Restaurante La Grava en El Morell
Restaurante La Grava
País:
España
Provincia:
Localidad:
Dirección:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
42,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Cierra:
domingos
Nota de cata PRECIO MEDIO:
75 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.3
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
7.4
Comida COMIDA
7.4
Precio medio entorno ENTORNO
7.2
RCP CALIDAD-PRECIO
7.0
Opiniones de La Grava
OPINIONES
15

Hem anat 4 persones amb bones espectatives. El tracte i la primera impressió de la carta molt bones.

Vam triar dos menús degustació Km0 i dos plats principals de la carta per les altres dues persones.
De seguida vaig poder constatar que ni l´elaboració dels plats del menú degustació, ni la quantitat, ni el número de plats estava a l´alçada del que ens esperàvem. Algun plat bo ( però esclar petit) i el següent normalment no tan bo. Postres bons i vi recomanat correcte.
Malauradament les persones que només van demanar un plat principal cadascuna ( no tenien més gana)van trigar més de 45 min en què els hi portessin el plat ( no ens van avisar que trigarien tant i anaven a base dels panets d´olives que porten). Anàvem per tant molt desfasats en tempo entre tots 4.
El meu bonítol sec ( i era el plat principal).

Valoració no gaire positiva per anar expressament des de BCN
Tema preu no em queixo.

Fuimos 4 comensales a comer.
De primeros:
Carxofes ofegades ams fesols i pesto( Decepcionante, demasiado contraste de sabores)
Cigrons estofats (mas de lo mismo)
Lassanya de bolets i formatge (Bueno)
De segundos:
Cua de Bou al vermut Izaguirre (Tierna y gustosa)
Civet de porc senglar (Carne demasiado echa)
Vieiras amb boniato escalivat (el boniato y el resto de ingredientes que llevaba anulan el sabor de la vieira, mal)
De postres:
Pastis avellana (correcto)
Trufes encamisades (excelentes)
Vino Masia Esplanes Montsant (Excelente)
El pan (solo dos, muy pobre)

El servicio correcto, pero tuvimos que pedir que nos sirvieran dos veces vino.

Por fin he cogido el coche y me decidido a ir. Llevo queriendo ir años y por a o por b no iba.
No voy a volver a describir el restaurante porque ya lo han hecho otros foreros.
En nuestro caso la experiencia a sido muy buena.
De aperitivo de la casa un gazpacho de fresa, platano frito con curry y unos bombones caseros de foie. Todo muy bueno.
De primer palto nos hemos decantado por un canelón de dorada ahumada del delta con albaháca, setas y otras sustancias y por una ensalada de esparragos con helado de parmesado, muy buenos los dos primeros.
De segundo una carrilleras guisadas con calabaciín y un rabo de buey que me recomendó el maitre y qu eno figuraba en carta. Los dos platos excelentes y la coccion de carrileras y rabo en su punto.
De postre un coulant de avellanas con helado de mi querido Chartreuse y una tufas con chocolate liquido que no tenia en la carta.
El pan bueno. Como vino nos hemos decantado por un San Román 2004 que ha resultado excelso con la carrillera y el rabo de buey. Carta de vinos muy muy completa con indicación de añadas y correciones a lapiz que permiten tener la carta al dia, aunque sigo echando en falta como en otros muchos restaurantes que cuentan tambien con cartas muy densas, vinos canarios y las excelentes garnachas de Catalayud y Cariñena, entre otras.Servicio de sala muy atento y mesa para dos grande y amplia. Carta de aguas muy completa. Menaje, manteleria y cristaleria buenos.

Casi 3 años llevaba sin venir a este restaurante, y el cambio ha sido espectacular: el comedor a mí me gustaba, pero con la reforma se ha convertido en un lugar moderno y de muchísimo gusto, con una decoración preciosa y conservando algunos de los elementos distintivos del local (la gran chimenea, la barra del antiguo bar,...).
La separación entre mesas es muy amplia, con lo que gozas de gran intimidad, y además un muy acertado uso de la luz aumenta esta sensación de tranquilidad.
La carta se basa en productos de la tierra con muchos rasgos de modernidad, y ofrece además 3 menús a mesa completa. Mi mujer y yo elegimos el de temporada (estiu10): como aperitivos un gazpacho de fresa muy rico y original, que combina el dulzor de la fruta con el toque del ¿vinagre?, chips de yuca y bombón de foie gras con avellanas.
El primero ensalada de espárragos, anchoas, pepinillos y parmesano, éste último en galleta muy fina y helado: un plato refrescante y sabroso, con el parmesano elaborado de modo sugerente y muy rico.
A continuación Coca de vieiras, jamón y sofrito, otro plato para chuparse los dedos.
Siguió Crocant de foie, nísperos y germinado de soja: en mi opinión el pedazo de foie es excesivamente grande y las pipas que lo acompañan me parecen más una moda que una aportación al plato. Eso sí, el foie-gras me pareció casero y estaba excelente.
El salado acaba con Gallo del Penedès a l'ast, con cebolletas y coulis de remolacha. El ave está preparada como en redondo, con salsa riquísima y decorda con una gamba de Tarragona, fenomenal por sí misma pero que no creo aporte gran cosa a un plato ya de por sí muy rico y contundente.
Los postres: sorbete de fresas con yogurt y vainillaa Bourbon y Bescuit y sopa de almendras, albaricoque helado y espuma de fruta de la pasión,ambos también de muy buen nivel.
El menaje de categoría todo él: mantelería, servilletas, cubiertos y copas Spiegelau y Riedel.
Pan de 2 tipos: uno panecillos tipo payés y el de olivas negras, buenos.
Carta de vinos muy amplia, con presencia de la gran mayoría de DD.OO españolas más importantes, a unos precios que me parecieron muy buenos (Alión a 44€). Constan las añadas y hay anotaciones a lápiz dando cuenta de la ausencia de algún caldo y de la entrada de otros. A mí esto no me parece mal en absoluto, al revés, lo considero un acierto, pues da idea de que es una oferta dinámica. solicitamos un Alión 2001 (el que venía en la carta) y nos trajeron un 2004. Se lo hice ver. Esa corrección no se había hecho en la carta, cuidado con ese tipo de detalles.Decantado y bien servido. Hay apartados de vinos por copas, de magnums, de cavas y champanes, de vinos dulces.
Así mismo disponen de carta de aguas, alguna de ellas de precios estratosféricos (70€).
No tomamos copa, pero me dió la impresión que la oferta de destilados es también amplia y de calidad.
Café muy bueno.
El personal profesional y de trato amable y muy correcto, comentan el plato y te hacen sentir muy a gusto.
Hacía como he dicho casi 3 años que no venía, y no por falta de ganas sino porque con el tema de los controles de alcoholemia y al estar a unos kms de Tarragona pues te retraes bastante. Me comentaron los propietarios que si vas a menú completo ponen a tu disposición un coche con chófer gratuito para 4 personas, con suplemento si son 2, para las ciudades más importantes y cercanas (Tarragona, Reus Valls,...). Me parece una idea excelente. Si Dios quiere no pienso tardar otros 3 años en volver.
Completa la oferta del Hotel y es una gran opción, para mí uno de los mejores restaurantes de la provincia, con una excelente RCP.

Disfrutando de la compañía de mi marido y mi hija hemos vuelto a La Grava para probar antes de que finalice el Menú refrescante de verano que ofrecen hasta el sábado. El menú sólo se sirve por la noche y a mesa completa. Se trata de una serie de platos originales en cuanto a sabor y texturas, tres tapitas y cuatro postres y las bebidas a parte.

Nos hemos dejado aconsejar por Mario que nos ha preguntado si queríamos cenar con vino o cava, y hemos elegido la segunda opción que a Javier le encanta. Nos ha recomendado Glaç de María Casanovas (23,50 euros) que nos lo ha presentado como uno de los mejores cavas que hay en el Penedés. La botella nos ha parecido muy original, elegante y chic. El cava tiene color amarillo pálido y su sabor nos ha parecido diferente a los probados hasta ahora. De fácil trago, y la burbuja fina y asequible. Copas Spiegel. La vajilla me encanta, blanca y con líneas suaves.

Hemos comenzado con unos aperitivos: patatas de yuca y unos bombones de foie garrapiñado con avellana (buenísimos), para la peque, una tortilla francesa con jamón ibérico.

El menú comienza con las tapitas saladas: Pizza pop con mermelada, granizado de tomate y salsa pesto; la masa de la pizza era de chicharrones que ha conjugado muy bien en conjunto y no resultaba demasiado seca y la salsa pesto estaba exquisita; Atún marinado con pickles de calabacín (encurtido) y helado de mostaza, con brotes de rábano que le daban un toque ligeramente picante. No me ha encandilado demasiado, el atún estaba muy bueno, pero la mezcla no me ha cabado de convencer; Milhojas de patata, higos y foie (el mejor de la noche). Nos comenta Mario que en la huerta disponen de 13 variedades de higos que han ido poco a poco recolectando y cada mañana recogen cajas enteras de cada variedad que van probando para encontrar la combinación perfecta y aprovechan para hacer mermeladas (hemos visto de nísperos, ciruelas, cebolla y tomate, entre otras que no recuerdo), higos con brandy y otros delicatessen.

Los panes que se nos ofrece son de elaboración artesana y recién horneados: aceitunas negras, pan rústico, y uno muy original que Javier ha probado: melocotón y nueces que resulta sorprendente, porque está buenísimo.

Seguimos con los dulces: Canelón de sandia e higos con mojito (refrescante, sin duda); Bizcocho de aceite, refresco de melocotón y sorbete de vino; Té helado y menta con manzana ácida y yogur. Plum-cake de amapola, limón y cacao glacé. El que más me ha gustado ha sido el último, aunque destacaría los bizcochos de aceite que estaban curiosos y el granizado de menta y la mezcla de todos los componentes que a mi nunca se me hubiera ocurrido mezclar.

En vez de café, hemos tomado té (Rooibos de citron y Silueta verano: te rojo con limón, fresas, kiwi).

Me ha parecido un menú original en cuanto a sabores y texturas, predominando los fríos y semifríos, los colores, su ligereza y sobre todo poder maridarlo todo con un cava que no ha deslucido a ninguno de los platos.

El servicio muy correcto de Mario y Rafael que en todo momento nos han explicado todos los platos y en especial Mario que nos ha dado todo tipo de detalles y explicaciones sobre cada uno de los platos. Gracias a Luci (esposa de Mario) que estuvo compartiendo charla con Marina (5 años) y al principal protagonista de la cocina: Gerson que nos hizo disfrutar de nuevo de su cocina.

Volvemos el viernes a comer a mediodía.

Degustando el Menú Sensaciones que tiene el restaurante en la recién inaugurada nueva imagen que os recomiendo para vuestro deleite. Para beber Etim Granache con D.O. Montsant (12,90 €) que no habíamos probado y Agua. Dos copas de cava son las que acompañan dentro del menú, de una bodega que ahora mismo no me acuerdo, pero para no gustarme demasiado, logra sacarme una palabra de sorpresa. Bolitas de foie con garrapiñado suave, Vieira con una sopa de cebolla y pan trufado que quita el sentido, Alcachofas salteadas con salmonete y pesto, Arroz de codorniz con cítricos (en el que el aroma de limón y naranja se percibe antes de que el plato se pose en la mesa); Merluza con espuma caliente de boniato y aceite de curry realmente muy bueno, Entrecote y jamón ibérico con coca de tomate (ya no podemos más). Para poder hacer hueco, Refresco de melón y mojito (personalmente no me gustó, pero mi acompañante comenta que le va de perlas para poder hacer un alto en el camino), Tatín de pera con crema de limón y helado de pan de especias. El servicio de pan diferente: bollos de pan de aceite, pagès y de avellana, que éste último fue todo un encuentro. El menú cuesta 50 euros (IVA incluido) y se sirva en mesa completa. Está activo hasta el 30 de noviembre.

Otro ejemplo más de que la necesidad genera virtud. zona rural en medio de un polígono petroquímico, lugar pensable inicialmente de menus de garbanzos y poco más, y no.
menú elaborado, creativo y con cantidades razonables. genera varias sensaciones, por un lado ganas de aportar y de continar creciendo y "seguir rizando el rizo", pero también se nota el camino realizado y el orgullo "duro" que nace al pasar de "alucinados" (que es como debían ser vistos al inicio)a exitosos restauradores.
esto deriva en dos puntos. la cocina que sigue siendo elaborada y sorprendente, aunque prudente y sin llegar a "adriànadas" y el precio, que empieza a ser algo muy consistente, tanto en los manjares como sobretodo en los vinos donde un ribera pasa de 9 € en bodega origen a 22 € en carta (casualmente llevo diez años comprándolo), o en un blanco maderoso (belondrade y lurton) que es 3-4 euros (10-15%) más caro que en un restaurante de nivel en Sitges....
el lugar es bonito, rural pero muy cuidado, anarquico de distribución pero agradable.
el servicio es muy correcto aunque algo "guadianoso" a ratos exquisito, a ratos simple, a ratos retiro platos por donde toca a ratos por donde quiero...
el vino es tratado con ganas de prestigiar pero lo de los precios es muy exagerado y lo de mantener la carta con los precios en lápiz desmerece un poco...
otro lugar donde un precio más razonable (-10/15%) te haría saltar chispas de alegría, aunque de alg

Restaurnat clasico del "Camp de Tarragona".
Estado en varias ocasiones y siempre me deja a medias,vuevo por los comentarios que me hacen y por que entiendo por estos que han mejorado,voy y vuelvo,en realidad siguen igual.
Comida en carta que apetece pero en el plato no convence,buena materia prima pero al que le falta cierto toque de te descerebre con algun sabor...pero no.
Buen trato ,aunque al principio reticientes a lo que pedimos ....de las varias opciones que tienen(no pedimos nada que no estuviera en carta).
Buena intrerpretacion y servicio del vino,que nos acompaño bien.
Factura algo alcista no por lo servido sino por las pocas sensaciones que nos dio la comida.....una cocina plana en contenidos.seguiremos esperando...

Reencuentro con la acogedora chimenea.
Disfrutamos de un cena perfecta, la coca de bacalao: crujiente y muy sabrosa, el arroz de bogavante: al punto, el libro de solomillo: original, y el couland de avellanas como siempre buenísimo, en su línea.

El local es cómodo y muy acogedor.El tamaño de las mesas y la distancia entre ellas inusualmente hogados.Cubertería,vajilla y cristalería excelentes.El servicio solo regular,profesional pero sin interés por agradar,y bastante olvidadizo.La carta de vinos notable,pero sin añadas ni graduación detallada.La materia prima nada del otro mundo(¡Ojo con las setas.Algunas excelentes y otras pasadas,muy pasadas¡).La cocina tampoco,con mezcolanzas sin sentido y mala definición de los sabores y texturas.El precio carete.Para 55 euros por cabeza hay que hacerlo bastante mejor.

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