Restaurante Bar Hermanos Teresa en Zaragoza
Restaurante Bar Hermanos Teresa
País:
España
Provincia:
Localidad:
Cód. Postal:

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Añadir vino por copa

Precio desde:
12,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
18 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
6.8
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
5.7
Comida COMIDA
7.9
Precio medio entorno ENTORNO
5.0
RCP CALIDAD-PRECIO
7.6
Tortilla Española sobre Salsa de Pimentón y Cominos
Chipirón Negro con Sorbito de Salmorejo Cordobés
Carrillera Ibérica con Puré de Mango y Reducción de Tinto
Opiniones de Bar Hermanos Teresa
OPINIONES
5

Era una noche idónea para picar algo ligerito y a mi colega se le ocurrió que este podría ser un buen sitio.

Su ubicación, algo alejada del centro, fomentaba la caminata previa para abrir el apetito. Así pues, rozando la voracidad tras perdernos durante el paseíto, necesitando la ayuda de varios transeúntes y por supuesto del bendito maps de turno, llegamos casi a las 23 h.

Nos acomodamos en la barra ya que las mesas estaban todas ocupadas. Local manifiestamente correcto y funcional pero del que no se puede destacar nada en concreto. Ideal para nuestro propósito.

Vistazo a la carta y esto es lo que tapeamos:

“La Tapa” de Chipirón Negro con Sorbito de Salmorejo Cordobés (2)

Fritada Aragonesa con Caracoles y Ajolio Gratinado.

Tortilla Española sobre Salsa de Pimentón y Cominos.

Taco Mexicano (2)

Delicia Crujiente de Pato al Calvados.

Carrillera Ibérica con Puré de Mango y Reducción de Tinto.

La mayoría con buen nivel y muchas de ellas premiadas en algún certamen gastronómico local. Destacaría la originalidad de la tapa del chipirón aunque su manejo resultaba un tanto difícil, teniéndotelas que apañar con el único palillo pinchado que llevaba. Mención para las tablas en la ejecución de la tortilla con una agradable textura y la infalible y melosa carrillera que ahora me sale hasta en las tapas. La versión del taco no estaba mal con un sazonado interior bastante afable. Un paso atrás quedó el pato y la anodina fritada.

Endulzamos el final con un Heladito de Yogur Griego bañado en PX al que se le notaba la crisis y un Café La Habana que no es otra cosa que un café bombón con ron.

Vino a copas de lo que disponían, en total se bebieron dos de El Perro Verde y cuatro de un par de tintos de Campo Borja cuyos nombres no recuerdo.

Y con esto dimos por finalizado nuestro periplo zaragozano… muy contentos de poder seguir disfrutando de esto de la gastronomía en sus diversas facetas. Como diría Matías Prats en el anuncio: Permíteme que insista pero es que… qué grande es Verema y los foreros que escriben facilitando que no pinches en la elección de los sitios donde comer.

  • Tortilla Española sobre Salsa de Pimentón y Cominos

    Tortilla Española sobre Salsa de Pimentón y Cominos

  • Chipirón Negro con Sorbito de Salmorejo Cordobés

    Chipirón Negro con Sorbito de Salmorejo Cordobés

  • Carrillera Ibérica con Puré de Mango y Reducción de Tinto

    Carrillera Ibérica con Puré de Mango y Reducción de Tinto

Tenía una deuda con este local, sito en una barriada popular alejado del centro turístico. Merece la pena darse un paseo y entrar en este local en el que, si no es por las referencias de buenos foreros de la ciudad, no entraría ni de coña.

Venía dispuesto a cenar en una de las 5 o 6 mesas de que dispone, pero es que ni el fútbol impide que esté lleno hasta la bandera. Me tomé los siguientes pinchos de "autor" sentado en un taburete junto a la barra.

Tengo que decir que la barra está llena de pinchos a cual más atractivo. Unos son fríos y otros calientes, de los cuales algunos se recalientasn desgraciadamente en una especie de horno eléctrico (no microondas). Me aseguré que los que pidiese hubieran sido reconocidos con algún que otro premio y que se preparasen al momento en la cocina.

- 1º Tapa de chipirón negro con sorbito de salmorejo cordobés: Un chipirón entero relleno con sus interiores y patitas, pasado por la plancha y envuelto en una cubierta muy fina, crujiente y negra por su tinta. Presentado encima del vasito con el salmorejo y sin mezclar. En realidad son dos pinchos en un uno. El salmorejo, fresquito, venía bien después de terminar con el chipirón.

- 2º Croqueta de borraja con sabor ahumado: Croquetón crujiente y relleno de una masa de bechamel fluida y borrajas. Perfecto. El mejor pincho de la noche.

- 3º Delicia crujiente de pato al calvados: Una empanadilla bien frita rellena de pechuga de pato deshilachada con manzana asada y flambeada con calvados. Aunque fuera premiado como el mejor pincho del 2008, no me llegó a entusiasmar, ya que me resultó muy dulzón.

- 4º Escalfado de corral sobre salsa de longaniza y rayitas de regaliz: Un huevo escalfado sobre una crema de longaniza y engalanado con rayitas de regaliz fluido. Bien.

- 5º Carrillera ibérica con puré de mango y reducción de vino tinto: Un clásico de la casa bien preparado. Carne muy melosa. Mejor con la reducción de vino tinto que con la acidez del mango. Cuestión de gustos. En cualquier caso, pincho atrevido y que me gustó.

- 6º Helado de queso idiazábal con trocitos de membrillo y nueces caramelizadas: Un tronco de helado con sabor nítido a queso. Al final me resultó un tanto cansino por la miel con el que decoran el postre.

Me llamó también la atención su oferta de unos 10 vinos por copas bien conservados en una vinoteca, teniendo en cuenta que es un bar de barrio. Más aún su simpática oferta de vinos de postre y orujos de varios países de Europa (calvados, grappa y orujos gallegos). No voy a puntuar este punto pues tomé 3 cervezas muy fresquitas y bien tiradas (mucho calor en estos días).

Precio total: 22.80€

Nota 1: El precio indicado es lo que costaría tomar 4 pinchos sin bebidas.

Nota 2: Un ratito me ha costado si puntuar la comida entre un 7 o un 8.5. Quizás los resultados no sean de sobresaliente, a pesar de sus muchos premios y reconocimientos, pero me he decidido por el 8.5 por la ilusión y el afán de crear pinchos originales en este local tan honesto y popular, cosa que valoro entre tanto copy&paste de otros muchos locales.

Nueva visita improvisada. Y sigo sin saber porqué le encuentro aire marinero, serán cosas mías...

Nuevas tapas, aunqeu me gustaron más las del día anterior, siguen siendo notables, y de gran imagunación, a saber, solomillito de cerdo (rebozado con harina de ¿almendra?, ¿maiz?, me ha parecido) con pasta de idizabal y ¿piñones? (3 €), de nuevo un piquillo relleno de chilindrón de gallina (2,60€), mejor esta vez, pero el relleno e spuro ave), cebollita confitada rellena de tigres al orujo gallego, de cuchara, caldoso, rico (2,6 €), y fritada aragonesa con caracoles cubierta con una muselina gratinada, muy rica, sin mucho caracol, pero estaba realmente bueno, y la fritada nada pesada.

Total con 2 tintos: 14,30 €, y casi comido.

Aun me queda media barra por probar (bueno, no tanto), y tooooda la carta de raciones ....

Visita casi improvisada, en un principio sí, luegho no, al final se me cruzaron los cables, y me fui a echar un par de tapas antes de ver el buen partido del CAI Zaragoza, llegué media hora tarde, pero mereció la pena.

Decoración clásica, una especie de mezcla de estilos, ente andaluz y taurino, como cometa Latrufa, al que le añadiria, un aire marinero que aun no sé por que me lo recuerda, algo asocio en los ventanales y paredes que dan a la calle pintadas de verde, y un toque final familiar, con fotos de los dueños y familia en diversos viajes. Al ser miéroles, y las ocho y media de la tarde, se encontaba a mitad (o incluso tercera parte) de capacidad, con lo que pude disfrutar de mis tapas con tanquilidsad y sin agobios. Lástima de ubicación.

Servicio amable, por parte del que aparentaba ser el dueño/encargado. Servicio del vino adecuado para tartarse de un bar de tapas, como se comenta una docena de vinos por copas, saliéndose en aprt de lo habitual, yo opté por un Coto de Hayas Garnacha centenaria, y un Terrai 04 (elaborado con Vidalillo/Crespiello), ambos a 2 € la copa, disponían tambien de un Somontano merlot que desconocía por completo, Care Roble, Viña Pomal y un RdD barrica que tampoco recuerdo, todos a precio parecidos.

La carta, básicamente centrada en las tapas, con alguan ración como complemento, pero la diversidad de elaboración, producto y presentación, hacen que tire bastante más la cocina en miniatura. Al ser mi prierm acercamiento, me tiré más hacia las premiadas (más de media docena, cuando hay poco bares en Zaragoza que repitan galardón), que hacia las que más me atraían, ya tengo excusa para volver lo antes posible. Lo que pedí:
Tortilla española sobre salsa de pimentón y cominos, bien, pero el más normal, una buena tortilla, elaborada de forma peculiar (creo que horneada en molde, de forma que quede por dentro a medio hacer, como debe ser), la salsa, igual demasiado intensa, o quizás le tengo cierto paquete al comino.
Piquillo de gallina al chilindrón sobre tostada: rico, quizás le vendría bien un poco más de jugosidad al relleno.
Chipirón negro con salmorejo cordobés: Chipirón relleno con sus patitas, y rebozado con su propia tinta, servido pinchado sobre un vasito de salmorejo, bueno y original.
croqueta de colmenillas y foie: vale, setas y foie, tiene que haber en todos lados, pero estaba tremenda.
Crujiente de pato al calvados: empanadilla de confit desmigado, con contraste dulce, bueno también.
Hamburquesa de ternasco con untico de ambar: Rica minihamburguesa servida sobre una tostada redonda que temo comprada en super (eso fallaba mucho), con un corte idiazabal y champiñón por encima, la caren buena, el acompañamiento flojeaba, aun así, mejor que el 95% de las tapas que nos podemos encontrar a lo largo de toda Zaragoza, lo matizo, porque aunque parezca que saco pegas a todos los platos, es por el potencial y buenas maneras que tiene el sitio, que lo convierten en uno de los 5 mejores sitios en los que tapear en la ciudad.

Como digo a 2 € cada vino y 2,5 la tapa, excepto la croqueta (1,70€), y la hamburguesa (2,80€).

Amenaza con convertirse en un fijo cuando juegue el CAI entre semana.

Alertado por los comentarios de un amigo y eligiendo un día entre semana, para poder disfrutar mejor del local, nos acercamos a este bar de tapeo ubicado en el barrio de San José, alejado de las zonas tradicionales de práctica de este "deporte" en la ciudad de Zaragoza.
Se trata de un bar que pasaría completamente desapercibido, por lo anteriormente comentado, si no fuera por el notable cartel luminoso de la fachada. La curiosa puerta es de madera pintada en verde con rejas negras, que a mi me recordó a la de un patio andaluz. La estancia es cuadrada, ocupando la barra el lado derecho y frontal de dicho cuadrado. El resto son banquetas de tapeo y pequeñas mesas casi de dos comensales. El ambiente es castizo, motivos taurinos, relativos al vino y numerosos recortes de prensa y galardones con los que han sido obsequiado los dueños, la mayoría referentes al buen hacer en el arte del tapeo. El ambiente castizo no es fruto de la poca actualización de la decoración, habitual en otras zonas más antiguas, si no de una intención. Por ejemplo suelo y paredes gozan de revestimiento moderno.
Desde luego existen dos opciones para comer, la barra y la mesa, la reserva de esta última opción solo se permite fuera del fin de semana. Al ir entre semana, reservé mesa, diría que hay seis o siete, pequeñas, aunque al tomar tapas, cuatro personas se pueden desenvolver en ellas. Lo demás propio de un bar, mantel individual de papel y cubiertos pequeños. Las copas decentes si tenemos en cuenta el contexto, no son las ideales, pero tampoco son las típicas de chateo. Se asemejarían a las estandar de cata.
Pero vayamos a la comida que es lo que importa. Hay alguna ración, pero creo que lo mejor es centrarse en la carta de tapas. Novedosas, elaboradas, consistentes y así reconocidas por numerosos premios en diversos certámenes.
Empezamos fuerte, sobre un pan ancho tostado con una fina capa de una mahonesa finisima, arenque marinado y anchoa del cantábrico. Espectacular. (Esta la hago en Navidad fijo). (2)
Recipente con pure de patata clarito y pulpo a la gallega, se mezcla y se toma con cuchara. Bueno, aunque el pulpo sufre si no está recién hecho. (1)
Empanadilla rellena de morcilla dulce, bañada por una salsa de pacharán. Muy buena la morcilla y la mezcla con la salsa, aunque no identifiqué mucho el pacharán. (1)
Hamburguesa de ternasco, pan tipo hamburguesa coronada con un crujiente de queso y cebolla confitada. Salsa perrins y mostaza. Curioso el crujiente y excelente la hamburguesa y combinación de ingredientes. (2)
Carrillera de ternera en salsa de mango y reducción de vino tinto, salpicado con algún trocito de mango. Espectacular, la mezcla y la textura de la carrillera. Mi preferida junto al arenque. (1)
Queso de cabra rebozado bañado con salsa de setas. Bueno aunque menos sorprendente. (1)
Empanadilla de pato con manzana al calvados. Bueno también aunque sin llegar a la altura de los preferidos. (1)
Postres. Más empanadilla (je je) esta vez rellena de naranja y bañada con chocolate caliente. Riquisimo.
Helado de Yogur griego con pasas bañado al PX. Pues excelente, el helado sabía a yogur griego de verdad.
El vino. Esto hay que contextualizarlo mucho. Para ser un bar y para ser esta ciudad, se nota el interés por tratarlo bien. Intercambiamos unas palabras con el dueño y confirmamos ese extremo. Vinos de precio comedido (lógico) y de predominio de referencias aragonesas. Se pueden tomar vinos por copas, y no dos; tres blancos, dos o tres rosados y por lo menos seis tintos. También botellas enteras claro. Dulces y espirituosos. Lo que a algunos le puede parecer lo normal, por aquí aseguro que no lo es. Y si juntas esto con las tapas, pues te queda un local para recomendar pero sin duda.
Tomé un albariño Terras Gauda con las primeras tapas y luego dos copas de tinto, Pittacum, mencía del Bierzo. Con el postre pues PX. Todos a buena temperatura.
Precio. Tapas entre 2,25 y 3,15, el pulpo un poco más caro por ser tipo ración. Blanco 2,50, tinto 2. Dos aguas.
Es recomendable como ya he dejado entrever, acudir entre semana, el finde pues a tapear en barra, según parece debe de haber mucha gente, pero si no queda otra, a probarlo. En la barra había alguna otra oferta que desde luego nos hará repetir.
La calidad del producto, la innovación y el esfuerzo en el trato del vino lo hacen un local de referencia, que yo no me cansaré en recomendar.
A disfrutarlo.
Precio total incluido el vino y agua.

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