Restaurante La Criolla en Valladolid
Restaurante La Criolla
País:
España
Provincia:
Localidad:
Cód. Postal:

Añadir tipo de cocina

Añadir vino por copa

Precio desde:
11,25 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Cierra:
lunes
Nota de cata PRECIO MEDIO:
39 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
5.8
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
6.0
Comida COMIDA
6.1
Precio medio entorno ENTORNO
6.1
RCP CALIDAD-PRECIO
5.2
Opiniones de La Criolla
OPINIONES
9

Restaurante ubicado en una situación inmejorable y con muy buenas posibilidades pero defrauda por la calidad de lo que comimos, que sin poder decir "esto esta malo" eran calidades de batalla.
En algunos restaurantes he comido menús del dia de los de 10-12 euros con mejores calidades de producto y mano en cocina.
Pedimos la tabla mixta animados por el camarero que nos hablo maravillas y que era lo mas típico y ............horrible.............peor que la fritanga mala de chiringuito de playa.
No pedimos ni postre ni cafe que lo tomamos en un buen pub que hay en una plaza al lado.
Una pena pues el precio no es barato y salimos con cara de haber hecho el tonto.
Lo mejor el vino , con eso lo digo todo.

Comida en pareja. Aprovechando que el calor no apretaba demasiado decidimos comer en la terraza, a la sombra del toldo y aislados de la calle mediante unas celosías, algo que se agradece. Íbamos con antojo de comer una tabla, y sin pensar mucho optamos por la mixta. Pedimos las bebidas (una caña y una botella de agua) y nos dispusimos a esperar a que llegara la comida. Evidentemente no hay obligación, pero cuando hay que aguardar un rato a empezar a comer se agradece que, aunque sea, te pongan unas aceitunas para ir matando el gusanillo, cosa que no ocurrió en este caso.

La tabla tenía un volumen impresionante, si bien pasado el primer momento te das cuenta de que tiene su truco: 8 lonchas de un correcto lomo ibérico cortadas a máquina, 4 chuletillas de lechazo, 2 filetes de solomillo de cerdo con queso, 2 chipirones a la plancha, 4 langostinos de la misma manera y una montaña con base de lechuga y patatas paja y cumbre de calamares a la romana, crujientes aunque un poco aceitosos. Creo que estaría mejor una composición un poco más equilibrada, porque acabamos hastiados de tanto calamar, aunque supongo que para el restaurante tiene su ventaja.

De postre, un pastel de avellana y chocolate con helado de frutas del bosque. Bien, pero tampoco nos emocionó.

A la hora de la cuenta vimos lo que digo en el título, la importancia de los detalles: 1,10€ por cada bollito de pan, 2,20 por la botella de agua y nada menos que 3,30€ por la cerveza que me tomé, que a ojo diría que sería una copa de 25cl.

En resumen, que aunque la comida fue aceptable, la suma de los detalles hace que te vayas con una sensación un poco amarga.

Local clásico en su decoración con buena barra de pinchos. Merece la pena las raciones de carnes y las bandejas de pinchos variados. Así hicimos.

Bandeja de pinchos varios a elección del camarero y no encontré nada destacable.
Sí merecieron la pena las mollejas de lechazo con setas: muy buenas, abundante ración, bien hechas sin estar secas.

Para beber Palacio de Bornos y tinto Yllera para las mollejas. Buenas copas, bien de temperatura.

Total 4 comensales, 45€.

Llegamos sobre las once de la noche, de un domingo, y estaba abierto. Tapeamos en la barra lo que quedaba, que fue una deliciosa lasaña de carabineros y gambas, dos pinchos, de chorizo con queso fundido y de huevo de codorniz, y unas sabrosas carrilleras ibéricas.
Las mollejas tenían buena pinta, tiene gran variedad de vinos interesantes por copas, tipo Pago de Carraovejas, Abadía de retuerta, Pesquera.. etc. Para tapear, muy recomendable.

Clásico de Valladolid, Paco el dueño, muy agradable, ha sido cocinero de la selección española entre otras cosillas. Últimamente el restaurante ha perdido un poco. Buenas las mollejas, las tablas bastante asequibles de precio, ricos los entrantes que se presentaron a la semana del pincho de Valladolid, el bombón probadlo, tibio y meloso. Lechazo bien, pero creo que ha bajado un poquito. El vino bien, bastantes referencias pero algo caro, algunos camareros parecen poco aseados. Y volviendo al tema de los cuadros, tiene muy buena obra colgada, El salón de Delibes tiene piezas colgadas muy buenas incluyendo Vela Zanetti, el paisaje de Baltasar Colinas contrasta.

Me pareció este restaurante, situado muy cerca de la Plaza Mayor en plena zona de tapeo.
La decoración para mi gusto un poco recargada, con sillas muy grandes, no me encontré cómodo.
Comimos el menú degustación consistente en jamón, bien cortado, y pan con tomate, boquerones rebozados en su punto y nada aceitosos, alcachofa rellena de foie y 2 espárragos naturales con mayonesa, todo rico.
De plato fuerte lecahzo deshuesado y confitado, sabroso.
Pan de una variedad, muy bueno como casi todo el que comí en Valladolid.
Carta de vinos muy numerosa con referencia especial de Ribera, bebimos un Emilio Moro en copas sólo correctas.
Me dió la impresión que el personal iba un poco justo, y eso explica que le falte simpatía a pesar de que es profesional, pero yo la actitud y trato con el cliente lo valoro mucho.
No tomé postre.
No me parece barato, claro que utiliza buen producto y eso se paga.

Recomendado como uno de los restaurantes más clásicos y con una cocina clásica castellana bien resuelta, en la escapada primaveral a la Ribera del Duero que hacemos todos los años mi mujer y yo, reservamos y comimos en este restaurante.
Carta muy variada, opción de menús cerrados (Menú degustación 42€/pax. con bebidas; Menú Castellano 45€/pax. sin bebidas; Menú Ibérico 36€/pax. sin bebidas).
Nos decantamos por la carta normal, que es muy variada (embutidos, casquería, arroces, tablas, verduras, carnes, mariscos, pescados).
Tomamos lo siguiente:
Mollejas de lechazo con ajos confitados. 15 €. Bien.
Huevos rotos con jijas y patatas. 12 €. Bien.
Chuletillas de lechazo con pimientos de padrón y patatas paja. 17 €. Muy ricas dijo mi mujer.
Estofado de rabo toro al Ribera del Duero con verbena de setas. 17 €. No es toro, pero estaba meloso y rico.
Postre a compartir de Pastel de dos chocolates con helado de queso. 5 €. Rico, es casero, tanto el pastel como el helado.
Botella de Finca Resalso 2009. 14 €, refrescos y agua.
Total 99 €, iva incluido.
Carta de vinos correcta, con muchas referencias de Castilla y León de casi todas la denominacione, etiquetas clásicas, y algún brindis al sol con botellas francesas de la talla de Petrus, Latour, Margaux, Laffite, pero a precio caro, superando algunas botellas los 1.000 €.
Servicio correcto y profesional, aunque un poco lentos, pues era sábado y estaban casi lleno. Decoración clásica, varios salones, terraza exterior para fumadores.
Barra de bar muy concurrida y con gran varidad de tapas.
Muy buena situación, junto a la Plaza Mayor y con parking público al lado.

Restaurante muy conocido en Valladolid, pero si fue bueno alguna vez, se le ha olvidado. Los entrantes, bien, aunque paradójicamente el carpaccio de bacalao estaba soso. El solomillo con manzana nada especial, los he comido mejores. El vino, un poco caliente, creo que deberían climatizar la cava. Todo pasable, si no fuera por lo malo del servicio, que, aun habiendo pocos clientes, se mostró desorganizado, desinteresado, poco discreto, malo. Una pena.

Restaurante muy céntrico pegado a la Plaza Mayor. Tienen muy buen material. Nosotros tomamos unas tablas que prpearan con patatas, cordero, lomo, jamón, espárragos, pimientos, etc. De postre tomé helado de "queso de mata mula de toda la vida". El vino fue Liberalia Cuatro. El café es de los de olla tocado con orujo. Está bien.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar