Comida ,previa reserva, en el comedor climatizado.En la calle 36º
Una cerveza Alambra reserva tostada y Agua con gas ,mientras consultamos la"hoja-carta-desechable".
Optamos por 3 entrantres :sardina ahumada,envuelta en una ligera tortilla de huevo,pulpo a la brasa(que realmente es al horno)con una ligera emulsion de ali-oli y patata con pimenton y kokocha de bacalao sobre rissoto. Nos comunican ,que son pequeños platos individuales,pero que se pueden servir al centro de la mesa.
El rte tiene en el bacalao(20 euros),su pescado destacado y optamos por una receta que resalta el producto,con una simple vinagreta o bilbaina como acompañante.Un sólo plato a compartir
No tomamos postre.
De los vinos que aparecían en la carta ,me decidí por un Mauro(35Euros);la añada que se nos ofrecio era 2009.Un corcho con apenas unos milimetros de vino,la temperatura de la cava y los 10 años de la cosecha nos aconsejo esperar unos 20' para catarlo y merecio la pena... "magnífico " :aroma,color,cuerpo...creo que esta en un momento ideal.Buenas copas,manteleria y servilletas de hilo..
Al terminar Alfonso nos acompaño a su bodega "Sala de catas",con botellas interesantes,como la colección VILA 75 ANIVERSARIO.
Tras atravesar con dificultad la abarrotada barra llegamos al insonorizado salón para comer cuatro personas. Elegimos los platos principales y nos dejamos aconsejar para entrantes y postres.
Entrantes idénticos para todos los comensales: sopa de manzana con helado de torta zamorana, AOVE y pimienta rosa (combinación de sabores magistral), y pulpo a la brasa con ajoblanco y patata asada con pimentón (excelente materia prima).
Como platos principales, lechón confitado, bacalao pochado, solomillo de ternera sayaguesa y foie. Todos buenísimos.
Dos ricos postres para compartir: queso con arena de jengibre, mango y helado de violetas, y chocolate con avellanas y helado de aceitadas.
Un estupendo Almirez 2015 (28 €) acompañó a la perfección.
Buen servicio.
Sólo he probado el tapeo en barra, buenas, variadas y curiosas opciones. Una posibilidad diferente si se quiere ir de tapas. Buen vino por copas, en botella Magnum lo cuál se agradece.
Servicio amable y entorno agradable, restaurante muy bien situado en la Plaza Mayor de Zamora.
solemos ir a menudo,me parece un 10 en general,servicio ,cocina ...seguiremos repitiendo.
Habíamos reservado con días de antelación para comer en el restaurante, con la idea de tomar algún que otro pincho como entrante, un segundo y un postre, pero Alfonso nos cerró esta posibilidad (aún cuando ya eran pasadas las 15:00 y solo había otra mesa ocupada), por lo que nos sentamos en la terraza, cosa que al final agradecimos porque hacía muy buen tiempo y se estaba genial. Además el camarero que nos atendió fue muy amable y nos dedicó mucho tiempo para describir todos y cada uno de los pinchos que pedimos.
Pedimos para 3 personas:
- 2 tostas de bacalao: Laminitas de bacalao en aceite con compota de manzana y confitura de tomate; perfecto el resultado.
- 2 tostas de mousse de cabra : Muy cremosa la textura del queso de cabra al que se le añade un hilo de aceite de oliva.
- 3 blinis de foie: Tremendos. Bravo por el foie a la plancha.
- 3 chupa-chups: Foie en témpura con compota de manzana al cava y caramelo; una pasada.
- 3 cucuruchos con fingers crujientes de pollo marinado y rebozado con reducción de soja; sin grasa.
- 3 de espárragos trigueros: De buen tamaño y en témpura sin grasa; espectacular toque del queso.
- 4 tostas de solomillo: Carne de solomillo de ibérico con salsa de Rochefort; madre mía ¡!!
- 1 tosta de magret de pato: Con un toque de confitura de arándanos; monumental.
De beber: 2 refrescos, 2 cervezas y 2 copas de Dominio del Bendito bien servidas.
Precio total: 43.70€ (IVA y bebidas incluidas)
Nota 1: Mi valoración en apartados comida y entorno debe tomarse como bar de pinchos, no como restaurante.
Nota 2: Sin duda alguna, este local es de visita obligada en Zamora.
Vaya por delante que el comentario esta mediatizado por un Herodes que obsequió a todo el comedor con sus "gracietas", riesgos de ir el día del padre a comer pero ya sabeis para conducir necesitas carnet para tener niños no...
Restaurante en la zona monumental de Zamora, al que acudimos por las multiples recomendaciones, el dueño es todo un personaje, se nota que intenta agradar desde el minuto 1, carta de vinos amplias con multiples referencias de casi todas las DO españolas, con interesantes vinos de la zona (quiza adolece de vinos extranjeros, pero no se puede pedir todo),botellas magnun para el chateo (detalle de agradecer siempre), con un fenomeno curioso que vengo observando cada vez más, los vinos "top" a un precio muy, muy "asequible" el Unico a 150 €, mientras los bebestibles diarios multiplecados x2,x2,5 x3, beber vino en restaurante se acabara convirtiendo en un lujo impagable. Mesas bien vestidas, cuberteria, coperio, etc, correcto. El dueño nos sugiere que eligamos un segundo y en función de eso nos recomienda entrantes, le hacemos caso y la comida se convierte en un mini menu degustación con dos entrantes, plato principal y postre (que también dejamos al libre criterio del propietario).Los platos son sorprendentes,(curioso el helado de pimenton con el bacalao) con una cuidada presentación, y estas ricos sin más y sin menos, pero no se, cuando pago + 40 € por persona (sin vino), espero algo más, algo más en servicio (no es de recibo esperar 20 minutos a que te traigan el postre), algo más en los platos ( cuatro platos en total , los dos primeros medias raciones de entrantes y tres de ellos llevan helado, de sabor original pero helado), la innovación por la innovación no creo que sea un valor en si ( ¿es mejor el bacalao con helado de pimenton y espuma a la manera de un ajoarriero o el bacalao al ajoarriero de Casa gandarias?, distinto ya lo se ). No acaba de convercerme, quiza mejor tomar algo en la barra, para comer por casí 100€ pareja se me vienen a la cabeza una veintena de sitios donde disfruto mucho más por ese dinero (y por menos).
Visito la ciudad de Zamora en los últimos tiempos una media de 3-4 veces y este local es en general una visita obligada, cada vez.
Sábado por la noche con el local lleno, lo cual dado los momentos que vivimos, es un índice de que su relación calidad-precio-servicio sigue estando muy alto.
Tapeamos:
Crujiente de pollo servido en unos cucuruchos de papel.
Tosta de bacalao (bacalao ligeramente desmigado, con una salsa por encima con miel, entre otros compuestos).
Blinis de foie.
Todo muy logrado
De beber Dominio del Bendito (magnun) 2009.
Gran surtido de tapas, con precios ajustados, incluso algunas de ellas elaboradas y un servicio del vino muy bueno tanto en posibilidades de elección, con predominio de la zona, como en copas.
Los camareros bien uniformados, amables y prestos en todo momento a cualquier solicitacion. El responsable del local, Alfonso, siempre atento a todo. En esta ocasión tuvimos una pequeña charla, en la cual nos aconsejo sobre los quesos de la zona.
El local también dispone de comedor, para comer a mesa y mantel, del cual hice uso en una ocasión, con bastante buen resultado, pero en mi agenda mental este local le tengo para tapas y como tal aconsejo, a todo el que visite Zamora.
Me pase a tomarme unos pinchos, antes de acercarme al rincón de antonio, sitio con mucha gente, ambiente agradable, camareros profesionales , me atendió un chico rubio,con acento a extranjero , del este, diría yo , pero todo un profesional , se le notaba el estilo y el buen hacer , me tome un pincho de bacalao ,rico ,con una mermelada dulce, la verdad me gusto mucho , luego el blines de foie, calentito agradable sin mas, coincido con francef en que un tanto soso el foie, y para finalizar un pincho de bola de queso , un salmorejo en copa, con una gamba de Huelva , muy sabroso, ya no quise comer mas , pero tenían varios con buena pinta , helado de foie, chupachus,etc , los precios razonables , sobre 2 y 2,5 , incluso alguno había por debajo de 2€, para beber un verdejo de emina, a 1,70€ , por lo menos es una buena bodega , que a veces te ponen cada vino por ahí, lo dicho sitio recomendable para tomar pinchos, y por lo tanto yo le daría una oportunidad para comer en el restaurante.
Los pinchos, muy buenos
Encontré el restaurante cerrado, con la persiana medio bajada. A primera vista, no me impresionó. El Sr. Meneses estaba desayunando con una señora, mientras se fumaba un cigarrillo (recordar que el local estaba cerrado al público). Me presenté, dándole referencias de Alternativa, la persona que me había recomendado este local. Estuvimos charlando un rato y quedamos para el almuerzo: 8 personas, incluyendo dos niños. Ningún problema.
Nos presentamos a la hora convenida. Nos pasaron al comedor. Decoración en tonos claros, mesas bien vestidas, buen menaje, buenas copas, servicio atento y profesional, buena temperatura (de agradecer en el agosto zamorano). Nos colocaron en una mesa amplia, al lado de la puerta del comedor. Fuimos de los primeros en llegar. Perfecto. Cuando empezaron a llegar el resto de clientes, nosotros casi habíamos acabado de comer. Carta interesante, tanto en comida (mezcla de platos tradicionales con otros más atrevidos) como en vinos (sobre todo, porque no conocía muchas de las referencias de la zona, tanto de Arribes como de Toro). No me fijé en los precios de los vinos.
Aperitivos (18,-€/pax) para 6, elegidos por el Sr. Meneses:
- Blinis con foie y coulis de ¿frambuesa? (no lo recuerdo con exactitud) - Foie algo insípido. Bien el conjunto.
- Ensalada de bogavante (ver foto) - Me encantó la presentación. Muy sabrosa y refrescante.
De plato principal:
- 3 solomillos de ternera de Aliste (20,-€/ud.) - Tiernos y sabrosos. 2 para los adultos y uno a repartir entre los dos niños en el plato combinado.
- 2 magrets de pato en salsa arándanos (16,-€/ud.) - Delicioso.
- Lomo de buey (18,-€) - Sabroso y en su punto.
- Lechón confitado (16,-€) - Muy tierno y delicioso.
Raciones generosas y buena presentación.
Mirando la cuenta parece que alguien tomó postre (3,-€). Creo que fue un zumo de naranja para mí, para intentar ayudar a bajar los aperitivos y el lechón.
Los 2 niños tomaron un plato combinado (9,-€) a base jamón, calamares rebozados, patatas fritas y solomillo (20,-€ a repartir entre los 2). Mucha comida para ellos. Picamos todos.
Pan para 8 (0,80€/pax), 5 botellas de agua (3,-€/ud.), media botella mágnum de Finca Yerro Roble 2007 (14,-€) que el Sr. Meneses tuvo a bien abrir, a pesar de que casi todo el vino me lo bebí yo y sobró media botella, y los cafés, invitación de la casa, completaron la comida.
Quisiera añadir una reflexión a este comentario: fuimos con una familia de Barcelona que tienen casa en un pueblecito de Zamora. Nos dejaron elegir el local porque tengo fama de conocedor del tema (cosas de mi mujer). Al día siguiente comimos en un restaurante de Miranda do Douro (Portugal) por un tercio del precio que pagamos aquí... ¿Cómo les explicas que hay que pagar el buen servicio, que el aire acondicionado cuesta dinero, que el mobiliario tiene un precio, que hay tipos y tipos de copas, que el foie cuesta más que la ensalada, que el bogavante cuesta más que los espárragos de bote, que la ternera de Aliste no es bacalao desalado, que los manteles hay que lavarlos y reponerlos, que hay muchas maneras de freír las patatas,... Cierto que también comimos bien en Portugal, pero no igual de bien. A pesar de todo, comer por comer, prefieren Portugal porque es más barato. Y me consta que este tipo de clientela abunda. Escuché, de forma totalmente impremeditada mientras me fumaba mi cigarro en la terraza después de comer, algunos comentarios del Sr. Meneses mientras charlaba sentado en una de las mesas. Me entristeció. Corren malos tiempos para la lírica. Razón de más para agradecer al Sr. Meneses y a todo su equipo el esfuerzo que realizan a diario en una plaza tan difícil para un restaurante de este tipo. Independientemente de la nota que pueda aparecer junto a este comentario, sus ganas y buen hacer se merecen un 10.
Absolutamente recomendable. El precio corresponde a lo que tomé yo.
Por cierto, mejor aparcar a la entrada de Zamora. Por el centro es muy difícil y hay que pagar a según que horas.
Ensalada de bogavante. Me encantó el detalle de las pinzas, peladas enteras :-O
El Sr. Alfonso Meneses
Caímos por casualidad, en el mes de enero, personalmente no me podía creer donde me encontraba,desde el momento de acceder se aprecia un trato exquisito, saben como ser auténticos profesionales. Las recomendaciones muy acertadas, la calidad altísima y gran cantidad, platos deliciosos y postres para "pecar". No tardamos ni un mes en repetir en una de las jornadas del Foie. Muy recomendable.
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