Asturias y más.

Bonito local en el Ensanche valenciano, con dos estancias separadas por la cocina. Decoración fresca, modernamente rústica. Bonitos detalles como alguna manzana natural despistada sobre muretes separadores, anunciando loa regionalidad del establecimiento.

Cocina de mercado con base tradicional asturiana pero abierta al mundo.

Fuimos entre semana, estaba lleno, y optamos por un menú económico (12€) con tres sugerentes primeros y otros tantos segundos. Tanto el menú como la carta de vinos los presentan en curiosos folios irregulares, como imitando pergaminos antiguos, sin grapar.

Tomé una agradable Ensalada de mezclum de lechugas, tallarines de bacalao y tomate asado y después unos Escalopines con crema de queso azul, pelín secos.

De postre un Semifrío de queso con mermelada de melocotón, muy rico.

Carta de vinos de moderada amplitud y cierta variedad, servidos correctamente. Tomamos un Ribera del Duero jovencito, Recoletas.

Servicio amable pero lento.