Restaurante Montes en Valencia
Restaurante Montes
País:
España
Provincia:
Localidad:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
10,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
22 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.0
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
5.6
Comida COMIDA
7.6
Precio medio entorno ENTORNO
6.5
RCP CALIDAD-PRECIO
7.7
cremaet
bocadillo tortilla con embutido y pisto
Opiniones de Montes
OPINIONES
19

Es un local que conozco como la palma de la mano; desde siempre he ido a celebrar mi cumpleaños allí, primero con mi novia y después con mi mujer; que al final resultaron ser la misma. Allí es donde todos los años, un par de veces, nos reunimos todos los amigos de la infancia, ya no nos vemos tanto como nos gustaría, cosas de la edad, el trabajo y la familia. Nunca perdono ese espléndido rabo de toro
Lo considero un lugar especial, que ha sabido adaptarse a las nuevas necesidades de nuestros escaldados bolsillos; hace un año que nos reunimos nos sorprendieron con un abultado número de platos en un más que económico menú. Y desde entonces procuro comer allí por lo menos cada dos semanas. Siempre como fuera de casa; y de vez en cuando se agradece ese tipo de comida a ese precio. Los que coman siempre fuera de casa me entenderán. Es más, hoy voy a comer allí. Se me ha despertado el gusanillo.

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En realidad la primera visita la hice hace como 15 años y entonces no me gustó, de ahi que hasta hoy no hubiese vuelto. La experiencia ha sido muy satisfactoria por la relacion calidad/precio.
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Restaurante muy tradicional en todo: cocina, decoracion y clientela.
Aterrizamos sin reserva previa y tuvimos suerte de obtener mesa, la unica libre que les quedaba. Pedimos a la carta y el camarero nos sugirió un menu que era muy semejante a lo pedido y mucho mas barato (18 EUR): ensalada muy completa, chipirones y rabo de buey; muy bien todo tanto en calidad como cantidad ademas de ser de agradecer el detalle de la sugerencia. La bebida se pidió fuera menú: Ramon Bilbao crianza 2009 (17 EUR) + agua. Luego vinieron unos postres correctos y 1 cafe (1'50 EUR) + chupito whisky (2'50 EUR).
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El servicio bien, el unico reparo es que no cambiaron el cubierto al llegar el plato principal. Teniendo en cuenta la juventud de los camareros y las costumbres de la gente joven de ahora no sé si calificar de reparo un tuteo que dada la edad media de la clientela se me antoja poco procedente.
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Volveré

Reserva para 7 en un comedor lleno y que tuvimos la suerte que nos colocaron en una especia de saloncito paralelo al comedor pero que no tienes mesas cercanas. Interesante entorno.
Opciones de menús que ya se han descrito y que son apetecibles creando dificultad para elegir por aquello de mesa completa a tipo de menú para una buena coordinación de servicio. Al final optamos por el más barato sobre todo porque hay tantos platos para elegir que permite mayor diversidad.
Servicio no me pareció lo estirado que se ha comentado en el foro, sino más bien a punto de pasar al exceso de familiar pero que en estas fiestas, todos estamos más por romper barreras de distancia. Vajilla y cambio de platos lo mínimo. Servicio de vino a buena temperatura aunque con muchas ausencias de una carta corta. Cambio de copas correcto aunque copas muy básicas.

Reforzamos el menú de base con 2 platos de verduras plancha al centro bien conseguidas aunque poco variadas; uno de puntillas fritas bien de tamaño y fritura y unos calamares romana algo sosos y delgados pero correctos. Un ligero retraso en el servicio de la segunda botella de vino hizo "necesario" un poco de queso para acabar el vino; por la calidad del queso nos lo podiamos haber ahorrado.

Los vinos fueron: Pasion bobal 2010 muy frutal y un más consistente Venta del Puerto nº 12 del 2009.
Unas cervezas a la entrada y una fanta para la clarita, que se compensaron en el menú porque lleva incluida una bebida por comensal, al igual que un par de aguas de la comida aunque acabaron cobrando una extra de agua (¿?). Pan también incluido y aunque muy muy regular, siempre fué ofrecido repetir. También un chupito de mistela (nadie pidió más) fué ofrecido por cortesía de la casa, ante la falta de una bebida dulce (tipo PX) solicitada.

El menú elegido de 12.95€. Las elecciones fueron de primero dos legumbre del dia: mezcla de alubias de diferente tamaño con cerdo, bien cocidas y sabrosas, en buena ración; 2 creps de verduras buenos sin pasarse; 1 ensalada templada de habitas baby (eran pequeñas pero no baby) con mucho verde de ensalada y buena cantidad de habitas; 1 revuelto de ajetes y morcilla y 1 de huevos rotos con jamon (no los probé pero tenian buena pinta).
De segundos: 2 de callos a la madrileña: ración pequeña (más no siendo un producto caro) estaban salados y faltos de leve picante (es muy fácil pedir punto de picante y añadir más o menos salsa de pebrera en el último momento antes de servir), 1 de manetas (en realidad maneta) de buena textura y sabor; 2 medallones de solomillo de cerdo y 2 de rape guisado (no los probé pero buenas raciones y mejores comentarios de la carne que del pescado.
Postres: 2 bombonísimos: helados industriales pero correctos; 2 brownies buenos y otros dos postres (uno no tomó) que no recuerdo porque no se detalla nada en la factura de los platos elegidos.
Los cafés, no incluidos, bien el normal y mal los descafeinados.

La elaboración de la comida estuvo con platos mejores y otros peores, algunos excesos de sal y otros en falta, unos más elaborados como el crep de verduras y otros más básicos no bien resueltos como los callos. La materia prima de muy aceptable calidad. La cantidad de las raciones sorprende que en productos baratos (manetas, callos)tienden a ser cortas mientras que en solomillo de ibérico sea correcta. La carta de vinos es corta y en general subida de precios y lo que es peor conseguimos encontrar 3 vinos en falta sin avisar previamente.

Si vemos el precio de partida del menú y amplias posibilidades de elección es un sitio que destaca en su franja de trabajo por la gran variedad de opciones, pero hay que acertar pues aunque la media de puntuaciones sea buena es una suma de regulares y muy buenas.

En primer lugar me gustaría decir El Restaurante Montes se encuentra en una de las principales vías de paso obligado de la ciudad de Valencia por lo que durante mucho tiempo con frecuencia he pasado por la fachada de este local y ciertamente me imponía porque tenía pinta de ser bastante caro... Y sus rasgos clásicos, sus fotos de personalidades tanto del panorama político, deportivo, artístico etc...Era también un motivo para pensar que iba a pagar demasiado...

Por el día que tuve ocasión de ir acompañado por un amigo que era cliente habitual descubrí que me equivocaba totalmente de pleno...se trata de un restaurante que ha ido evolucionando y superándose a si mismo...Desde el año 1940 hasta ahora..adáptandose a un momento en el que nos da miedo ir a salir a cenar...

Que las fotos no eran motivo de ser un local ostensoso ni exclusivo, sino que el motivo de esas fotos era por la buena relación de calidad/precio que siempre parece haber caracterizado a este negocio,por elaborar una excelente cocina tradicional de mercado a un precio bastante correcto con el Menú que hay de 13 euros donde nos volvimos locos eligiendo que pedirnos...

Bueno al tema...

Como ya me he repetido...la calidad genial...ingredientes frescos, de mercado elaborados de forma artesanal y que se nota que son del día a diferencia de otros locales donde utilizan ingredientes precocinados o preparados de congelado y te cobran lo mismo....

Pedimos Crep de verduritas con salsa de puerros., Garbanzos Riojana, Rape con fondo de langostinos y ...

UN INCREÍBLE RABO DE TORO...sin duda para mi el plato estrella... Todavía sueño con él...

En cuánto a postre...pues un correcto Mousse de Limón y una bien preparada Macedonia de Frutas quizá sea lo más flojo del Menu...pero lo principal es lo principal...

El trato fue genial, saben orientarte y aconsejarte muy bien...y lo que más me sorprende no es que intenten venderte más o menos platos o menus más ostentosos si no que intentan orientarte y con un trato maravilloso ...

Tengo ganas de ir a probar nuevos platos como Croquetas de alcachofa ...o callos a la madrileña...porque la carta es amplísima

MUY RECOMENDABLE...He puesto el local por las nubes pero he pagado mucho más por comida congelada o refrita...!!

No estoy de acuerdo,en absoluto,con el comenterio que me precede.
Es un restaurante tradicional,de toda la vida,y un valor seguro.Sabes al ir allì que no corres riesgos.
Cocina clàsica,donde los platos de cuchara sobresalen; mucho màs, en estos tiempos de "fusiones" y "gastrobares".
Se agradece este tipo de cocina de vez en cuando.
Garbanzos a la riojana y judiones de La Granja que ademas se pueden desgustar por mitades.Carnes correctamente realizadas,igual que los pescados o los entrantes; y sobretodo...precios moderados.Carta de vinos,corta y clàsica pero suficiente.postres clàsicos,destacando su leche frita.
Y; algo tendrà el agua cuando la bendicen!!!.....muy pocos pueden decir, lo que èste; "estar en la Michelin"; que aunque con sus polèmicas,para mì,sigue siendo la guia referencia,en cuanto a seriedad y profesionalidad.

Acudimos a este restaurante por las buenas referencias que tenía. Al entrar, nos topamos con un montón de fotos con famosos, políticos,.... La impresión que tengo nada más entrar es que es un restaurante que ha ido a menos, y hoy en día es uno más sin pena ni gloria.

Después de esperar un buen rato por fin toman nota. Y otro buen rato a esperar el picoteo y los primeros. Tomamos unas croquetas y un calmar a la plancha, normales.
De primeros, sopas cubiertas y de ajo. Normalitas las he comido mucho mejor. (En esto son especialistas), pues vaya. Y de segundos, pedimos chuleton, entrecot, y solomillo. Todas las carnes normalistas, más bien flojas. Y por cierto, los cuchillos no cortan nada. Para beber, agua y un viña real.

Tomamos café, y no pesos postre por lo lento que era el servicio. Después de pedir la cuenta, tuve que ir a la barra a reclamada por tercera vez.

En fin, no comí mal, pero muy mejorable la comida y el servicio. No volveré.

Comida entre amigos en la que fuí invitado, nos desplazamos hasta un local en el que destaca su decoración clásica y las fotos de famosos en la recepción (Moncho Borrajo se encarga del prólogo de la carta).
Restaurante con aire familiar y comida de la de antaño basada en buen producto. Personal atento y profesional.
Carta de vinos limitada, pero con referencias sufucientes para acompañar el tipo de cocina que realizan.Cabe destacar el excelente detalle del cambio del vino (Viña Ardanza de 2000) sin reticencia alguna. Después bebimos Ramón Bilbao 2006. El servicio solo se limita a dejar la botella en la mesa.
La comida se basó en tres entrantes para compartir: mollejas, rebollones y brioche de verduras.
Pero lo más destacable fué el plato de cuchara: garbanzos a la riojana, plato contundente magníficamente realizado, con mucho sabor y reminiscencias de la cocina familiar. Pudimos repetir, otro excelente detalle.
De postre tiramisú, como no, sabor casero.

Me ha gustado sobre todo lo bien que cuidan los platos de cuchara y volveré para seguir probando otros nuevos.

He probado este restaurante en dos ocasiones: un almuerzo familiar y y almuerzo de trabajo. En ambas ocasiones excelentemente atendidos, bien asesorados, sin engaños ni intentos de "meternos" platos. Servicio rápido. Menaje quizás excesivamente "común". En otro orden de cosas, platos contundentes, unos callos perfectos, recomendables también las manitas de cerdo y el rabo de toro aunque las salsas guardan demasiadas similitudes en color, textura y sabor. En cualquier caso, una materia prima excelente. Un calamar de playa muy fresco y un cordero con sabor y hechuras. Carta de vinos limitada y con necesidad de algun retoque aunque la tipologia de clientela no permite correr demasiados riesgos, también demasiado alto de temperatura. De postre una torrija casera como las de mi madre. Un restaurante seguro, con una cocina casera fruto de años de experiencia. Para cambiarnos de vez en cuando de tanta "fusión" y tanta "tendencia".

Nunca había ido a este restaurante a pesar de estar al lado de casa.
La impresión final es que se come bien, cocina clásica, sin sorpresas, pero bien elaborada. Buena la puntilla, los sesos, el ragut de rabo de toro y las manitas de cerdo.
Buen trato y clientela de la zona, lo que denota que se sale bastante satisfecho.
Lo del vino es otra historia; disponen de armario pero estaba, -me detuve a comprobarlo-, a 22º. Eso sí, buenas referencias y carta decente, aunque el coperío resulte inadecuado. El E. Mendoza Shiraz, alto de temperatura pero a buen precio, 17,5 iva incluído.
Buen impresión final, con una buena relación calidad-precio.
A nuestro lado comiendo Antonio Vergara.

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