En el centro de Zamora y rodeado de arte romanico se encuentra este templo de la gastronomia, regentado por Alfonso Meneses, un ser entrañable que no escatima en atención, cuidado, calidad y profesionalidad. Tomamos Montaditos de iberico con una especie de mostaza dulce con piñones (excelente contraste de sabores), Silla de bacalao con reducciuon de miel y especias en pan crujiente (combinación de texturas muy acertada), Brandada de bacalao rebozada en sésamo y puré de pimientos zamoranos (una nube de suavidad en la boca), Blinnis de foie, y Chupa-chups de foie con mousselina de manzana y cava, todo regado por un Estancia Piedra Platino Selección 2002.

PD: Recomendado por una Veremera de pro, y muy recomendable. Eramos 4 personas.

Después de haberlo visitado unas cuantas veces no me queda más remedio que recomendar este restaurante por las siguientes razones:
1. Su propietario, Meneses, romántico y apasionado de su trabajo, es capaz de enamorar a un público con su propuesta gastronómica y hacernos sentir como en tu propia casa, comer, degustar y disfrutar pero sin esa coraza que en muchos sitios te colocan como si estuvieses en un lugar que te observan miles de ojos.
2. Su propuesta gastronómica es varíada temporada tras temporada, apuesta sin igual por la delicadeza, frescura y calidad de la materia prima, interpretándola de una forma sutil y elegante pero dejándole el protagonismo a esos productos que elige y propone.
3. Delicado también en el cuidado del vino, ya que cuenta con un local al lado del restaurante convertido en una cava extraordinaria, cuidando constantemente su temperatura y humedad.
4. Domina el protocolo del servicio fantásticamente y elige el maridaje correcto en cada ocasión.
5. Geniales las jornadas gastronómicas que por febrero dedica, al bacalao, caviar y foie. (este año no me he perdido ninguna, y cada día se supera más).
6. Y el colofón, los postres, cuidados, elaborados con arte, imaginación, diseño y una presentación magnífica.
En fin, propuesta gastronómica magnífica y muy bien presentada. Con un precio muy comedido para lo que vais a disfrutar. También es recomendable la barra, donde la originalidad en las tapas y su servicio es inmejorable.

Local acogedor con terraza. Sobre todo destaca por la selección de tapas muy elaboradas y con una excelente presentación. Carta de vinos muy bien presentada, con un gran número de referencias y muy equilibrada. Precios muy comedidos que ayudan mucho a darse un homenaje gastronómico interesante. Recomendable 100%. Si vuelvo a Zamora, sin duda lo visitaré de nuevo.

Su dueño, Alfonso Meneses, es una persona apasionada y entrañable.