En su lugar hay un restaurante italiano. Desconozco si se ha trasladado o ha cerrado definitivamente, pero en esta ubicación ya no está.
Se puntua por obligación obviamente

Era la primera vez que iba a un restaurante con el proyeto de Saborea 20,11 que ha puesto en marcha la FEHV y la experiencia fue buenísima. Tal vez la parte que genere alguna duda inicialmente es la de comprar el ticket por internet para luego canjearlo en el restaurante de turno pero el proceso es bastante sencillo.

En el Llagar del Abuelo el menú que te ofrecen por 20,11 euros es increíble. Si alguien tiene interés en verlo en su totalidad, puede verlo aquí: MENÚ SABOREA 20.11 SABORES DE ASTURIAS

A mí me gustó especialmente el Pastel de cabracho y el Bacalao Confitado a la sidra sobre manzana asada y, entre los postres, el Frixuelo Lagos de Covadonga. Comimos con sidra, con un escanciador mecánico que nos dejaron en la mesa muy gracioso. Muy buena experiencia.

Por curiosidad, le eché un vistazo a la carta de vinos (bastante decente) y me fijé en el servicio en las mesas de alrededor (bien cuidado).

Es un sitio agradable, Al comienzo te obsequian con un aperitivo (una croquetita por comensal).
En los entrantes pedimos pastel de cabracho (muy bueno) y miniaturas de manzana (muy dulce para un entrante, es mas recomendable para un postre).
De plato principal pedimos cachopin de ternera, merluza marisacada y bacalao confitado a la sidra. Tengo que decir que los tres platos estaban exquisitos.
De postre nos sacaron una variedad de dulces (todos muy buenos)
De la carta de vinos, creo que se quedan cortos con los vinos de ribera del duero (solo tenian Mayor de Castilla). Notables la lista de vinos valencianos.
En resumen, una agradable noche

Ví en Las Provincias que éste era el mejor restaurante de Valencia y después en Verema pude comprobar que había opiniones encontradas al respecto, sobrevolando la sombra de la duda sobre algunas opiniones de foreros recién registrados. Así que decidí probar por mí mismo.

Sábado mediodía, bastante tarde, sobre las 15.15, sin reserva. Nos dicen que nos demos una vuelta hasta las 15.30 a pesar de que había dos o tres mesas libres. Después nos informaron de que hacen esto porque iban cortos de personal y así atendían mejor las mesas. En fin.

No puedo opinar del vino. Pedimos sidra Trabanco, para algo estábamos en un asturiano.

La comida empezó con un pincho obsequio de la casa. Estaba rico.

Después pedimos unas croquetas de manzana con caramelo. Craso error. No es que estuvieran malas ni mucho menos, pero ese plato es para los postres ya que es completamente dulce. Si me leen, les aconsejo que en vez de combinar las croquetas con salsa de caramelo, lo hagan con una de cabrales, por ejemplo. Sería mucho más acertado. En la carta de postres sí podría mantenerse la combinación manzana-caramelo.

Después llegó a la mesa un plato de patatas con chorizo y huevo. Correcto, sin más.

De segundo pedí unos escalopines al cabrales y mi mujer media ración de carrillera. No es baladí la mención a la media ración: los platos son generosos.

Mis escalopines no acabaron de convencerme: los esperaba rebozados de pan rallado pero vinieron con un rebozado de harina. Nunca me gustó la carne así, pero vamos, que eso es cuestión de gustos. La carrillera estaba deliciosa.

No pedimos postre porque estábamos para reventar, no somos demasiado glotones.

Al irnos nos comentaron que si habíamos aparcado en el parking de Cánovas teníamos derecho a un vale de una hora. Pensaba que eran dos horas y así lo manifesté, pero la camarera dijo que a veces eran de una hora y otras veces de dos. No habíamos ido en coche, pero me extrañó eso de que a veces regalan una hora y otras veces dos.

La decoración del sitio llama la atención por lo moderna. Un sitio de estas características te lo imaginas más en plan sidrería, taberna. Pero no. De todas formas, me gustó cómo lo tienen montado.

Mi valoración, un 6. Eso de que es el mejor restaurante de Valencia... pues no, ni de lejos. Es una buena opción, pero sin más, como tantos otros sitios, por lo que supongo que en esa encuesta de Las Provincias (http://listas.lasprovincias.es/los-mejores-restaurantes-de-valencia-135.html) pasa algo raro...

Los entrantes buenísimos, sobre todo las manzanas con caramelo. Las patatas con carne de chorizo y huevo frito por encima sencillamente espectacular. El filete empanado relleno de york y queso me lo habían recomendado y no estuvo mal, pero demasiado aceitoso para mi gusto.

La decoración y el ambiente, fenomenal y la atención y el servicio muy bueno (es cierto que tampoco estaba lleno).

Por cierto, te regalan un par de horas de parking de Canovas.

Volveré sin ninguna duda

Bonito local en el Ensanche valenciano, con dos estancias separadas por la cocina. Decoración fresca, modernamente rústica. Bonitos detalles como alguna manzana natural despistada sobre muretes separadores, anunciando loa regionalidad del establecimiento.

Cocina de mercado con base tradicional asturiana pero abierta al mundo.

Fuimos entre semana, estaba lleno, y optamos por un menú económico (12€) con tres sugerentes primeros y otros tantos segundos. Tanto el menú como la carta de vinos los presentan en curiosos folios irregulares, como imitando pergaminos antiguos, sin grapar.

Tomé una agradable Ensalada de mezclum de lechugas, tallarines de bacalao y tomate asado y después unos Escalopines con crema de queso azul, pelín secos.

De postre un Semifrío de queso con mermelada de melocotón, muy rico.

Carta de vinos de moderada amplitud y cierta variedad, servidos correctamente. Tomamos un Ribera del Duero jovencito, Recoletas.

Servicio amable pero lento.

Local que nos habían recomendado y ha sido un descubrimiento. Lo visité este finde con unos amigos y cenamos muy bien. Nos sirvieron unos aperitivos que consistían en una crema en chupito muy rica de calabacín al parmesano. Después tomamos pastel de cabracho, pulpo, miniaturas de manzana, picadillo con patatas. Como plato fuerte el espectacular cachopo y dos entrecot trinchados. De postre frixuelos y bizcocho de la abuela. Todos los platos bien presentados y algunos de ellos muy originales en plato de pizarra. Las raciones abundantes, en algún caso creo que demasiado. Tomamos de bebida sidra y cerveza. A todos nos sorprendió el sitio porque no lo conocíamos. El servicio de las chicas muy profesional y amable. El precio con una excelente rcp ya que nos salió todo por 28 euros por persona. Seguro que volveremos para tomar la fabada que también nos han hablado.

Acabamos de comer en este restaurante y no nos ha gustado por:
-no pueden comer a la carta y de menu los comensales de una misma mesa
-muy lento a la hora de servir. El servicio un poco pretencioso
-el bacalao a pesar de ser muy fresco no tenia el sabor que esperabamos y ademas estaba frio
-el plato de pulpo era escaso para el precio y tampoco tenia el sabor tipico del pulpo a la gallega

Eso si, han tenido el detalle de un filete que habiamos pedido muy hecho y nos lo habian servido muy poco hecho, cambiarlo por otro en lugar de simplemente recalentarlo como habrian hecho en otros sitios.
Lo mejor sin duda, la sidra y el escanciador automático.
Relacion calidad-cantidad/ precio a la carta,muy muy baja. Muy bajo caro para lo que comes.
Además el dueño dice que nos han servido 5 entrantes y unicamente han sido dos.
Si se preocupa mucho por la calidad, debe de mejorar mucho.
Sólo hemos tomado un plato por persona, menos uno de nosotros que ha tomado dos, nada de cafes ni postre, y como he dicho los platos de merluza muy muy justitos, así como el de pulpo, 2 botellas de sidra, ha costado 31 por persona.

Uno de los males de que adolecen muchos locales es el tiempo que tardan en sacarte los platos; yo entiendo que es el precio que hay que pagar para tener una buena comida y bien preparada, pero si el local no está muy lleno y el plato no parece particularmente costoso de elaborar, te vas con la impresión de que este es un aspecto mejorable. Suerte que el amable trato y la buena comida hacen que casi ni te des cuenta... hasta que sales del local y ves que has terminado de comer a las cinco.

Empezamos con una ensalada y unos milhojas de pulpo, ambos bien; y de plato fuerte, fabada... aunque, bien aconsejados, optamos por pedir el "plato degustación"; no hubiéramos podido con el plato grande. ¡Pero qué fabada!! Buenísima!! Realmente, nos dio pena el haber pedido otros platos, cuando podíamos haber comido fabada hasta reventar...

Y el postre, otro éxito: Una tarta de queso, cantidad y calidad... 4.5 euros, que puede parecer un precio bastante normal, pero que por cantidad y calidad perfectamente podría ser el doble (comimos los dos bien con una ración).

En resumen: Fuimos a comer animados por los positivos comentarios del local, y desde luego repetiremos... pero dejándonos de historias: Un buen plato de fabada (o fabes con almejas, que nos quedamos con las ganas), y una buena ración de tarta de queso; vamos a lo que vamos, a por comida tradicional asturiana, ni entrantes, ni ensaladas, ni historias. Y reservando primero, porque llegamos a las 14:45 y con medio local vacío nos dijeron que sin reserva no nos podían atender hasta las 15:00, algo que aún no he acabado de entender...

s2

Estuvimos cuatro personas creo recordar el día 30 de octubre. Se trata de un local frio, poco acogedor y en mi opinión con una distribución demasiado simétrica. La comida resultó interesante cuando menos. El bacalao exquisito y los entrantes aceptables (choricitos a la sidra y pastel de cabracho). Las raciones son normales, no como dicen por ahi y como acostumbra la comunidad asturiana exageradas. Relación calidad/precio muy interesante pero insisto en que el aspecto general del local muestra una frialdad que incomoda. El servicio correcto y la carta de vinos algo escasa.