Restaurante Virgen del Mar en Murcia
Restaurante Virgen del Mar
País:
España
Provincia:
Localidad:
Cód. Postal:

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Precio desde:
45,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Cierra:
domingos
Nota de cata PRECIO MEDIO:
57 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.1
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
6.0
Comida COMIDA
8.3
Precio medio entorno ENTORNO
7.0
RCP CALIDAD-PRECIO
7.0
Arroz Cruz
Finca Montico 2010 con un buen plato de berberechos
Gamba Roja de Mazarrón (cuando hice la foto, ya faltaban dos :-)
Ensalada de tomate Raf, anchoas y mojama
Opiniones de Virgen del Mar
OPINIONES
6

Buena materia prima en pescado y marisco, de lo mejor en Murcia, y por lo tanto el éxito está asegurado. La comanda se compuso de:

* Almejas al ajillo (variedad japónica).

* Navajas (pequeñas pero muy sabrosas).

* Gambas rojas y blancas a la plancha (buen tamaño y en su punto menos de cocción).

* Arroz Cruz (especialidad de la casa): Arroz seco con gamba pelada, almejas, sepia y calamar

* Surtido de postres caseros.

* Bebida: Cervezas y vino Albariño Terras Gaudas

 

  • Arroz Cruz

    Arroz Cruz

Confirmo y reafirmo que la carta de vinos es más que la media y con los precios en la media baja.
La carta de comidas es "demasiado" amplia. Aparte de la barra que ya de por sí te quedarías allí, la carta y algún extra fuera de carta hace difícil la elección en un sitio donde lo importante es la materia prima. Y aquí sí destaca. Mucho material a precio según mercado y eso siempre asusta pero la verdad es que luego se contuvo.

Unas aceitunas y una cerveza de presión hizo fácil la espera mientras llegaban los 4 comensales citados para comer. Empezamos ya por un vino fallido (no recuerdo cual fué) y pasamos a un blanco José Pariente, el más básico, pero que aún así es destacable. Falló la segunda opción de cambio (Castaño blanco 2013, creo recordar chardonnay con algo más), no quedaba (y no se avisó) por lo que fuimos a un cava Missale brut 2011 que cumplió. Algunos hasta bebimos agua: Liviana.

Al centro y en buenas raciones:
. ensalada de tomate raff, aceitunas, queso blanco (servilleta), anchoas, pebreras (nada picantes) en salmuera, pepino, atun y algo más seguramente. Muy refrescante de inicio y para dar tiempo a que la plancha tirara.
. fabes con almejas. Para hacer una cata. Buena cocción, buenas almejas, alubias enteras pero cocidas. Recomendable.
. berberechos. De gran tamaño. Poco (o menos que poco) hechos al vapor. Mar en estado puro.
. dos gambas rojas y dos blancas por persona. De tamaño medio-alto ambas bien de plancha. En la comparativa la roja gana por goleada en sabor.

De segundo caímos todos en la tentación de un pescado desconocido para mí: lecha. Un túnido perfectamente hecho a la plancha con aceite y poco más. Un acierto.

Para postres de nuevo hasta 15 opciones diferentes. Elegimos para compartir pan de Calatrava, tarta de limón, souflé de limón, tarta de 3 chocolates. Todos ellos en amplia ración y correctos.

Buen servicio. Local lleno, mucha gente local (saludos a camareros, encargado de la sala....), gente del mundo de los toros.
Mesas separadas. Buena cubertería, mantelería, cambio de copas y cubiertos, etc.. Debe ser uno de los mejores sitios en marisco y bueno en pescados.

A pesar de que nos lo había recomendado un amigo, fuimos con dudas sobre todo por los comentarios anteriores que habíamos leído en el apartado del servicio del vino. Una vez nos sentamos y vimos la carta, lo que nos generó dudas fueron precisamente esos comentarios porque, sin ser una megacarta, lo cierto es que tenía un amplio surtido de vinos blancos, cavas y champagnes, que son los que más encajan en ese tipo de cocina, y también un número razonable de vinos tintos de las DOs de la región (Bullas, Jumilla y Yecla) y también de otras zonas (Ribera del Duero y Rioja, sobre todo, en este caso con referencias mucho más previsibles). Las copas eran bastante buenas y el servicio fue atento. Nosotros tomamos un Finca Montico 2010 de Marqués de Riscal y, una vez catado, nos dejaron la botella en la cubitera para nuestro autoservicio. De hecho, lo prefiero a que te pongan la botella alejada de la mesa y tener que estar esperando a que el camarero esté pendiente del nivel de mi copa.

Respecto a la comida, materia prima de muy buena calidad, con los puntos óptimos de cocción o plancha. Pedimos unas raciones de berberechos de buen tamaño, media docena de gamba roja de Mazarrón a la plancha, un plato de quisquilla hervida, una ensalada de tomate raf y ventresca y, de segundo plato, pescado Gallo de San Pedro, muy rico. No tomamos postres pero sí café con unos rollitos de anís típicos de la zona.

  • Finca Montico 2010 con un buen plato de berberechos

    Finca Montico 2010 con un buen plato de berberechos

  • Gamba Roja de Mazarrón (cuando hice la foto, ya faltaban dos :-)

    Gamba Roja de Mazarrón (cuando hice la foto, ya faltaban dos :-)

  • Ensalada de tomate Raf, anchoas y mojama

    Ensalada de tomate Raf, anchoas y mojama

Aquí está todo bueno y rebueno y más aún. Lo digo de verdad. No hay nada que no me guste de lo que he probado.. bueno tal vez la empanada. Pero es que de empanadas sé mucho y las he probado mucho mejores. Pero lo demás..La cream de la cream, el marisco, y ya no digo más. Bueno si. Los postres, que no me van. Si es que no soy de postres. ¿Quién inventó los postres? Va.
Hay un camarero muy bueno, amable y servicial. Pero sólo uno. Si te toca, eres el amo y a disfrutar de la velada.

Evidentemente, que el Virgen del Mar no se mencione casi en Verema, es una ausencia poco justificable.
Dejando de lado que la puesta en escena debe mejorarse en algunos aspectos, el hecho de contar con una cocina tan seria y bien armada como la que Cruz, la dueña, ha sabido componer, creo que merece tener presencia en este foro.
La entrada al local es absolutamente gloriosa, porque con lo primero que uno se topa es con una barra rebosante de mariscos de primerísima. Frescos y bien presentados. De esta forma, el tapeo en la barra se convierte en una delicia visual. La cerveza la tiran muy bien. Y este es uno de los pocos sitios donde el fino manzanilla se sirve como es debido: casi helado y muy muy joven, blanco casi.
De casi todo lo que aparece en la carta es posible disfrutar en la barra. A excepción de los arroces.
Entremos al comedor.
Los arroces son el justo emblema de la casa. El arroz con bogavante ya hizo famosa a Cruz cuando el restaurante estaba en Mazarrón. Es comparable a los mejores. El Arroz estilo Cruz, es otra apuesta segura. Queda así resuelta una primera incóginta sobre qué es imprescindible comer allí.
Ahora viene lo más difícil: decidir qué no comer. De las muchas cosas que he probado en sucesivas ocasiones, destacaría el pastel de zarangollo y morcilla y la sepia en su tinta. Pero además las ensaladas, los buñuelos de bacalao, las alcachofas y toda la larga retahila que puebla la carta son siempre un acierto. De los mariscos no voy a hablar porque con un producto tan bueno tiene poco mérito que se pueda disfrutar tanto de ellos. Destaquemos las cigalas abiertas y hechas a la plancha.
El contrapunto lo pone la paupérrima carta de vinos. Qué pena.
Hombre, siempre hay valores seguros como un escueto grupo de espumosos, champanes incluídos, que suponen una buena opción para acompañarlo todo. En especial a los arroces.
Otro tirón de orejas lo merece la cubertería y parte de la vajilla.
El servicio pude llegar a ser excelente o simplemente mediocrillo, depende quién te toque. El entorno es agradable, luminoso, tal vez algo cargado a veces.
El postre tiene glorias históricas como el afamado suflé de meolocotón, para el cual merece la pena hacer un huequecito al final.
En cualquier caso, el Virgen del Mar es un lugar al que volver, sin duda, y muchas veces, si lo que se quiere es comer bien, que, bien pensado, es a eso a lo que uno va a los restaurantes ¿no?.

Es extraño que este mítico restaurante no estuviera reseñado en VEREMA. Hace un par de años se trasladaron de su Mazarrón natal a Murcia capital que es donde se mueve el dinero(no comment). Su barra es un escaparate lleno de deliciosos manjares del mar. Fuimos al salón. Pedimos unos langostinos de Vinaroz, normalitos. Después unas almejas de carril al ajillo, buenas, y el plato estrella fue el arroz con bogavante gallego, exquisito. La carta de vinos es mejorable. Pedimos un Mantel blanco de Rueda, del montón. Los postres son prescindibles. 95 E la cuenta. El arroz merecía la pena. El servicio es rápido pero impersonal.

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