuve en noviembre en este restaurante, en las pedroñeras, hicimos el viaje desde valencia, porque nos dijeron que valia la pena, un desengaño total, al final el viaje fue lo mejor, para encontrar el restaurante dificilisimo, la fachada de una casa cualquiera, cuando entramos, las mesas muy pegadas las unas con las otras, el vino, nos dejamos aconsejar porque no sabiamos lo que hibamos a comer, la acertaron, bebimos el seque de alicante,si no fuera porque los camareros se dejaron la mitad de vino en el mantel, al igual que el agua, que la sirven pero... asi de aquella manera, pedimos el menu degustacion, buen producto pero no llegan a cumplir la regla de tres: precio, buen producto, cantidad. Poca cantidad para los platos que ponen, no llegaban a cucharada cada plato, menos mal que comimos bastante pan .Bueno parece que estoy haciendo una critica muy fuerte pero es la verdad, me esperaba un poco mas de de la osa, lo siento pero no volvere ni yo ni los 5 compañeros con los que iba.
P.D: Y sabeis que , a pesar de todo esto, el local estaba a reventar, no se la gente, paga sobre 90 o 100 € i no piden nada mas, muy mal....

Nos fuimos ilusionados mi mujer y yo a comer a este templo de la gastronomia aconsejados por mi sobrino Oscar.Sinceramente no es para tanto.El menú degustación es raro.La historia del pan es bonita y correcta.La sopa excelente.Ni la ostra ni la almeja merecen la pena.El gazpacho regular y el pescado simple.los postres correctos.En general, a pesar de tanto plato salí con hambre poque las raciones son escasísimas.Como el pan estaba tan bueno comimos bastante.Pagamos 202 euros y, sinceramente, no volveremos.Hay menús degustacion en Cantabria (Jesus Sanchez)y Madrid (Las Cuatro estaciones)mucho mas completos y exquisitos.Bebimos El Vinculo 2004 excelente.

Es el mejor restaurante al que he ido, fui un 30 de diciembre, asi que tuve suerte y no estaba muy lleno. Nos atendieron genial, el sumillier fantastico y el metre encantador.
Pedimos el menu degustacion y disfrute comiendo, 13 platos + petits fours, el cafe buenisimo, el finca sandoval, espectacular, casta diva con los postres, un solomillo de liebre riquisimo, salimos a 100e por cabeza y no me importo pagarlos, si vuelvo por cuenca, alli ire de cabeza!