Más que....un poco soso

Ayer volví después de tres años a cenar por el cumpleaños de mi mujer. He de decir que la vez que estuve no nos gustó demasiado y lo consideramos bastante caro. Hoy he de reiterarme en mi opinión, y creo incluso que el restaurante ha empeorado con respecto a esa vez.
De entrada, nos sientan, nos traen un platito con 5 aceitunas contadas para dos personas, y tardan 21 minutos en traernos la carta de vinos para pedir. Dicha carta, muy amplia, tal vez demasiado, pero con muy evidentes fallos, como no tener rosados de aguja, poner sólo D.O. y no el tipo de vino (p.e. los Rias Baixas)... Mucha parafernalia para abrir las botellas, y cuando digo que aún no me sirva el agua me quitan el vaso, que tuve que volver a pedir.
Las dos camareras que atendían el local, estaban más preocupadas de hablar entre ellas que de atender correctamente las mesas. Por supuesto, en el caso del vino, se limitaron únicamente al descorche, no al servicio durante la cena.
Los platos del menú degustación:
Cecina con aceite de oliva: perfecta, bien el loncheado y en su justo punto de curación y aceite.
Foie casero con mermeladas: bien de textura pero excesivamente insípido. Bien las dos confituras y muy bien el servicio de pan.
Arroz cremoso en salsa verde con pulpo y salteado de verduritas: el arroz en su punto (pero excesivamente caldoso), y la salsa verde hecha de merluza exclusivamente tapaba cualquier sabor del pulpo y las verduras. Además, estaba absolutamente soso, y tuvimos que pedir un salero para poder condimentar abundantemente el plato. Pero la salsa verde hacía que pareciera que estabas tomando caldo de merluza. Decepcionante.
Merluza (ya sé de dónde sacaron la salsa verde anterior) con txangurro a la brasa y salsas de no sé qué: para no variar, el pescado braseado en su punto (quizás un pelín de más, pero ABSOLUTAMENTE soso e insípido. En cambio, una de las reducciones que acompañaba al plato estaba excesivamente salada y concentrada.
Carrilleras con salsa de vino tinto: la salsa, bastante bien. Pero he de decir que en mi vida he comido unas carrilleras más blandas que estas. Me encantan, pero las carrilleras deben estar melosas aunque al dente, poder masticarlas mínimamente. El cocinero las debe tener horas cociendo, porque se deshacían al partirlas con el tenedor y se convertían en papilla al aplastarlas con la lengua contra el paladar. Muy muy mal.
Por lo menos, una de las camareras se acercó al ver que echábamos sal a todos los platos para preguntarnos qué opinábamos de la cena. Cuando le comenté lo exageradamente blandas que estaban las carrilleras me dijo que era su plato estrella y que a la gente le gustaba así.
Pues vale, le dije que sacaran un poco más de pan para untarlas en él y demostrarle que estaban excesivamente hechas.
El postre: Copita de gatzatua con helado de mandarina y frutos rojos al fondo: lo mismo: la gatzatua totalmente insípida. Parecía leche desnatada. Y la mezcla no era nada del optro mundo. Bien todo por separado pero no me gustó el conjunto ni la combinación.
En definitiva, cada vez más decepcionante. Tal vez el cocinero tenga restringido el uso de sal, o tal vez quiera tal sutileza de sabores que la comida no sepa a nada. No lo sé. Al igual que mi querido David de Jorge, yo también reivindico la cocina sin bobadas. Demasiados nombres rimbombantes para platos insípidos y altamente defraudantes. Creo que no volveré al sitio (y eso que lo tengo muy cerca de donde vivo) ni lo recomendaré a nadie. Por ese precio, sólo hay que cruzar el puente de Euskalduna y aterrizar en el Euskalduna de Fernando Canales (una estrella michelín), donde allí la cocina, siendo moderna, es mucho más sabrosa y las combinaciones más acertadas. Y el servicio no tiene punto de comparación. En definitiva: mal, muy mal por La Cuchara.

Recomendado por 1 usuario
  1. #1

    kopicki

    Y el precio que tal???

  2. #2

    Craticuli

    Tienes toda la razon con el tema de las carrilleras, deben de tener cierta consistencia. Cuando se deshancen totalmente se modifica hasta su sabor, esta textura es incluso desagradable.
    Saludos.

  3. #3

    Ralonsor

    en respuesta a kopicki
    Ver mensaje de kopicki

    La primera vez que estuve, hace tres años, me parecio bastante caro para lo que daban. Es decir, la relación calidad precio bastante mal. Esta vez fuimos con unos bonos de oferta sacados de internet y nos costó 25 euros por persona, que no incluían las bebidas. Así que nos salió la cena por unos 40 euros a cada uno. Y a pesar de la oferta, para la comida que nos dieron nos pareció bastante caro. Pero con los precios de la carta, con un menú degustación y vino, sin contar cafés ni copas, no baja de los 60 euros por persona (si no se elige un vino caro, que lo son, y bastante)

  4. #4

    Ralonsor

    en respuesta a Craticuli
    Ver mensaje de Craticuli

    Totalmente de acuerdo contigo. Cualquier tipo de carne guisada no debe ser cocida horas y horas, sino que tiene que tener su punto justo. Las carrilleras igual. Es cierto que si la guisas demasiado cambia el sabor, aunque en este caso la salsa concentrada de carne lo disimulaba bastante. Pero la textura era lo más desagradable. Aunque se veían las hebras de la carne, la textura era totalmente pastosa. Prácticamente se podían untar en el pan. Así no se sirve una carne en un restaurante que pretende ser bueno, creo yo.

  5. #5

    SaraL

    Dioses! Y yo lo tenía apuntado para cuando fuera a Bilbo!!

  6. #6

    Ralonsor

    en respuesta a SaraL
    Ver mensaje de SaraL

    Pues cuando vayas a Bilbao, tienes 100 sitios mejores, de verdad. Soy de Bilbao y me gusta comer bien (lo cual me sitúa como consejero preferente, jejejeje). Si quieres que te recomiende alguno mejor que la Cuchara, y bastante mejor de precio me lo dices. Pero comer normalito tirando a mal y pagar 60 euros o más por persona me parece que es tirar el dinero y llevarse una mala experiencia de un sitio gastronómico por excelencia

  7. #7

    Preñator

    Aparte de la comida, en la que parece que coincidimos aunque con mas de un año de diferencia, en Bilbao hay muchos sitios acogedores y con un sabor especial. Los que no somos expertos a veces, al menos, nos podemos sentir tan a gusto en un sitio que la comida acabe "gustándonos". Pero este sitio es poco "cozi", tiene poca "gracia" como diríamos por mi tierra.

  8. #8

    Ralonsor

    en respuesta a Preñator
    Ver mensaje de Preñator

    Tienes toda la razón, tiene muy poca gracia. Para tanto bombo que le dan al cocinero y al restaurante, defrauda muchísimo. Lo peor es que lo ponen como "insignia" de la nueva cocina vasca, y para nada es así. De hecho, creo que la gente que venga de fuera y vaya al restaurante se van a llevar una impresión muy muy equivocada de lo que es la cocina vasca. Siento ser tan tajante, pero a mí, como a tí, me gusta comer bien y que la comida nos guste. Por tener nombres como "Tembladera de azucar y huevo al golpe de calor en su espejo de caramelo" (como diría Leo Harlem) en vez de llamarle "Flan", la comida no es mejor. Te esperas mucho más de un sitio semejante, y siempre defrauda.

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