Restaurante La Cuchara de Euskalduna en Bilbao
Restaurante La Cuchara de Euskalduna
País:
España
Provincia:
Localidad:
Dirección:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
60,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
65 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
6.7
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
6.6
Comida COMIDA
7.0
Precio medio entorno ENTORNO
7.2
RCP CALIDAD-PRECIO
5.8
Opiniones de La Cuchara de Euskalduna
OPINIONES
10

Buscando restaurante para comer este viernes, me dispuse a revisar aquéllos a los que hacía mucho tiempo que no acudía y entre ellos estaba La Cuchara de Euskalduna.
Había estado en un par de ocasiones allá por el año 2008 y la verdad que salí muy contento; en aquel entonces, buena materia prima, buenas elaboraciones y buenas raciones.

Volví en el año 2010 y la cosa había cambiado sustancialmente; había retirado de carta los platos con más peso dejando a mi entender los de menor calidad y más económicos, intuyo que en un intento desesperado de sobrevivir. Tengo muy mal recuerdo de aquella última experiencia, sobre todo de un entrecot que no pude comerme debido a la gran cantidad de nervios y gordos que tenía, nada que ver con el que degusté dos años atrás.

Viendo esta última experiencia el final se adivinaba. Aun así, durante esta semana he estado buceando en internet con intención de ver en qué situación se encontraba para valorar si iba a comer o no, sin encontrar ni página web, ni referencias recientes. Sí que he encontrado varios comentarios que indican que el restaurante dio por finalizada su andadura allá por finales del año 2012.

Siento el cierre porque Joseba Arana, el chef que lo regentaba, tras años formándose fuera, hizo una apuesta importante abriendo este restaurante en el barrio que lo vio crecer (Deusto). Pena que su aventura no haya tenido final feliz.

PD. He puntuado con un 5 el Servicio del vino para que me deje introducir el comentario.

Ayer volví después de tres años a cenar por el cumpleaños de mi mujer. He de decir que la vez que estuve no nos gustó demasiado y lo consideramos bastante caro. Hoy he de reiterarme en mi opinión, y creo incluso que el restaurante ha empeorado con respecto a esa vez.
De entrada, nos sientan, nos traen un platito con 5 aceitunas contadas para dos personas, y tardan 21 minutos en traernos la carta de vinos para pedir. Dicha carta, muy amplia, tal vez demasiado, pero con muy evidentes fallos, como no tener rosados de aguja, poner sólo D.O. y no el tipo de vino (p.e. los Rias Baixas)... Mucha parafernalia para abrir las botellas, y cuando digo que aún no me sirva el agua me quitan el vaso, que tuve que volver a pedir.
Las dos camareras que atendían el local, estaban más preocupadas de hablar entre ellas que de atender correctamente las mesas. Por supuesto, en el caso del vino, se limitaron únicamente al descorche, no al servicio durante la cena.
Los platos del menú degustación:
Cecina con aceite de oliva: perfecta, bien el loncheado y en su justo punto de curación y aceite.
Foie casero con mermeladas: bien de textura pero excesivamente insípido. Bien las dos confituras y muy bien el servicio de pan.
Arroz cremoso en salsa verde con pulpo y salteado de verduritas: el arroz en su punto (pero excesivamente caldoso), y la salsa verde hecha de merluza exclusivamente tapaba cualquier sabor del pulpo y las verduras. Además, estaba absolutamente soso, y tuvimos que pedir un salero para poder condimentar abundantemente el plato. Pero la salsa verde hacía que pareciera que estabas tomando caldo de merluza. Decepcionante.
Merluza (ya sé de dónde sacaron la salsa verde anterior) con txangurro a la brasa y salsas de no sé qué: para no variar, el pescado braseado en su punto (quizás un pelín de más, pero ABSOLUTAMENTE soso e insípido. En cambio, una de las reducciones que acompañaba al plato estaba excesivamente salada y concentrada.
Carrilleras con salsa de vino tinto: la salsa, bastante bien. Pero he de decir que en mi vida he comido unas carrilleras más blandas que estas. Me encantan, pero las carrilleras deben estar melosas aunque al dente, poder masticarlas mínimamente. El cocinero las debe tener horas cociendo, porque se deshacían al partirlas con el tenedor y se convertían en papilla al aplastarlas con la lengua contra el paladar. Muy muy mal.
Por lo menos, una de las camareras se acercó al ver que echábamos sal a todos los platos para preguntarnos qué opinábamos de la cena. Cuando le comenté lo exageradamente blandas que estaban las carrilleras me dijo que era su plato estrella y que a la gente le gustaba así.
Pues vale, le dije que sacaran un poco más de pan para untarlas en él y demostrarle que estaban excesivamente hechas.
El postre: Copita de gatzatua con helado de mandarina y frutos rojos al fondo: lo mismo: la gatzatua totalmente insípida. Parecía leche desnatada. Y la mezcla no era nada del optro mundo. Bien todo por separado pero no me gustó el conjunto ni la combinación.
En definitiva, cada vez más decepcionante. Tal vez el cocinero tenga restringido el uso de sal, o tal vez quiera tal sutileza de sabores que la comida no sepa a nada. No lo sé. Al igual que mi querido David de Jorge, yo también reivindico la cocina sin bobadas. Demasiados nombres rimbombantes para platos insípidos y altamente defraudantes. Creo que no volveré al sitio (y eso que lo tengo muy cerca de donde vivo) ni lo recomendaré a nadie. Por ese precio, sólo hay que cruzar el puente de Euskalduna y aterrizar en el Euskalduna de Fernando Canales (una estrella michelín), donde allí la cocina, siendo moderna, es mucho más sabrosa y las combinaciones más acertadas. Y el servicio no tiene punto de comparación. En definitiva: mal, muy mal por La Cuchara.

La reserva telefónica fué amable y cordial. El sitio es bueno, al otro lado del puente frente a la zona de los museos.

Al llegar encontramos un logar algo soso, iluminado en exceso para una cena, con mesa bien vestida y sillas cómodas. Un poco de frío hacía que la "frialdad" del local se acentuase aún mas. Llegamos pronto pero se llenó (tiene unas 10-12 mesas). Pedimos el menú de degustación al haber leído críticas que sugerían mas bien un tipo de cocina elaborada que de mercado.

Pedimos un Arrayan Premium dentro de una carta de vinos bastante amplia y variada e incluso internacional. El vino lo sirvieron muy bien y al contrario de lo leído antes, si que nos lo siguieron sirviendo a lo largo de la cena (al final comenté a la "maitre" que esa era una crítica frecuente en los foros acerca de su restaurante, pero que yo había tenido mas suerte).

La comida: un foie que estaba bien, con buenas tostadas y buena temperatura. El arroz negro cremoso con salsa de azafrán estaba bien, quizás algo insípido. Unos lomos de dorada si que me gustaron. Acabé con un solomillo cuya salsa no me agradó en exceso. De postre un brownie muy fino y rico.

No para tirar cohetes, pero tampoco para quejarse.

Volvería para confirmar las impresiones de mis co-foreros y desautorizar mi primera impresión.

De visita en Bilbao durante la Semana Grande unos amigos nos llevaron a la Cuchara, de la cual nos habían hablado a menudo. Se cumplieron y se ampliaron las expectativas generadas. Cocina de corte clásico con una materia prima excelente y una muy cuidadada elaboración. Al acabar no pude por menos que expresar mis felicitaciones.

Fuimos a comer y me sorprendió la poca gente que había. Apenas un par de mesas más a parte de la nuestra. No sé si el ser Semana Grande juega a favor o en contra.

En cualquier caso un restaurante con una decoración sobria pero cálida y una buena atención. Destaco especialmente el hecho de haber ido con niños. Fueron en todo momento muy atentos, solícitos y pacientes al respecto. Especialmente agradecidos por este aspecto porque no suele ser lo habitual.

En lo que a la comida se refiere fue francamente excepcional. Las raciones, generosas. Para cuatro personas pedimos tres entrantes, a cual mejor. El arroz cremoso de bacalao, setas y pimientos rojos asados, muy meloso, en su punto, sabrosísimo. El pulpo con mejillones a la sartén con pisto de calabacín, todo un hallazgo, muy recomendable. Acaso el más imaginativo de los entrantes. Creo que el chef haría bien en seguir explorando este camino. Finalmente los hongos al horno con huevo de caserío y foie, también fantástico. De segundos yo tomé un guiso de carrilleras de vaca al vino tinto. Plato contundente, con una cocción perfecta, la carne tierna, tierna y la salsa bien acabada, ni demasiado untuosa ni demasiado desdibujada muy bien. Los demás pidieron solomillo con foie, hongos y salsa de trompetillas, merluza gratinada con txangurro y bacalao con salsa verde con pimientos asados. Coincidencia de todos en la calidad y la buena elaboración. Acompañamos la comida con un Jose Pariente 2008 (D.O Rueda), sorprendentemente apagado, sin fuerza, costaba reconocer las notas frutales características y apenas se notaba su ligero paso por barrica. Nos decepcionó. Siguió un Remelluri Crianza 2007 (D.O.C) sin sorpresas, valor seguro y servido en su correcta temperatura. El servicio de vino se limita a la presentación y el descorche. No hay servicio posterior. En el postre pedimos para compartir el coulant, al cual le faltaba un punto dado que el chocolate interior apenas se deshacía. Mal final para un ágape excelente. Pedí qué opciones de vinos dulces tenían y sólo me dieron opción a un Moscatel o un PX. Demasiado corto habida cuenta de la muy correcta carta de vinos que presentan.

El servicio correcto, amable, sin aspavientos, pero servicial e insisto muy paciente y comprensivo con las dificultades que plantea una mesa con niños.

En definitiva un buen ágape que, sin duda, quedará en el recuerdo y un sitio del que me llevé dos tarjetas. Una para mí y otra para recomendar al primero que me diga que va a ir a Bilbao.

Somos de bilbao y conocemos todos los restaurantes,para nosotros este es el favorito,hacen unas almejas con alcachofas impesionantes de buenas ,mi prima siempre toma la brocheta de solomillo. el sitio es pequeño pero muy acojedor, en la carta de vinos siempre te sorprende con vinos especiales, el ultimo dia probamos un vino que se llama 300 monjes excelente.el chef joseba arana es un mago de los fogones,muy recomendable,no fallas

Bueno, antes de nada y sabiendo como estas valoraciones son leidas, decir que aunque estuvimos hace un mes, anoté algunos comentarios para poder dar una idea del resultado de nuestro paso... asi que aqui va, esperando ser lo mas claro posible...
Fui con mi mujer a comer para celebrar nuestro aniversario de bodas. El caso es que puse un post en el foro pidiendo consejo para ir a comer por la zona de Vizcaya. Como ya dije, muchas gracias por los consejos y nos los guardamos para poder ir en algun momento. El problema fue que queriamos ir a ver la exposicion del Guggy y que muchos restaurantes estaban cerrados por la primera semana de agosto. Asi que despues de mirar los consejos de Verema nos fuimos para La cuchara.
Para no alargarme mucho y viendo que los comentarios ya vienen de fechas lejanas, decir que nosotros suscribimos lo aqui ya escrito. Muy buen restaurante, con una relacion calidad precio muy buena. El servicio muy atento, con todo tipo de indicaciones sobre lo que ibamos a comer (si se pieden claro...). Comimos el menu Euskalduna, con foie-gras de entrante, un rissoto de hongos y luego yo comi una merluza con centollo y mi mujer una brocheta de solomillo. De postre une helado con cuajada, que permitia acabar la comida con ese punto de frescura. Decir que las cantidades son mas que suficientes, la calidad del producto muy buena, y los puntos de cocina, muy bien tambien. Para beber, me ataque a probar un par de vinos blancos que sirven por copas: un txakoli y un rueda. Desgraciadamente, no me acuerdo exactamente de los nombres. La carta de vinos me impresiono por la cantidad de cosas que hay para probar, y con unos precios mas que correctos. El servicio del vino tambien bien. Si quieres te puedes llevar la botella si no la habeis acabado. Al final nos regalaron dos botellitas de aceite. Bonito detalle. Que siga asi.

Tienes razon Oscar, se come fenomenal, pero el precio está a la altura de los platos o sea bastante alto, no digo caro, hay que disfrutar sin pensar lo que se va a pagar.
En cuanto a la comparación con el Goizeko, no tengo la sensación de que sea más abundante y barato.Para comer y beber bien, se paga parecido. Este último yo diría que es más clásico,en todo.

El mejor restaurante en relación calidad precio que conozco.
Buenos platos raciones generosas.
No hay tonterias se viene a comer de cine.
Es uno de los mejores rissotos que he comido,Los esparragos verdes estan
buenísimos.
El menu degustación no te lo puedes acabar.
Un truco que no se deberia decir;pedir un primero y compartir el segundo
plato,sinó te sobrará comida.
Creo que es uno de los tios mas honrados en su oficio,y me da la impresión
de que pasan de los críticos gastronómicos gorrones que suelen abundar,sinó no
me explico que no sea considerado uno de los grandes de vizcaya.
Se come parecido al Goizeko Kabi (que tambien es cojonudo) pero mas abundante
y barato.
He dicho

Como bien dice Nuria, es un restaurante que supera las expectativas iniciales. Un poco apartado del centro ya que se encuentra al otro lado de la ría, es moderno y coqueto a la vez. Muy rico el foie a la plancha. La carta de vinos es amplia. Tomamos un exquisito Remirez de Ganuza 95 servido en buenas copas. Qué pena que el servicio posterior del vino fuese realizado por nosotros mismos

¡Qué alegría cuando entras en un restaurante sin excesivas ilusiones y sales encantada! Este es el caso de este restaurante situado frente al Palacio de Euskalduna.
Cocina moderna pero abundante:excelentes la terrina de foie, las láminas de bacalao al vapor y con el pastel tibio de chocolate nos saltaron las lágrimas.
Carta de vinos enorme y variada con referencias a muchas DOs y extranjeras. Copas Spiegelau.Apertura de la botella y servicio excelente.Da la sensación de que aman el vino. Precios razonables.
No le pongo un 5 tan sólo porque no existe servicio posterior del vino.
Me ha llamado la atención que tienen también su propia web http://www.restaurantelacuchara.com

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