Restaurante Els brancs en Roses
Restaurante Els brancs
País:
España
Provincia:
Localidad:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
60,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
105 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.9
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
7.5
Comida COMIDA
8.5
Precio medio entorno ENTORNO
9.0
RCP CALIDAD-PRECIO
6.7
Opiniones de Els brancs
OPINIONES
6

Estimados

Tras permanecer unos días en el hotel ,Vistabella conseguimos tener una mesa para ayer, día 4 de agosto.
Siento mucho tenerles que decir que nuestra sensación es de decepción.'
Con una cierta frecuencia hemos visitado diferentes restaurantes de 1, 2 o 3 estrellas Michelin, y en lo que respecta a su restauración, la relación calidad precio del menú degustación, versión reducida, nos ha parecido excesivamente cara.
Hemos echado también de menos una oferta de maridaje de vinos, así como un buen consejo del sumiller , de quien tuvimos la sensación de ofrecer vinos muy cargados de precio.
En lo que concierne al emplazamiento, para nosotros resultó un viejo conocido, ya que estuvimos incluso en la misma mesa de nuestros desayunos pero con mucho más calor y mosquitos.
Creo que se debe adecuar el lugar con ventiladores, anti mosquitos, y sobre todo advirtiendo a los clientes de las condiciones adversas para una cena de este tipo.
Ninguna de estas condiciones se palió con el ofrecimiento de algún servicio o atención por parte del restaurante (aperitivo, café o regalo insignificante de un abanico, como lo hacen en otros muchos sitios
Creo que una estrella Michelin exige más que una buena ubicación.

M. Teresa Velasco
Muchas Gracias,
Restaurante Els Brancs - Hotel Vistabella

Atraído por las precedentes -y excelentes- críticas efectuadas en relación al restaurante que se comenta, no dudo en reservar en el mismo (con un par de meses de antelación), aprovechando mi paso por el Alto Ampurdán.

Dicha reserva fue re-confirmada el mismo día de la cena, siendo el propio restaurante el que se ocupó de llamarme a fin de confirmar mi presencia, gesto éste que puede dar idea de que se trata de un sitio especialmente perseguido por quienes quieren disfrutar de un buen restaurante.

Ubicación y entorno:

Ubicado en la localidad de Rosas, el mismo se encuentra situado en el hotel Vistabella (5 estrellas), el cual se encuentra, a su vez, algo apartado del centro turístico de Rosas, lo que exigirá, en buena parte de las ocasiones, hacer uso de un medio de trasporte. En todo caso, se llega al mismo en unos 10 minutos de coche.

Advertencia: se recomienda hacer uso del medio de desplazamiento más cómodo: un taxi, para así poder disfrutar de uno o dos buenas copas post-cena (que el sitio, como se verá, lo merece de sobra).

El entorno es, simplemente y llanamente, magnífico y, por ello, difícil de describir con palabras. El restaurante está emplazado en una especie de mirador exterior semicircular, con suelo de baldosas de terrazo y granito. La parte más cercana a la entrada del restaurante, bajo una preciosas pérgolas blancas. Las más lejanas a la entrada y, por ende, más cercanas al balcón, descubiertas, dejándote, sólo para tí (y los acompañantes), una perspectiva de un mar azulado de impresión.

Mi mesa estaba al lado de un preciosa barandilla de piedra blanca (si se puede, aconsejo reservar una de estas últimas). Insisto, las vistas hacen pleno honor al nombre del hotel: una auténtica preciosidad. El mediterráneo para ti sólo: se ve, se oye, se huele. En suma, se vive. De lo más bonito que he visto. Sencillamente espectacular. Se mire como se mire, un 10.

Evidentemente, la limpieza es también de 10. Buenos manteles y servilletas de hilo, todas ellas de color azul-grisáceo. Cubertería y vajilla de muy buena calidad y de tremenda variedad (que se irá comentando), lo que acompaña a la perfección la presentación de los platos. El único pero sería, quizá, el tamaño de las copas de vino, a mi entender un tanto pequeñas.

Las mesas son todas redondas y con diferente capacidad (entre 2 y 8 pax) y están perfectamente separadas unas de otras. En total creo que el número de pax que podía albergar era de unas 50/60. Las sillas de color blanco, con respaldo trenzado y cómodas. Iluminación muy cuidada y algún detalle ornamental (plantas) con gusto. Música de fondo suave y a un volumen muy agradable.

Servicio y servicio del vino:

Personal perfectamente ataviado -la mayoría, de riguroso negro-; buen servicio en general y profesionalidad (a excepción de lo que a continuación se comentará en relación al vino). Cada uno de los camareros te presenta el correspondiente plato y, sin ser cargante, te lo describe rápidamente. Te dejan reposar entre plato y plato (a fin de poder comentarlo) y, sin esperas, te traen el siguiente.

Muy atentos y educados. Rapidez a la hora de atenderte y de explicarte, por parte del maître, las diversas posibilidades que te ofrecen. Entre que te decides y no, un camarero te ofrece la posibilidad de tomar un aperitivo, el cual te cobran oportunamente.

Las sorpresas en este aspecto vinieron, todas, por el lado de la bebida. Nada que decir en relación a las posibilidades que, en este punto, te ofrece el restaurante: una carta de vinos bastante completa, con alguna pequeña limitación en cuanto a las cosechas más actuales de los vinos foráneos. Pero sí hubo cosas que me llamaron la atención.

La primera -ya comentada- de las copas. La segunda, la del tema precios, pues si bien es cierto que en restaurantes de esta categoría ya cabe esperar costes un tanto inflados, a mi entender los mismos eran excesivos (2,5/3 veces en nacionales, 3/4 veces más en extranjeros). Entiendo que la RCP en este punto es más que discutible. Pero lejos de mí entrar en polémicas a la vista de anteriores comentarios -a los que muestro mi más profundo respeto-. De ahí que deje las tres siguientes indicaciones para que cada cual forme su opinión al respecto: clos nelín (60 euros largos), fransola (40 largos) y la copa de moet chandon de aperitivo 18 euros (a mi entender, esto último, un auténtico despropósito).

Pero, sobre todo, y aun reconociendo ser bueno, creo que el servicio del vino resulta un tanto criticable por dos circunstancias. 1) no puede ser que en tres ocasiones me tuviera que rellenar la copa (en otras dos fui servido) y 2) menos aun las dudas mostradas a la hora de aconsejar por quien ejerció la labor de sumiller.

En concreto, mi petición fue -a la vista del menú elegido- “recomiéndeme un vino blanco con crianza”… Primeras dudas, respuesta “ehhhhh.. tendrá que mirar en rioja” (llevando su mano a la carta)????. A lo que respondi “Ya, hombre, pero que sea algo del País”. Respuesta, con nuevas dudas, “ehhhh.. pues vamos a ver (otra vez mano a la carta) podría optar quizás por este, el clos nelín, que es de …”. Interrupción por mi parte… “ya, de René Barbier … Mire gracias -le respondí-, ya lo miro yo”.

Sinceramente, servicio bueno, pero mejorable. Por cierto, al final opté por el fransola, servido acompañado de cubitera de pie con abundantes hielos.

Comida:

Tres posibilidades se ofrecen. Aparte de la carta, existen dos posibles menús: 1) menú extenso, 18 platos, con una cantidad aproximada de 80/90 gramos de comida/plato. 2,30/3 horas de comida. 180 euros (sin IVA). La presentación del menú la hace el maître en una caja cuadrada muy bonita en la que dentro va un papel con el menú. 2) menú corto, que es por el que optamos -dado que era cena- y que paso a describir detalladamente con sus pros y sus contras.

1)Aperitivo 1: Nuestra versión de piña colada. Muy bien presentado, en un gran plato de cristalería de Murano trasparente y rayado. Espuma de fondo, pequeño trozo de piña cuadrado de base y bolita de helado en la parte superior, todo ello presentado en forma de brocheta. Elegante y de buen sabor. Ideal para abrir el apetito. 9.

2)Aperitivo 2: Tapa de foie con manzana y pasas al pedro ximénez. Presentado sobre una pequeña rejilla metálica recubierta por un fino papel, te sirven una oblea gelatinada (a juicio de mi mujer) con el foie rallado y extendido sobre la misma, acompañado de las pasas. Muy suave, delicadísimo. Buen contrapunto al plato inicial. 9,5

3)Ensalada de mejillones, escabeche, helado de cítricos y verduras escabechadas. Nuevo plato redondo de cristal de murano, pero con una presentación más limitada de los ingredientes. Muy buen sabor de los mejillones, aunque los mismos en una cantidad muy escasa. Acompañados de unos trocitos de pimientos y de unos pequeños trozos de tomate bastante insípidos. Junto a ello una espuma que no identifiqué, pero que debía ser el helado de cítricos (van dos). Flojo en su conjunto. 6

4)Láminas de pasta, parmesano, salsifis, tupinanbro y hojas tiernas. Presentado en un plato redondo de diseño, pero sencillo.Decepcionante. Mal cocida la pasta -absolutamente blanda, resultado de un exceso de cocción- y sin sabor. Sin gracia. Mucho nombre, poca tela. Soso en general. 3

5)Mini-hamburguesa de foie y trufa. Originalísima presentación: en un blister acorchado idéntico a los de las hamburguesas de los garitos fast food. Una especie de minibocadillo de tamaño dos veces un “macaron”, acompañado de una patata frita ahumada. Aceptable, pero con un sabor un tanto dulzón. El pan mal elaborado, pasado de fuego, circunstancia que se repetiría en todos los panes. Un fallo de ejecución al que se suma, a mi entender, un fallo del concepto del menú: el foie me encanta ¿pero dos platos de foie en un menú de siete platos? 6

6)Atún rojo con crema de guisantes y bergamota. Presentado en un bonito plato blanco redondo -parecido a un ovni- con rayados concéntricos. Sustituto del plato originario que figuraban en el menú (calamar en salsa americana, guindilla y ajo). No sé cómo estaría esto último, pero el atún -en porción generosa- muy bien hecho. Excelente producto, perfecta cocción, buena textura. Carnoso. Gran contraposición de sabores. Muy rico. 9

7)Cordero lechal, manzana ácida y yogur. Nuevo plato blanco de loza, en esta ocasión plano. El cordero jugoso y tierno. Muy bien elaborado. Cuidada presentación y fino de sabor. De nuevo, buena contraposición de sabores. 9

Todo lo anterior fue acompañado de una buena selección de pan (seis tipos) que, sorprendentemente, estaban todos pasados de fuego. Y cuando digo todos es, ni más ni menos, todos, porque probamos cinco de ellos (eran pequeños, tres de los cuales los probé yo, y dos mi mujer). Un fallo de ejecución inexplicable: 2

Primer postre: Asombrosa presentación. Una superficie azulada rectangular asimilando el fondo marino con cuatro circunferencias de diverso tamaño que asemejaban rocas y sobre las que se presentaba el postre. Galleta con espuma de limón y bola de chocolate blanco con cítricos (ya van tres). Muy rico, en especial para alguien, como yo, amante de los estos últimos. 9

Segundo postre: También brillante presentación, en plato redondo. Mousse de gianduja con cítrico de tomillo/limón y acacia. Rico. 8 ¿pero no es demasiada acidez ya?; ¿nuevo fallo de concepto o preparación para los petits fours?

No hubo cafés. Pero sí que nos ofrecieron unos petits fours con el que amenizar la espera entre el fin de la cena y el GT de rigor (2 de seagrams, a 11,50 cada uno, más 4,50 por tónica). Y aquí la verdad es que se lucieron.

Una exposición de delicatessen presentadas en un carro acristalado de auténtica exposición. Los comento: 1) blinis de queso con frutos rojos; 2) Nueces garrapiñadas; 3) Rocas de chocolate blanco; 4) gominolas de frambuesa; y 5) chocolate blanco relleno de aceite de oliva, excelso. Qué maravilla!!!! 10.

Todo lo anterior por 240 euros/2 pax. Una RCP aceptable en su conjunto, que, como en el caso de la comida y el servicio del vino, hubiera visto elevada sensiblemente su calificación si no se hubiesen apreciado algunos de los defectos señalados con anterioridad, inconcebibles, a mi juicio, en un restaurante de esta categoría.

Como resumen de todo lo anterior, diría que fue una cena muy agradable en el cual el menú degustación elegido, a pesar de estar dotado de un buen producto, pecó, en especial, de un fallo de concepto consistente en la excesiva repetición de algún elemento (los cítricos), lo cual se une a los fallos de ejecución en algún plato (disculpable) y en un elemento básico como es el pan. La comida, no obstante, es en su conjunto de notable, con algunos elementos de sobresaliente.

El servicio de vino resulta mejorable, pero es también aceptable en su conjunto. El servicio, en general, es atento y correcto, muy agradable. El tema de la vajilla es punto y aparte: difícilmente superable.

¿Y tú volverías? podrán preguntarse Ustedes-. Pues sí, sin lugar a dudas. Y por ello les ánimo a ir.

Porque sé perfectamente que es a partir del notable cuando se puede pensar en la excelencia. Y porqué sé también que éste es un lugar donde siempre estaré a gusto; ese tipo de lugar que, con razón, permitió a Serrat presumir de haber nacido en el Mediterráneo.

Después de mi canvio de vida... que no hace falta contar, necesitaba una dosi de mi tierra. La visita se hizo en el mes de Agosto, y por eso con mi pareja optamos por revisitar el restaurante Els brancs que está situado en un lugar paradisíaco de Roses, junto a Cala Canyelles y un lugar poco conocido por suerte de muchos. La evolución de su cocina es abrumadora de nuestra última visita donde optamos por el menú els brancs. Gran atención de uno de sus hijos y un gran show del chef! Cena servida enfrente de los mismos Brancs (rocas en medio del mar), esto solo lo sabemos los del pueblo de toda la vida.

Han hecho muchos cambios en la vajilla, cristaleria y cuberteria... increible el esfuerzo realizado pese a los malos tiempos...

Por otro lado la carta la han mejorada muchísimo pero yo como es habitual en mis festines me decanté por uno de los menús, que tienen dos, uno más corto y otro más largo y más interesante, sobretodo por su precio, alrededor de 89 euros (i.v.a. incluido).
Nos pasaron la carta de vinos, un libro de dimensiones considerables que ofrece una buena relación calidad precio con referencias muy curiosas y de todo el mundo, haciendo especial enfasis en los vinos de nuestros vecinos franceses, supongo también porqué su público potencial es el mercado francés, ese dia estaba a tope de este tipo de gourmets. Nosotros optamos, debido a la época del año y el calor en la terraza por un vino de Rueda, poco conocido pero de una increíble relación calidad precio, como es el Verdeal. Increíble, aúnaba la acidez con los tonos verdes que recuerdan al cesped, lechugas y hiebras de tocador del verdejo.

El menú empezó con un guiño a mi pueblo, que realmente me hizo mucha ilusión, se me puso la piel de gallina:
· Cóctel de gambas de Roses... delicioso y delicado bocado que unía un frío caliente dentro una misma copa, un coctel de gambas sin la dichosa salsa rosa mal hecha.
· Mozzarela con rúcula, tomate y jerez. Un muy buen entrante que constaba de un polvo helado de rúcula con una mozzarela esférica, tomates y una reducción de jerez que aportaba una interesante acidez.
· Coulant de bacalao en esqueixada. Un plato blanco, sápido y elocuente que nos transmitia una sensación de comer una esqueixada pero totalmente liquida, fantástico.
· Muñeco de nieve. Un plato que tanto por su estética y su gusto sugería un papel más relevante en el menú, desde mi punto de vista lo hubiera puesto como prepostre.
· Remolacha? con vieria... muy buena, con diferentes texturas: merengue, crujiente y un carpaccio de vieira que le daba muy buen sabor el sabor terroso de la remolacha, un auténtico mar y montaña. Blanco-rojo... cómo el atlètic de Madrid!
· Espejo de cigala y polvo helado de tomate. Un plato que parecía un espejo, supongo gelatina con plata que quería simular un espejo con unas estupendas cigalitas, impresionantes y un polvo helado. Un plato veraniego y posiblemente el mejor del menú.
· Guisantes con un caldo especiado y berechos. Un plato muy bulliniano con unos guisantes esfericos, guisantes naturales, un caldito increíble y unos berechos. Mejor los guisantes naturales que los esféricos. Fantástico.
· Sopa de miso con pulpitos. Una gran unión entre el producto y la técnica con unos manjarosos pulpitos que se fundían en la boca. Increíble, para llorar.
· Hamburguesa de trufa con foie... ya es conocido que no he apasiona mucho el foie pero era un plato espectacular, foodshow! En un pack de Mcdonald's un merengue con una buena hamburguesa en su interior. Anteriormente la pomé con atún y sésamo, para mi gusto, mejor.
· Sepietas con croquetas de tinta, tuétano frito y ajoblanco. Aquí llego la revelión! Unas migas impresionantes se fundian en un círculo de sepietas, tuetano que se regaba con un ajoblanco.
· Lubina al vapor de cítricos con hinojo y un papel de espinacas. Desde mi punto de vista, el plato más flojo del menú... no por su cálidad sino para querer explicar demasiado en un muy poco. Sabores marcados y muy bueno.
· Guiso de albóndigas con manitas y gallina. Uno de los platos que me gustan... plato de cuchara, moderno, pero con todo su espíritu.
· Quesos tibios con frutas y brioche. Un prepostre muy elaborado con un acento marcado de queso, apto sólo para queso adictos.
· Helado de fresa con rosa, col lombarda y pimenta. El mejor de todos los postres, quería más! Un polvo helado de fresa con unos raviolis de pétalos de rosa y lombarda, impresionante la elaboración!
· Música-cocina-pintura. Show del chef! No sé puede explicar, se tiene que ver... sólo dejar la cocina para hacer éste plato para las mesas, merece la estrella que les han concedido!.

... y para terminar... el arrecife! Una pecera con bombones con formas diversas de crustáceos con una gran elaboración y chocolate trabajado que supera con escreces la caja de la anterior visita que quería imitar a la del Bulli.

servicio hiperatento y simpático como siempre una delícia.

volveré tantas veces como pueda, dentro de mi top 3... despues de un superfestín pagar 120 por persona me parece barato!

El pasado día 11 de agosto tuve la oportunidad de visitar Roses; desafortunadamente no pudimos deleitarnos en Els brancs por servir solo cenas. No obstante, accedimos a su Restaurante BALCÓ DE MAR.

Como el mismo no aparece, he decidido hacerle una merecida mención en su "hermano mayor" ELS BRANCS.

Comenzaré por felicitar a Rodi su Jefe de Sala. Pocas veces dentro de un local (ubicado en un Hotel de 5*) he hallado la combinación de amabilidad, diligencia, saber estar y naturalidad. Del resto del servicio lamento no poder mencionar sus nombres, pero estuvieron exquisitos.

El menú, que no pretende tintes gastronómicos, fue el siguiente:

Trempó de Sepia: el punto de las verduras y la frescura de la sepia increibles.

Calamares a la plancha: ¡¡¡FRESCOS!!! y muy sabrosos; punto de plancha perfecto.

Pissarra: Gamba fresca de barca que mereció simplemente: SOBRESALIENTE.

Dichos platos los regamos con un Raventos de Nit Rose: una burbuja fina y un sabor excelente.

Poco más puedo decir: FELICITAR a todos por su magnífico trabajo, y un día que disfrutamos por esa inigualable ubicación combinada con el buen llantar.

Un entorno natural impresionante en una terraza de lujo y romanticismo he probado los dos menúsel falconera y el menu degustacion de 16 platos impresionante el producto de calidad que trabajan las textura de las sa lsas el buen hacer de un chef joven y su gran equipo el servicio de sala que decir atentos te sirven los platos dándote toda la informacion sobre su elaboración los postre de elaboración propia un 10 sobre 10 un postre del menu degustación es una fusión de musica ,arte y gastronomía y el chef Javier Cabrera sale personalmente ha realizarlo en tu mesa algo impresionante creo que es el primer restaurante que realiza esto.
Es una experiencia inovidable mi mujer y yo no la olvidaremos.
Gracias por el buen hacer gastronomico y deseo que pronto os lleguen los éxitos merecidisimos
Me extraña que no tengáis una de esas estrellas Michelín que dan me alegraría muchísimo aún que esto va en perjuicio del cliente porque se tiene que pagar la estrella
Felicidades seguir asi
RAMON DE LA FUENTE

Magnificas vistas, magnifico restaurante, magnifico personal que se puede pedir más?? Pues una buena comida... y la tienes!

Una cocina depurada y de autor muy recomendable

Comímos el menú llamado: els brancs a 80 euros aprox..

empezamos por unos entrantes muy bien.
Contínuamos por

Gas-pacho (rico rico)
unas vieras realmente impresionantes
huevo dalí (huevo de chocolate blanco con foie gras y manzana, una tanto dulzón pero bien)
dentón con kumato (muy bueno perfecto de cocción)
espalda de cordero lechal (supongo de mas marcé, repetición en el tomate, lástima)
quesos (excelentes!!!)
postre de naranja, menta y chocolate muy bueno y equilibrado
brancs (postre increÏble)

Recomiendo la visita antes que cierren al fin de temporada... muy recomendable.

No puede tener estrella michelin?? passa con muchos restaurantes de l'Alt Empordà quien la tiene no la merece y muchos que no la tienen la merecen... pero viven igual! Visca la independència MICHELIN.

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