Un arroz negro único

Uno de los restaurantes a los que siempre nos queríamos acercar en nuestras quedadas “post-celler” era al Xadó, dadas las continuas alabanzas de nuestros amigos catalanes al arroz negro que aquí elaboran y como es uno de los tipos de arroces que más nos gustan, decidimos no alargar más dicha espera y acudir este mismo año. La buena mañana que hacía nos permitió dar un paseo por la costa, que para los que vivimos en interior siempre resulta muy agradable, hasta la hora de comer. Local sencillo y acogedor, sala cómoda y tranquila, todo invita a sentirse a gusto.

Antes del arroz, nos traen una pequeña picada con varios platos del día que fueron amenizando la espera, dos raciones de cada uno. Comenzamos con unos Sonsos (9€), que son unos peces pequeñitos parecidos a los chanquetes, perfectamente fritos y crujientes. Después unos Calamares a la romana (7€) y unos Buñuelos de bacalao (6€) que nos demuestran lo bien que saben freír en esta casa. Unas Almejas en salsa (8,5€) realmente buenas con esa salsa en la que terminas mojando pan, unas Gambas de Palamós (13€), pequeñas de calibre (ojo al precio, claro) pero fresquísimas y en su punto perfecto de sartén y por último unos chipironcitos (14€) deliciosos por su delicada textura y pequeño tamaño, ligeramente encebollados.

Tras todo este apetecible pica-pica, llega su majestad el arroz, elaborado en una enorme cacerola, al fin y al cabo éramos 9 personas y casi todos repetimos. El secreto de este arroz negro es que no está elaborado con tinta de calamar sino que adquiere dicho color pochando la cebolla durante muchas horas. Y con una buena coronación en langostas. Grano suelto, punto perfecto, sabor penetrante y marino, nada pesado, delicioso, para repetir y repetir. Quizá el mejor arroz negro que hayamos probado. Lo cobraron además a 15,5€ la ración, realmente ajustado dado que pudimos repetir.

De postre tomamos un curioso y refrescante sorbete de mojito (6€) que cumplió con su objetivo de aligerar y resultar digestivo, además del delicioso té moruno que aquí preparan y que obviamente casa con los orígenes magrebíes de su cocinero y propietario.

Para beber no echamos un vistazo a la carta de vinos ya que aportábamos nuestras botellas y de nuevo no nos dieron más que facilidades a la hora de guardarlas, abrirlas y servirlas. Así da gusto. Bebimos los siguientes vinos.

Robert J. Mur Cava Reserva Brut Nature: el primer cava era a priori el más sencillo pero estaba bastante bien, no había probado nada de esta casa y en su nivel resultó fresco y bastante apañado, ideal con los primeros aperitivos. [8/10]

Cava Freixenet Cuvée DS 2003: una de las cuvées más sorprendentes del gigante de las burbujas en año cálido y maduro, en buen momento y con cierta complejidad en nariz, aunque en boca ya comienza su declive. En cualquier caso, muy agradable. [8,3/10]

Domaine Giachino Monfarina 2012: un mágnum de este interesante vino de Saboya elaborado con uva Jacquère. Vino de estilo “natural”, fresco y muy limpio, de esos que se beben de maravilla por su acidez y ligereza. Muy bueno. [8,8/10]

Valdespino Jerez seco (Años 70) : curiosa botella de 1 litro de este vino que no era seco del todo, parecía un fino pero con algo de residual (¿¿??), una curiosidad elaborada por Valdespino hace ya unos años y que iba muy bien con el arroz. [9/10]

Domaine Ganevat Cuvée de Garde 2007: chardonnay y savagnin bajo flor en una cuvée del maestro de Rotalier que no conocíamos y que desde luego hace honor a su nombre, siendo un vino de largo recorrido y una calidad impecable. [9,2/10]

Hay que destacar la magnífica atención del hijo del propietario, un chaval simpático y despierto como pocos y que nos fue sirviendo y preparando la mesa con celeridad y acierto a la vez que atendía al resto de mesas. Muy buen trabajo.

Pues el principal resumen que podemos hacer de esta comida es que fue como en familia, en una casa en la que nos hemos sentido muy a gusto y además hemos comido y bebido de maravilla, con ese añadido especial del espectacular arroz negro que elaboran y por el que sin duda merece la pena desplazarse hasta Palafrugell. Nos comentan que la “garoinada” es igualmente imprescindible, así que la próxima vez acudiremos en temporada de erizos. Eso está hecho.

  • Arroz negro (cazuela)

    Arroz negro (cazuela)

  • Arroz negro (plato)

    Arroz negro (plato)

  • Gambas de Palamós

    Gambas de Palamós

  1. #1

    Jeronimo

    Su majestad el arroz negro. Creo que en la zona de Palafrugell, de donde se ha extendido por el Alt y Baix Empordà, es la única en que lo elaboran de esta manera, pochando durante horas la cebolla.
    Lo que no entiendo es el precio por persona, 324/9=36 eurillos
    https://www.flickr.com/photos/91517871@N08/15596987669/in/photostream/lightbox/

  2. #2

    EuSaenz

    en respuesta a Jeronimo
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    Coño pues lo cambio, es verdad!

    Si es que en tu cuenta de Flickr está todo documentado…

  3. #3

    Joan Thomas

    He guardado un buen recuerdo de mi visita en el 2012, precisamente también después de haber ido al Celler. Como dice Jeronimo pienso que el chef Charli Sadiky debe ser el único o uno de los pocos que elabora el arroz negro pochando la cebolla en la zona de Palafrugell.

    Un saludo

    Joan

  4. #4

    Imperial Vs72

    qué rico estaba el arroz, nos pusimos morados!!! y como bien dices, me pareció mucho menos pesado que el "tradicional" de tinta de calamar...

    Después del homenaje del día anterior en El Celler la verdad es que estábamos todos un poco "tocados"..., así que fueron de perlas los vinos, buenos, frescos y sin demasiadas complicaciones (salvo el Ganevat.

    Curioso ese punto "dulce" de la botella de Valdespino (Jerez Seco), estaba realmente bueno y al ser menos punzante y salino gustó bastante sobretodo al sector femenino... como tengo alguna otra botella, habrá que ver si es el estilo al que ha evolucionado el vino o era cosa de la botella en sí

    • Los vinos

      Los vinos

  5. #5

    JoseRuiz

    Siempre prefiero el arroz seco, pero en esta época apetece más un caldoso o meloso. A simple vista hubiese dicho que es un arroz con cigalas... pero por lo que cuentas son ¿Langostas baby? Jejeje...

    Precisamente este verano en mi visita a la Cigaleña probé por primera vez el Domaine Giachino Monfarina pero de la cosecha 2011 y guardo parecidas sensaciones a las tuyas.

    Pues no está nada mal como experiencia "post-CCR"

  6. #6

    Obiwan Ferran

    3 platazos me zampé yo el día de la última garoinada! :D Una delicia y para nada pesado. Esperando estamos la siguiente garoinada para pasarnos por allí, jeje...

  7. #7

    EuSaenz

    en respuesta a JoseRuiz
    Ver mensaje de JoseRuiz

    Pues tenía langostitas y cigalas además de salchichas, un contraste curioso. El marisco era de calibre pequeño (para no disparar precios) pero de enorme calidad. El Monfarina venía obviamente de Cigaleña, un vino fresco y con calidad, ideal para beber sin más complicaciones, que es lo que buscábamos en esa comida. No estuvo mal, no.

    Un saludo,
    Eugenio.

  8. #8

    EuSaenz

    en respuesta a Obiwan Ferran
    Ver mensaje de Obiwan Ferran

    Ya sabes que el próximo plan es Celler+Garoinada+calçots. ¡Duro con él!

    Un saludo,
    Eugenio.

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