Restaurante Valencia Orient en Valencia
Restaurante Valencia Orient
País:
España
Provincia:
Localidad:
Dirección:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
19,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Cierra:
Domingo solo el servicio de la cena
Nota de cata PRECIO MEDIO:
35 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.3
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
6.7
Comida COMIDA
7.3
Precio medio entorno ENTORNO
7.8
RCP CALIDAD-PRECIO
7.1
Local y detalles
Variedades de sushi
Opiniones de Valencia Orient
OPINIONES
32

Un mes mas nos pusimos el disfraz dorado y nos dirijimos al Valencia Orient.
Este restaurante situado en la zona de Cánovas cada día va a más. Tanto de público como de cocina. El viernes pasado estaba realmente hasta la bandera, no había ni una sóla mesa libre, lo que es normal si tienes en cuenta que puedes cenar por aproximadamente 30 euros.
Nos decidimos por el menú de 21 euros con entrante, primero, segundo y postre. Destacar el Dim Sum, buenísimas las empanadillas de carne con el punto justo de picante.
El sushi correcto. Los segundo también gustaron, el bacalao estaba en su punto de cocción, el pato muy bueno y el solomillo lo suelen servir un poco frio, por muy laminado que esté un golpe de calor no va mal a la hora de presentar el plato.
A los postres igual había que prestarles más dedicación, el brownie para mi gusto estaba un pelín seco, le faltaba esponjosidad al bizcocho.
Nos acompañaron un par de botellas de Enate y cervezas. Todo por 32 euros. Como siempre cerramos el local y pasamos una noche fantástica.
Resumiendo: una relación calidad-precio muy buena en un local agradable.

Volvimos a comer un sábado, y escogimos de nuevo la opción del menú de 21 euros, del que efectivamente, sí disponen para comidas en fin de semana (no se si también por las noches). Aparte de este menú, disponen de uno diario entre semana a 12 euros y de otro los domingos y lunes.
Solo dos mesas ocupadas, el camarero siempre estuvo muy pendiente de nosotros en todo momento. De la carta de vinos tomamos Oro de Castilla, blanco de Rueda, a una temperatura adecuada y mantenido en cubitera. El vino se dio a probar y se rellenaban las copas cuando hacía falta.
En cuanto al menú, no hay cambios. Tal vez los dim sum un poquito más picantes que la vez anterior. El sushi me gustó bastante, incluso más, y el resto de platos mantienen el nivel de la anterior visita.
Creo que es un restaurante a tener en cuenta, y la relación calidad-precio de este menú hace que la visita valga la pena.

Acudimos para probar el menú original (21 euros sin bebida), ahora disponible en comidas y cenas, y creo que también los fines de semana. También disponen al medio día de un menú a 12 euros.
Lo primero que llama la atención es la decoración de local: parquet, motivos orientales, espejos en techo, bonitas lámaparas... En definitiva un ambiente donde te sientes a gusto. La atención en todo momento es detallista y correcta.
A pesar de no pedir vino, pude ojear la carta, y creo que disponen de entre 3 a 5 referencias en bastantes denominaciones de origen en tintos, sin descuidar blancos y cavas. La cristalería es Rona.
Como he comentado anteriormente, pedimos dos menús, tratando de cambiar los platos para probar varias cosas.
De primero muy buenos los spring-rolls de gamba con salsa de ostras y puré de mango, así como el dim-sum con un toque ligeramente picante.
Seguimos con sushi variado, bien de sabor, aunque en mi opinión las piezas un tanto más pequeñas de lo que me gusta, y también probamos el arroz frito con pato servido en cesta de tallarines.
De segundo, mi acompañante pidió el pato laqueado servido al estilo Pekín, bueno, y yo me decidí por el lomo bajo de buey con crema de zanahoria. Muy bueno.
A esas alturas estábamos más que satisfechos, pero el postre estaba incluido, así que un brownie de chocolate y un tiramisú, bueno de sabor, aunque de textura algo helada para mi gusto.
Con refresco y agua, 25 euros por persona. Resumiendo, lugar muy agradable con unos platos a la altura del local. Hay interés en diferenciarse y creo que lo consiguen.

La puesta en escena de este restaurante es, sin lugar a dudas, excepcional. Elegante, cuidada densidad de mesas, zona para fumadores, ventanal en la cocina para ver trabajar a los cocineros, cómodo mobiliario y una atmósfera tranquila y sosegada que invita a relajarte y dejarte seducir.

Si además de predisponerte al disfrute, encuentras un menú de 21€ a elegir entre una gran variedad de platos, ya solo queda esperar a que empiecen a llegar a los platos a la mesa y comprobar que el entorno y el amable y eficiente servicio se corresponden una buena cocina. Cocina oriental de buena factura y presentación, destacaría el bacalao y el pato laqueado, así como el variado de sushi de gran calidad. En este apartado del sushi, tal vez la única pega que le encontré al plato, aunque es algo generalizado en al ciudad de Valencia, se echa en falta algo de originalidad, y es que casi todos los restaurantes orientales de Valencia ofrecen las mismas piezas de este manjar oriental. Espera encontrar en este restaurante una variedad o una nota distintiva en este plato, dado el nivel que estaba demostrando la cocina. Aún así es solo un apunte para mejorar, no algo que les haga bajar la nota pues, como ya he comentado, tanto la presentación como el resultado final de la elaboración es muy buena. El apartado de postres es totalmente occidental (tiramisú, brownie...) pero el resultado es bueno.

La carta de vinos adolece de la falta de variedad en espumosos, sencilla pero las referencias son correctas y encuentras alguna cosa interesante. Sigo sin entender cómo estos restaurantes tienen cartas de vino con tantas referencias de tinto, nefasto para esta cocina.

Terminamos con un té del emperador y una sensación final muy buena, con ganas de volver a probar el resto de platos del menú.

Restaurante de cocina oriental (platos japoneses y chinos) con un entorno acogedor. Hay varias salas separadas y la decoración es agradable. Ofrecen un "menú original" de tres platos más postre a 21 euros que está bien por calidad-precio. En cada plato puedes elegir entre varias opciones disponibles. En general, los platos están bien ejecutados, sin alcanzar el nivel de otros sitios de cocina oriental pero con precios mucho más contenidos. En el apartado de vinos, carta con pocas referencias, especialmente en blancos y espumosos (lo más recomendable para este tipo de cocina). Tomamos un albariño Gran Bazán 2007 (21€) y un más flojo Raimat chardonnay 2007 (15€). Copas adecuadas y servicio de mesa amable. Te vas con buenas sensaciones y con ganas de repetir por su entorno y relación calidad-precio. Ya he estado dos veces este mes.

No había tenido oportunidad de estar, a pesar de ser la comida oriental (léase sushi y maki) una de mis comidas favoritas desde niña. El local es francamente estético y agradable a la vista, las paredes de un mármol “rústico” en planchas enormes simplemente espectaculares. Todos los detalles, mesas amplias, y sillas (sillones) muy cómodas.

La comida rica. Fuera del menú, yo tomé una sopa; concentración de fumé con almejas y langostinos. El caldo era un pócima renovadora. Buenísima!

Corazones de alcachofa y Vierira, con crema de las mismas alcachofas, correctos.

El Menú: 20 euros (sin bebida)
- Delicioso spring roll de gamba o pato, crujiente hecho con pasta filo y una nivel de fritura excepcional. Acompaña coulis de mango y de ostras.
- Tabla de makis; probablemente el mejor maki que haya tomado en Valencia, la pieza de atún rojo a destacar. Bien hecho, buen género y dominio de la técnica.
- Yo pedí buey muy poquito hecho. Mi acompañante pidió lubina con verduras, que por su sabor y punto, robó el protagonismo a mi carne.
- Postre sorbete de mango correcto y tiramisú con helado de café, que arrancó mas de un suspiro.
- Surtido de panes recién horneados.
- Infusión de jazmín.
- Deliciosa cata de sakes de calidad; elegantes y complejos, servidos calientes para terminar.

Vino: La carta corta con alguna referncia agradable. Tienen Alión del 2001, a un precio atractivo. Nosotros bebimos Agustí Torelló Brut Reserva. El servicio del vino es casi inexistente. Las copas correctas, tienen la Vinoélite.

El servicio en la sala cordial, con frecuentes sonrisas, en un intento por solapar la falta de medios lingüísticos de los camareros. El maitre (propietario) suple con amabilidad esta barrera. De cualquier forma la sensación y atención fue en todo momento agradable y cómoda.

Definitivamente, un sitio para volver. Son conscientes de los fallos del pasado, han rectificado y reencausado esfuerzos. La percepción final muy buena.

A elogiar el tremendo trabajo en la compra y escandallo que permiten tener una muy buena RCP en la comida.

Es de esos restaurantes que predomina el entorno sobre la comida y el servicio; y eso no es bueno, no. Me explico: el local es moderno, agradable, con separación más que suficiente entre las mesas y estas son de tamaño considerable. Más de diez minutos hasta que nos trajeron la carta, mientras tanto ni siquiera se nos ofreció la posibilidad de tomar un aperitivo. La carta de vino sigue en reforma. Pedimos un Finca Terrerazo que fue decantado. La comida es floja, no alcanza la calidad del Soong ni en el reflejo. Conforme vas comiendo va aumentando la decepción. El servicio a la vez muy poco profesional (al menos los camareros). Ensalada de atún con chop-suey, tempura de hortalizas y langostinos, sprinpg-pato, sashimi variado (sin comentarios), pan, dos cafés y el vino comentado ascendió a 95€.

Nos gusto bastante, pero sin sorprender ni deslumbrar. El sushi destacable, lo mismo que el foie. Tempura normalita. No probamos los arroces pero los pescados nos convencieron. Postres acordes con el resto del menu. La carta de vinos podría mejorar, de hecho nos dijeron que van a cambiarla en breve. Los dos primeros vinos que pedimos ya no les quedaban, lo que no deja de ser desagradable. Desde luego el local es bonito, muy lejos del típico y tópico restaurante oriental. El servicio amable y más relajado que lo comentado por otros veremeros, al menos en nuestra visita. Sin embargo, sigo prefiriendo el Soong Dynasty, al menos por los 60 euros por pax que costó la cena. Repetiremos para ver como evoluciona, seguramente a mejor por las ganas que vimos en el personal

Nuevo restaurante de cocina fusión entre oriente y occidente.Excelente resultado.
Garantía de buen servicio teniendo a Joan Pau en la sala,por lo menos en lo que está al alcance de su mano.Otra cosa es cuando los chinos se descontrolan y empiezan a sacarte a la mesa todos los platos que caben y más,en plan chino de barrio, no deberían permitirlo.
Carta de vinos con buenas referencias pero algo hinchadas de precio.
Precio correcto, 50€ pax con vino y cafés.Una pena de verdad que no respeten el tiempo que le cuesta al comensal comer, ya que los platos se enfrían y tienes que compartirlo todo en un plato sucio.

Local muy agradable, con suficiente separación entre las mesas. La cristalería,vajilla y cubertería más que aceptables. La comida buena, con raciones de tamaño adecuadas. El servicio del vino quizás deje algo que desear (vino caliente), aunque con carta amplia. RCP muy adecuada (50 euros pax con aperitivo,vino postres,café y copa). El personal superatento destacando la presencia de Joan Pau, recién llegado al restaurante pero con un gran bagaje a sus espaldas (incluyendo su propio restaurante, que desgraciadamente cerró). Gracias por tu amabilidad y tus explicaciones sobre aguas y tequilas. Muy importante: aunque fuimos los últimos, en ningun momento tuvimos la sensación de que nos echaban. Al contrario, nos enseñaron el local, incluída la salita que tienen para reuniones o comidas de negocios. En resumen, un buen sitio para repetir

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