Acabamos de comer en este restaurante y no nos ha gustado por: -no pueden comer a la carta y de menu los comensales de una misma mesa -muy lento a la hora de servir. El servicio muy pretencioso.Como ya indica otra opinión de un cliente. -el bacalao a pesar de ser muy fresco no tenia el sabor que esperabamos y ademas estaba frio -el plato de pulpo era escaso para el precio y tampoco tenia el sabor tipico del pulpo a la gallega. Eso si, han tenido el detalle de un filete que habiamos pedido muy hecho y nos lo habian servido muy poco hecho, cambiarlo por otro en lugar de simplemente recalentarlo como habrian hecho en otros sitios. Lo mejor sin duda, la sidra y el escanciador automatico. Relacion calidad-cantidad/ precio a la carta,muy muy baja. Muy bajo caro para lo que comes. Respondiendo al dueño: No nos han servido 5 entrantes como dice el dueño sino unicamente 2. Si quieren tener una buena calidad deben tener claro lo que sirven al cliente. Y los platos estaban vacios por que teniamos hambre, y claro, al no ser abundantes y muy caros, habia que cemer algo, por que luego no te lo regalan. Pero he aprendido que la poróxima vez, me quejaré en el lugar y no me negaré a comer ni ha pagar un plato que veo tomadura de pelo. Mi madre afirma que no contestó a la pregunta de si está todo correcto, prefirió quedar en silencio. Y como no, si el restaurante es de alta calidad se da perfecta cuenta de que una comida sin buen ritmo de servicio, algun plato frío, unos comian, otros no, etc................no es correcto, sobran las preguntas y lo único que puede hacer el dueño es disculparse por el servicio.Cosa que no sucedió.Unica mente he llamado indignado. Mas ingigmada estoy yo que casi sin comer pagé 31 euros y tuve que buscar una cafeteria. Pero realmete lo que salvó la comida fué tomar el café con helado en una cafeteria próxima al sol, intentando olvidar la tomadura de pelo.