Qué bonito es el mar mediterráneo…!!

Atraído por las precedentes -y excelentes- críticas efectuadas en relación al restaurante que se comenta, no dudo en reservar en el mismo (con un par de meses de antelación), aprovechando mi paso por el Alto Ampurdán.

Dicha reserva fue re-confirmada el mismo día de la cena, siendo el propio restaurante el que se ocupó de llamarme a fin de confirmar mi presencia, gesto éste que puede dar idea de que se trata de un sitio especialmente perseguido por quienes quieren disfrutar de un buen restaurante.

Ubicación y entorno:

Ubicado en la localidad de Rosas, el mismo se encuentra situado en el hotel Vistabella (5 estrellas), el cual se encuentra, a su vez, algo apartado del centro turístico de Rosas, lo que exigirá, en buena parte de las ocasiones, hacer uso de un medio de trasporte. En todo caso, se llega al mismo en unos 10 minutos de coche.

Advertencia: se recomienda hacer uso del medio de desplazamiento más cómodo: un taxi, para así poder disfrutar de uno o dos buenas copas post-cena (que el sitio, como se verá, lo merece de sobra).

El entorno es, simplemente y llanamente, magnífico y, por ello, difícil de describir con palabras. El restaurante está emplazado en una especie de mirador exterior semicircular, con suelo de baldosas de terrazo y granito. La parte más cercana a la entrada del restaurante, bajo una preciosas pérgolas blancas. Las más lejanas a la entrada y, por ende, más cercanas al balcón, descubiertas, dejándote, sólo para tí (y los acompañantes), una perspectiva de un mar azulado de impresión.

Mi mesa estaba al lado de un preciosa barandilla de piedra blanca (si se puede, aconsejo reservar una de estas últimas). Insisto, las vistas hacen pleno honor al nombre del hotel: una auténtica preciosidad. El mediterráneo para ti sólo: se ve, se oye, se huele. En suma, se vive. De lo más bonito que he visto. Sencillamente espectacular. Se mire como se mire, un 10.

Evidentemente, la limpieza es también de 10. Buenos manteles y servilletas de hilo, todas ellas de color azul-grisáceo. Cubertería y vajilla de muy buena calidad y de tremenda variedad (que se irá comentando), lo que acompaña a la perfección la presentación de los platos. El único pero sería, quizá, el tamaño de las copas de vino, a mi entender un tanto pequeñas.

Las mesas son todas redondas y con diferente capacidad (entre 2 y 8 pax) y están perfectamente separadas unas de otras. En total creo que el número de pax que podía albergar era de unas 50/60. Las sillas de color blanco, con respaldo trenzado y cómodas. Iluminación muy cuidada y algún detalle ornamental (plantas) con gusto. Música de fondo suave y a un volumen muy agradable.

Servicio y servicio del vino:

Personal perfectamente ataviado -la mayoría, de riguroso negro-; buen servicio en general y profesionalidad (a excepción de lo que a continuación se comentará en relación al vino). Cada uno de los camareros te presenta el correspondiente plato y, sin ser cargante, te lo describe rápidamente. Te dejan reposar entre plato y plato (a fin de poder comentarlo) y, sin esperas, te traen el siguiente.

Muy atentos y educados. Rapidez a la hora de atenderte y de explicarte, por parte del maître, las diversas posibilidades que te ofrecen. Entre que te decides y no, un camarero te ofrece la posibilidad de tomar un aperitivo, el cual te cobran oportunamente.

Las sorpresas en este aspecto vinieron, todas, por el lado de la bebida. Nada que decir en relación a las posibilidades que, en este punto, te ofrece el restaurante: una carta de vinos bastante completa, con alguna pequeña limitación en cuanto a las cosechas más actuales de los vinos foráneos. Pero sí hubo cosas que me llamaron la atención.

La primera -ya comentada- de las copas. La segunda, la del tema precios, pues si bien es cierto que en restaurantes de esta categoría ya cabe esperar costes un tanto inflados, a mi entender los mismos eran excesivos (2,5/3 veces en nacionales, 3/4 veces más en extranjeros). Entiendo que la RCP en este punto es más que discutible. Pero lejos de mí entrar en polémicas a la vista de anteriores comentarios -a los que muestro mi más profundo respeto-. De ahí que deje las tres siguientes indicaciones para que cada cual forme su opinión al respecto: clos nelín (60 euros largos), fransola (40 largos) y la copa de moet chandon de aperitivo 18 euros (a mi entender, esto último, un auténtico despropósito).

Pero, sobre todo, y aun reconociendo ser bueno, creo que el servicio del vino resulta un tanto criticable por dos circunstancias. 1) no puede ser que en tres ocasiones me tuviera que rellenar la copa (en otras dos fui servido) y 2) menos aun las dudas mostradas a la hora de aconsejar por quien ejerció la labor de sumiller.

En concreto, mi petición fue -a la vista del menú elegido- “recomiéndeme un vino blanco con crianza”… Primeras dudas, respuesta “ehhhhh.. tendrá que mirar en rioja” (llevando su mano a la carta)????. A lo que respondi “Ya, hombre, pero que sea algo del País”. Respuesta, con nuevas dudas, “ehhhh.. pues vamos a ver (otra vez mano a la carta) podría optar quizás por este, el clos nelín, que es de …”. Interrupción por mi parte… “ya, de René Barbier … Mire gracias -le respondí-, ya lo miro yo”.

Sinceramente, servicio bueno, pero mejorable. Por cierto, al final opté por el fransola, servido acompañado de cubitera de pie con abundantes hielos.

Comida:

Tres posibilidades se ofrecen. Aparte de la carta, existen dos posibles menús: 1) menú extenso, 18 platos, con una cantidad aproximada de 80/90 gramos de comida/plato. 2,30/3 horas de comida. 180 euros (sin IVA). La presentación del menú la hace el maître en una caja cuadrada muy bonita en la que dentro va un papel con el menú. 2) menú corto, que es por el que optamos -dado que era cena- y que paso a describir detalladamente con sus pros y sus contras.

1)Aperitivo 1: Nuestra versión de piña colada. Muy bien presentado, en un gran plato de cristalería de Murano trasparente y rayado. Espuma de fondo, pequeño trozo de piña cuadrado de base y bolita de helado en la parte superior, todo ello presentado en forma de brocheta. Elegante y de buen sabor. Ideal para abrir el apetito. 9.

2)Aperitivo 2: Tapa de foie con manzana y pasas al pedro ximénez. Presentado sobre una pequeña rejilla metálica recubierta por un fino papel, te sirven una oblea gelatinada (a juicio de mi mujer) con el foie rallado y extendido sobre la misma, acompañado de las pasas. Muy suave, delicadísimo. Buen contrapunto al plato inicial. 9,5

3)Ensalada de mejillones, escabeche, helado de cítricos y verduras escabechadas. Nuevo plato redondo de cristal de murano, pero con una presentación más limitada de los ingredientes. Muy buen sabor de los mejillones, aunque los mismos en una cantidad muy escasa. Acompañados de unos trocitos de pimientos y de unos pequeños trozos de tomate bastante insípidos. Junto a ello una espuma que no identifiqué, pero que debía ser el helado de cítricos (van dos). Flojo en su conjunto. 6

4)Láminas de pasta, parmesano, salsifis, tupinanbro y hojas tiernas. Presentado en un plato redondo de diseño, pero sencillo.Decepcionante. Mal cocida la pasta -absolutamente blanda, resultado de un exceso de cocción- y sin sabor. Sin gracia. Mucho nombre, poca tela. Soso en general. 3

5)Mini-hamburguesa de foie y trufa. Originalísima presentación: en un blister acorchado idéntico a los de las hamburguesas de los garitos fast food. Una especie de minibocadillo de tamaño dos veces un “macaron”, acompañado de una patata frita ahumada. Aceptable, pero con un sabor un tanto dulzón. El pan mal elaborado, pasado de fuego, circunstancia que se repetiría en todos los panes. Un fallo de ejecución al que se suma, a mi entender, un fallo del concepto del menú: el foie me encanta ¿pero dos platos de foie en un menú de siete platos? 6

6)Atún rojo con crema de guisantes y bergamota. Presentado en un bonito plato blanco redondo -parecido a un ovni- con rayados concéntricos. Sustituto del plato originario que figuraban en el menú (calamar en salsa americana, guindilla y ajo). No sé cómo estaría esto último, pero el atún -en porción generosa- muy bien hecho. Excelente producto, perfecta cocción, buena textura. Carnoso. Gran contraposición de sabores. Muy rico. 9

7)Cordero lechal, manzana ácida y yogur. Nuevo plato blanco de loza, en esta ocasión plano. El cordero jugoso y tierno. Muy bien elaborado. Cuidada presentación y fino de sabor. De nuevo, buena contraposición de sabores. 9

Todo lo anterior fue acompañado de una buena selección de pan (seis tipos) que, sorprendentemente, estaban todos pasados de fuego. Y cuando digo todos es, ni más ni menos, todos, porque probamos cinco de ellos (eran pequeños, tres de los cuales los probé yo, y dos mi mujer). Un fallo de ejecución inexplicable: 2

Primer postre: Asombrosa presentación. Una superficie azulada rectangular asimilando el fondo marino con cuatro circunferencias de diverso tamaño que asemejaban rocas y sobre las que se presentaba el postre. Galleta con espuma de limón y bola de chocolate blanco con cítricos (ya van tres). Muy rico, en especial para alguien, como yo, amante de los estos últimos. 9

Segundo postre: También brillante presentación, en plato redondo. Mousse de gianduja con cítrico de tomillo/limón y acacia. Rico. 8 ¿pero no es demasiada acidez ya?; ¿nuevo fallo de concepto o preparación para los petits fours?

No hubo cafés. Pero sí que nos ofrecieron unos petits fours con el que amenizar la espera entre el fin de la cena y el GT de rigor (2 de seagrams, a 11,50 cada uno, más 4,50 por tónica). Y aquí la verdad es que se lucieron.

Una exposición de delicatessen presentadas en un carro acristalado de auténtica exposición. Los comento: 1) blinis de queso con frutos rojos; 2) Nueces garrapiñadas; 3) Rocas de chocolate blanco; 4) gominolas de frambuesa; y 5) chocolate blanco relleno de aceite de oliva, excelso. Qué maravilla!!!! 10.

Todo lo anterior por 240 euros/2 pax. Una RCP aceptable en su conjunto, que, como en el caso de la comida y el servicio del vino, hubiera visto elevada sensiblemente su calificación si no se hubiesen apreciado algunos de los defectos señalados con anterioridad, inconcebibles, a mi juicio, en un restaurante de esta categoría.

Como resumen de todo lo anterior, diría que fue una cena muy agradable en el cual el menú degustación elegido, a pesar de estar dotado de un buen producto, pecó, en especial, de un fallo de concepto consistente en la excesiva repetición de algún elemento (los cítricos), lo cual se une a los fallos de ejecución en algún plato (disculpable) y en un elemento básico como es el pan. La comida, no obstante, es en su conjunto de notable, con algunos elementos de sobresaliente.

El servicio de vino resulta mejorable, pero es también aceptable en su conjunto. El servicio, en general, es atento y correcto, muy agradable. El tema de la vajilla es punto y aparte: difícilmente superable.

¿Y tú volverías? podrán preguntarse Ustedes-. Pues sí, sin lugar a dudas. Y por ello les ánimo a ir.

Porque sé perfectamente que es a partir del notable cuando se puede pensar en la excelencia. Y porqué sé también que éste es un lugar donde siempre estaré a gusto; ese tipo de lugar que, con razón, permitió a Serrat presumir de haber nacido en el Mediterráneo.

  1. #1

    Gastiola

    Estupendo comentario y estupenda experiencia. Esperemos que mejoren un tanto esos detalles que pueden hacer que tenga la nota que debería. Lo más importante es que tú volverías y eso ya lo dice todo..
    Un saludo.

  2. #2

    Emili

    En el año 2009, en mi visita a El Bulli, cenamos una noche en Els Brancs. No tengo un recuerdo especialmente bueno, y no por que cenáramos mal, simplemente, no recuerdo lo que cenamos, lo que indica que no me impresionó. Si recuerdo la espectacularidad de las vistas, eso si que fue especial.

    En cuanto al vino, uno de los que comentas, fue el que tomamos en El Bulli, un Nelín 06. Nos costó 65,00 €, prácticamente el doble que en tienda. El precio debe ir en consonancia con el lugar y el servicio. Si uno de los dos falla, es caro, y según leo en tu comentario, no fue de lo mas apropiado.

    Saludos.

  3. #3

    Joaquin1965

    en respuesta a Emili
    Ver mensaje de Emili

    Ya te digo!!; fallo en el tema copas y (parcialmente) en el servicio. Fijate que tu me hablas del mismo precio del mismo vino pero, en tu caso, en el mejor restaurante del mundo.. y para cobrar eso, pues hay que hilar muy, pero que muy fino....

    Un saludo.

  4. #4

    manubcn

    Excelente comentario Joaquín, este y el Miramar de Llança los tengo en mis pensamientos, pero a la que me descuido se me va el verano y por lo que dices y por lo que imagino, en este caso es imprescindible la cena en la terraza.

  5. #5

    Joaquin1965

    en respuesta a manubcn
    Ver mensaje de manubcn

    Muchas gracias..!! Sí, y si es posible pide una mesa al lado de la barandilla de piedra.. Una pasada. Si el día esta regular, llevaros algo de abrigo ligero.. que luego refresca.

    Un saludo

  6. #6

    Javiercabreraperez

    Hola Joaquín, soy Javier (jefe de cocina de els Brancs)

    Gracias por su critica, lamentamos los fallos que pudiéramos cometer ese día y no haber logrado el 100 % de sus expectativas.

    Espero que la próxima visita todo sea de su agrado y podamos reparar los fallos cometidos.

    GRACIAS.

    Un saludo.

  7. #7

    G-M.

    ... la Costa Brava y los mares del sur...

  8. #8

    Joaquin1965

    en respuesta a Javiercabreraperez
    Ver mensaje de Javiercabreraperez

    Gracias a Usted. Un buen signo de profesionalidad su mensaje y una buena muestra de por qué es obligatorio que repita visita a su restaurante.

    Un saludo.

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